Nuevo gobierno socialista en España

Pedro Sánchez, el nuevo presidente de España, promete un gobierno socialista, sin embargo, uno de los primeros problemas que enfrentará para realizar sus compromisos es la poca representación de su partido en el Congreso
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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Pedro Sánchez es el nuevo presidente de España. Su propuesta es un gobierno socialista, paritario y europeísta que respetará la Constitución española y los preceptos de la Unión Europea. No obstante, el mandatario se enfrentará a problemas para establecer su ejecutivo por la poca representación de su partido en el Congreso y su falta de legitimidad ante los ciudadanos españoles.

Sánchez fue investido como presidente del país ibérico gracias a una moción de censura presentada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) para destituir a Mariano Rajoy, el anterior mandatario de España.

Previo a su investidura, el nuevo presidente propuso ante el Congreso español una ruta de gobierno que consta de tres etapas: estabilizar, atender las urgencias sociales y convocar a elecciones.

“Tres etapas guiadas por el consenso como herramienta fundamental. Mi gobierno va a entender como uno de sus principales cometidos la construcción de un consenso para convocar unas elecciones generales”, declaró el nuevo presidente en el Congreso español.

En este sentido, Sánchez prometió que su gobierno retomará las medidas que generaron consensos parlamentarios en la legislatura actual. Algunas de las iniciativas que pretende recuperar son la restitución de la independencia de la Radio y Televisión Española (RTVE) y la universalidad de la sanidad pública. También pretende derogar artículos de la llamada Ley Mordaza, convertir las becas en un derecho y acabar con el denominado impuesto al sol.

Uno de los compromisos de Sánchez fue mantener los presupuestos generales que fueron aprobados por el Congreso cuando Rajoy aún era presidente de gobierno. El nuevo mandatario también se comprometió a cumplir con las obligaciones de España derivadas como Estado miembro de la Unión Europea.

Otro de los temas que prometió atender Sánchez es la derogación de algunos elementos de la Ley Mordaza. Se comprometió a dejar sin efecto aquellos artículos que restringen los derechos de los españoles.

“Me refiero a los artículos que limitan el ejercicio de los derechos de reunión y libertad de expresión, así como a los que restringen la libertad de información de periodistas o a la disposición final que permite la expulsión de extranjeros en frontera de forma arbitraria y sin derecho a la tutela judicial efectiva”, aseguró el presidente.

Sánchez también afirmó que pretende elevar la cobertura de los desempleados, en especial de aquellos mayores de 50 años. Además, el nuevo presidente se comprometió a defender los intereses de los agricultores y ganaderos españoles.

En su discurso, el presidente mencionó la necesidad de resguardar los derechos de las mujeres en España. En ese sentido, garantizó impulsar la Ley de Igualdad Salarial; así como una Ley que asegure la igualdad de género en el empleo.

En el mismo sentido, Sánchez también pretende aplicar y cumplir todas las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

Diálogo con independentistas

Uno de los elementos que permitió a Sánchez recibir el apoyo de las diferentes fuerzas políticas en el Congreso fue su promesa de dialogar con los independentistas de las diferentes comunidades autónomas de España.

El nuevo presidente afirmó que pretende restablecer los puentes con todas las comunidades autónomas y sentar las bases que permitan iniciar un diálogo entre el gobierno de España y el nuevo gobierno de Cataluña. También extendió esta petición al gobierno vasco. Los especialistas consideran que este compromiso es un aspecto positivo del nuevo ejecutivo español.

“Esta disposición de diálogo puede allanar el camino a una solución negociada al problema catalán. Es importante desinstalar las tensiones y darle algún tipo de concesiones a Cataluña para que no se separe de España, pero que esto se genere en un ambiente de cordialidad, negociación y respeto”, afirmó el internacionalista Eduardo Rosales.

El analista de temas internacionales agregó que el nuevo gobierno español también debería tomar en cuenta los cuestionamientos cada vez más recurrentes al régimen monárquico parlamentario. En este sentido, el especialista opinó que el rey Felipe VI actualmente es una figura poco funcional que no abona a la solución de los problemas que enfrenta el país ibérico.

“España necesita pasar a un nuevo modelo o hasta una tercera república constituida por estados libres y soberanos guiados por principios liberalistas. El modelo que tiene en la actualidad este país es caduco, obsoleto y ya no corresponde a la realidad”, argumentó Rosales.

Por otra parte, el analista afirmó que Sánchez tendrá que atender de forma primordial los efectos que actualmente sufre España debido a la crisis económica de 2008. También afirmó que los problemas nacionales que tendrá que atender el nuevo presidente son el endeudamiento, el desempleo y la corrupción.

Primeros problemas del nuevo gobierno

Sánchez también tendrá que enfrentar una serie de problemas que fueron provocados por la forma en que se convirtió en presidente del gobierno español. Uno de estos conflictos es la falta de legitimidad de su ejecutivo ante los ciudadanos españoles debido a que llegó al poder mediante una moción de censura.

Los españoles mostraron a través de publicaciones en redes sociales que sus opiniones están divididas. Algunos ciudadanos de este país afirmaron estar de acuerdo con la destitución de Rajoy, no obstante, otros expresaron su inconformidad debido a que el nuevo presidente no llegó a su cargo mediante una votación popular.

“Pedro Sánchez llega gracias a un proceso que es legal, pero el problema radica en su falta de legitimidad, es decir, no tiene esta aceptación del pueblo porque efectivamente no llega por votación popular, sino por un acuerdo de los partidos en el parlamento”, afirmó Rosales.

Otra de las barreras a los que se enfrentará el nuevo líder es la poca representación de su partido en el Congreso. Sánchez pertenece al PSOE y este partido sólo tiene 84 diputados en la cámara de un total de 350 escaños. Esta situación puede provocar bloqueos cuando el nuevo presidente quiere aprobar iniciativas.

Además, Sánchez tendrá que pagar con favores políticos el apoyo que recibió de las diferentes partidos en la moción de censura que provocó que se convirtiera en presidente, es decir, tendrá que realizar concesiones con Unidos Podemos, ERC, PNV, PDeCat, Compromís, Bildu y Nueva Canarias.

“No creo que Sánchez tenga un panorama muy favorable porque tendrá que hacer concesiones a los otros partidos que apoyaron la moción de censura y la salida de Rajoy”, concluyó el especialista.

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