De acuerdo con la UNESCO la proporción de niños de 10 años que no pueden leer y comprender un texto simple aumentó de 57 por ciento en 2019 a 70 por ciento en 2022. Foto: Especial

Millones de jóvenes y adultos aún no saben leer ni escribir; panorama con el que llega el Día Internacional de la Alfabetización

En la conmemoración de esta fecha, en París, Francia, se hablará de los retrasos que los estudiantes tuvieron tras la pandemia por COVID-19

A pesar de los avances sociales, a escala mundial al menos 773 millones de jóvenes y adultos no saben aún leer ni escribir, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el marco del Día Internacional de la Alfabetización, el Banco Mundial registró que para 2020 la tasa mundial de alfabetización llegó al 87 por ciento, mientras que en 2014 el promedio era de 85.3, según el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

En caso de no mejorar el alfabetismo a nivel mundial, los retos que ya enfrentan las personas sin una educación seguirán presentes o incluso se desarrollarán aún más.

En el artículo “Exclusión de las personas analfabetas en la vinculación laboral” (Revista Mexicana de Sociología, 2018), la doctora en Educación Rosa María Pineda Trujillo y el doctor en Ciencias Sociales José Benjamín Chapa García, aseguran que entre los problemas que enfrentan las personas analfabetas está la invisibilidad por considerarse que ya no existe población con esta característica, o bien, se invisibilizan sus necesidades.

Los especialistas también aseguran que el analfabetismo lleva consigo un problema de exclusión de los procesos de selección y de los programas de capacitación para el trabajo, pues suele ser un requisito mínimo saber leer y escribir, además de que las personas analfabetas, aseguran los doctores, cargan con una estimación social de que son ignorantes en todo sentido, negando con ellos sus saberes, habilidades y experiencias.

La pandemia por COVID-19 provocó un retraso en la educación de niños, niñas y jóvenes

El escaso nivel educativo también ha llegado a los niños, niñas y jóvenes, sobre todo tras la pandemia por COVID-19.

Con la crisis sanitaria, las escuelas a nivel mundial fueron suspendidas temporalmente y los estudiantes se refugiaron en las tecnologías para continuar con sus clases; sin embargo, muchos de ellos no obtuvieron los resultados esperados.

La CIDH reveló que hasta 250 millones de menores de edad no desarrollan las capacidades básicas de cálculo, lectura y escritura.

A pesar de esos datos, la Comisión reveló que por la pandemia es posible que casi 24 millones de estudiantes no regresen a la educación formal, de los cuales se prevé que 11 millones sean niños y mujeres jóvenes.

La UNESCO comprobó que la crisis sanitaria sin duda representó un golpe a nivel educativo, considerando que la proporción de niños de 10 años que no pueden leer y comprender un texto simple aumentó de 57 por ciento en 2019 a un estimado de 70 por ciento en 2022.

Es por el golpe educativo que dejó la pandemia, así como otras crisis como el cambio climático y los conflictos sociales, por lo que este año el lema del Día Internacional de la Alfabetización será “Promover la alfabetización para un mundo en transición: sentar las bases para sociedades pacíficas y sostenibles”.

Bajo este tema se organizará una conferencia, tanto presencial como en línea, en París, Francia, para abordar el problema que urge sobre todo en los países de bajos y medianos ingresos.

Docente comparte la falta de atención con la que regresaron los alumnos a clases presenciales

La doctora en Pedagogía María de Lourdes García Peña fue una de las docentes que atestiguó la falta de atención y concentración con la que regresaron los estudiantes a clases presenciales, al ser docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Ahora recibimos a esta generación mucho más concentrada, pero hace dos generaciones atrás fue muy difícil, (los estudiantes) eran dispersos, no se podía atraer su atención, la comunicación directa era complicada”, comparte.

En entrevista, la académica sostiene que como docente, al igual que sus colegas, se tuvo que acoplar al ritmo del grupo y verse obligada a cambiar de estrategias de enseñanza, como comprender y usar las herramientas tecnológicas que se le brindaron.

“Debemos aprovechar las circunstancias que nos enfrenta la realidad. Siempre tenemos que innovar y actualizarnos y eso debe ser permanente tanto en nosotros como en los alumnos”, asegura.

Desde su punto de vista, el combate al analfabetismo no es algo sencillo, pues implica tiempo para regularizar a una persona para que tenga los conocimientos indispensables.

En 2019, el Banco Interamericano de Desarrollo publicó el informe “Educación de recuperación: evidencia de una secuencia de experimentos en Colombia” en el que se comprobó que bastaron dos años, de 2015 a 2017, para que un grupo de niños, en su mayoría vulnerables, incrementaran su comprensión lectora en un 35 por ciento gracias a tutorías que recibieron tres veces por semana durante cuatro meses.

En ese sentido, en París, cuando se conmemore el Día Internacional de la Alfabetización, se espera la exposición de planes a largo plazo por parte de los representantes de los países para afrontar la ignorancia tanto en adultos como en niños, niñas y jóvenes.