Nuevo tiroteo en Estados Unidos… ahora en la Universidad de Michigan

La Universidad Central de Michigan tiene alrededor de 23 mil estudiantes y está ubicada a 112.6 kilómetros al norte de Lansing

Actualización

Las dos víctimas mortales del tiroteo reportado en la Universidad Central de Michigan (CMU) son los padres del presunto culpable, informaron hoy medios locales.

El sospechoso es un estudiante de 19 años identificado como James Eric Davis. El joven disparó a sus padres dentro de su dormitorio y se escapó corriendo del campus universitario.

Seis horas después del tiroteo, Davis continúa prófugo. El supuesto culpable fue descrito por las autoridades locales como un joven afroamericano “armado y peligroso”.

En una rueda de prensa, Larry Klaus, el jefe de la policía universitaria de la CMU, aseguró que “ningún estudiante, profesor o miembro de la universidad” resultó herido durante el tiroteo.

Klaus explicó que las primeras investigaciones llevan a la conclusión que el tiroteo se produjo a raíz de una “situación doméstica familiar”.

Todos los eventos y actividades planificadas en el campus se cancelan hasta nuevo aviso.

Primeras informaciones

La mañana de este viernes la cuenta oficial de Twitter de la Universidad de Michigan denunció que un hombre armando realizó disparos dentro del campus, en la zona conocida como Campbell Hall.

El reporte se realizó aproximadamente a las 08:30 horas y se pedía a la comunidad estudiantil refugiarse ya que el sospechoso no había sido capturado.

Por su parte, la policía local informó que el presunto tirador es un hombre negro de 19 años, quien viste una sudadera azul con pantalones amarillo mostaza y mide, aproximadamente, 1.75 metros.

Asimismo, dijeron que aún se encuentra armado y que es considerado peligroso.

Medios locales informan que hasta el momento hay dos personas heridas; no obstante, no se ha confirmado que haya heridos ni muertos.

Este incidente se produce en medio de un debate a nivel nacional sobre el control de armas en la Unión Americana, en la que Donald Trump se rehusa a reformar la enmienda constitucional que permite a los ciudadanos estadounidenses adquirir armas de fuego en cualquier centro comercial, y en el que propone, en cambio, que los maestros porten armas en los salones de clases.

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