Gamer que abrió fuego en Jacksonville, Florida, estuvo internado en psiquiátrico

David Katz, quien se suicidó después del crimen, se enfrentaba a fuertes problemas emocionales derivados del divorcio de sus padres

El hombre que este fin de semana abrió fuego en un torneo de videojuegos en Jacksonville, Florida, estuvo hospitalizado para un tratamiento psiquiátrico, revelaron medios estadounidenses.

El autor del crimen, que dejó dos muertos y nueve heridos, antes de suicidarse, se enfrentaba a problemas emocionales debido al divorcio de sus padres por lo que, a los 24 años, estuvo internado en el Sheppard Pratt Health System en Towson, donde recibió tratamiento psiquiátrico.

El gamer consumado David Katz, quien se graduó en 2011 del Hammond High School, en Howard Country, Maryland y se especializó en ciencia y tecnología ambiental dejó de asistir, intempestivamente, a la Universidad de Maryland en donde, según sus compañeros, tenía problemas de comunicación y no entregaba tareas.

Katz acudió a Jacksonville, en el norte de Florida, para el torneo de videojuegos Madden NFL 19, dijo la policía, y el fabricante del juego, EA Sports, lo incluyó como ganador del campeonato de 2017 con los Bills de Bufalo.

El joven a veces jugaba con el nombre “Bread” o “RavensChamp” en el circuito nacional de jugadores profesionales del popular videojuego de futbol americano.

El torneo era transmitido en línea, por lo que se podía ver a los jugadores en el local, así como el juego que estaban disputando.

Una grabación muestra cómo dos personas juegan frente a una pantalla y de pronto comienza a escucharse los disparos.

El video también muestra como segundos antes de los primeros disparos, un láser de color rojo recorre los cuerpos de ambos jugadores.

Este tipo de torneos son muy populares en el país, varían en tamaño, alcance y duración, desde algunas horas hasta varios días, y mueven desde algunos miles de dólares hasta varios millones.

El evento Madden de Jacksonville era un torneo pequeño, pero era una eliminatoria para una final en octubre en Las Vegas, con un premio máximo de 25 mil dólares.

La balacera hizo recordar masacres anteriores en Florida, como la de 49 personas en la discoteca Pulse, de Orlando, frecuentado por la comunidad LGBT, en 2016, y la de febrero pasado en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, donde murieron 14 estudiantes y tres profesores.

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