Toyota da lección de cómo tratar con las amenazas de Trump

La automotriz japonesa, Toyota, demostró este martes que se puede unir a los planes de Donald Trump sin necesidad de afectar a otro país, pues anunció una inversión de 600 millones de dólares en una de sus plantas en Indiana, pero si afectar sus unidades en México y Canadá.

 “Este proyecto de expansión es parte de la estrategia de localización de Toyota, que apunta a fabricar los vehículos donde se venden”

Toyota

La automotriz japonesa, Toyota, demostró este martes que se puede unir a los planes de Donald Trump sin necesidad de afectar a otro país, pues anunció una inversión de 600 millones de dólares en una de sus plantas en Indiana, pero si afectar sus unidades en México y Canadá.

La decisión de Toyota ocurre luego que Trump amenazó a la automotriz con un impotente un fuerte impuesto si continuaba con sus planes de construir una planta en Guanajuato y exportar vehículo a Estados Unidos.

En aquella ocasión, la automotriz dijo que su nueva planta en México no afectaría la producción en Estados unidos, ni disminuiría las plazas de trabajo, sin embargo, dijo que tiene todas las intenciones de colaborar con la nueva administración.

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La expansión en Indiana aumentará la producción de la camioneta Highlander, la segunda SUV más vendida de Toyota en Estados Unidos, en 40 mil unidades al año. La planta emplea actualmente a 5 mil 100 trabajadores y ahora pasará a 5 mil 500.

Este proyecto de expansión es parte de la estrategia de localización de Toyota, que apunta a fabricar los vehículos donde se venden”, señaló Toyota en un comunicado, en el anunció que establecerá una nueva sede en Texas.

La empresa aclaró que esta inversión no afectará sus inversiones y planes de expansión en México y Canadá. A diferencia de la empresa Ford, que ante las presiones de Trump canceló su nueva planta en San Luis Potosí y la llevó a Estados Unidos.

Este martes el presidente Trump se reunió con los directivos de Ford, General Motor y Fiat Chrysler, a quienes les prometió una reducción en los impuestos, siempre y cuando mantengan las producción de sus vehículos en suelo estadounidense. 

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