ONU ‘preocupada’ por legalización

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de Naciones Unidas “observa con preocupación” el debate y las iniciativas que han “propuesto legalizar la posesión de sustancias a efectos de utilizarlas con fines que no son ni médicos ni científicos, es decir, con fines ‘recreativos’”. 

Así lo expuso en su informe correspondiente a 2012, publicado ayer desde su sede en Viena. 

La reacción surge luego de que el año pasado la legalización de la droga se convirtiera en uno de los principales temas discutidos en América Latina y Estados Unidos.

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de Naciones Unidas “observa con preocupación” el debate y las iniciativas que han “propuesto legalizar la posesión de sustancias a efectos de utilizarlas con fines que no son ni médicos ni científicos, es decir, con fines ‘recreativos’”. 

Así lo expuso en su informe correspondiente a 2012, publicado ayer desde su sede en Viena. 

La reacción surge luego de que el año pasado la legalización de la droga se convirtiera en uno de los principales temas discutidos en América Latina y Estados Unidos.

La dependencia de la ONU rechaza esta estrategia en base a su posible impacto en diversos ámbitos, incluyendo seguridad y salud.

La ciencia dice ‘no’ 

La JIFE dijo que toda iniciativa que incluya la legalización “infringiría los tratados de fiscalización internacional de drogas”. 

Recordó que el objetivos de estos es garantizar que se disponga de medicamentos para utilizarlos con fines médicos y, al mismo tiempo, prevenir que se abuse de ellos.

Por lo que asegura que “esas propuestas no están en consonancia con el gran número de pruebas científicas que documentan los daños relacionados con el abuso de sustancias, incluso con su uso ocasional, particularmente por los jóvenes durante sus años de formación”. 

Por otro lado, asegura que esta estrategia crearía “una falsa sensación de seguridad” y transmitirían un mensaje erróneo al público, en particular a los niños, en relación con las consecuencias del consumo de drogas para la salud. 

Los atrevidos

“Lo que parecía impensable está ahora siendo discutido a la luz del día. América Latina está hablando de drogas porque la realidad lo impone. 

“La resonancia de sus argumentos terminó con el tabú que por tanto tiempo ha impedido la búsqueda de otros caminos”, se lee en un documento sobre la despenalización de estupefacientes, presentado en 2012 por exmandatarios latinomaericanos (César Gaviria, de Colombia, Fernando Cardoso, de Brasil; y Ernesto Zedillo, de México). 

La afirmación surgió luego de que se tratara el tema durante la Cumbre de las Américas, celebrada en abril del año pasado.

En los meses siguientes, surgieron fuertes declaraciones y leyes que claramente siguieron este camino. 

Por ejemplo, la idea plantada por el mandatario guatemalteco, Otto Pérez Molina, sobre la posibilidad de legalizar los narcóticos y la idea de que ya no fuera un delito “transportar o trasladar la droga”.

En junio, el presidente José Mujica, anunció la legalización del cannabis en Uruguay.

En noviembre, dos entidades de Estados Unidos –Colorado y Washington– legalizaron la mariguana con fines recreativos. 

A principios de este año, Pérez Molina habló sobre la despenalización de los cultivos de amapola. 

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