Michelle rumbo a la Casa Blanca

La exprimera dama se encuentra en una gira para promocionar su libro de memorias. Este recorrido por EU parece una precampaña presidencial, pero la egresada de Harvard descarta incursionar en la política

Michelle Obama se posiciona, como escritora y como una seria contendiente a la presidencia de Estados Unidos en 2020, aunque ella lo niegue.

El 13 de noviembre se publicó en Estados Unidos  Becoming, una autobiografía en la que la exprimera dama narra desde sus inicios como abogada en un bufete de Chicago hasta sus recuerdos mientras estaba sumergida en el poder y vivía en la Casa Blanca.

Aunque ya pasaron casi dos años de que la demócrata dejó los reflectores por ser la esposa del expresidente Barack Obama, su historia, sus luchas y su convicción política siguen interesando y ganando adeptos.

Después del efecto producido por la candidatura de Hillary Clinton en 2016, miles de estadounidenses buscan ver derrocado al presidente Donald Trump en las elecciones de 2020 por una mujer y sobre todo por una cara conocida. El rostro de Michelle es el más familiar que tienen.

Después de estar en el sidecar del poder, Michelle LaVaughn Robinson Obama, comienza a escribir la historia en la que ella es la protagonista. En tan sólo dos semanas después de que se publicara su autobiografía, este libro ya era el más vendido de todo el año en Estados Unidos.

Según un corte realizado por la editorial Penguin Random House el 30 de noviembre, Becoming ya ha vendido más de 2 millones copias en todos los formatos y ediciones en Estados Unidos y Canadá. Además, la edición de tapa dura ha vendido más copias que cualquier otro libro publicado en Estados Unidos durante 2018.

A raíz de la publicación del libro, Michelle comenzó una gira por 10 ciudades y 12 fechas en todo el territorio estadounidense, así como una parada en el Royal Festival Hall de Londres.

La gira de la egresada de Princeton y Harvard dista mucho de ser la presentación tradicional de cualquier otro libro, por los grandes escenarios, los reflectores y la cantidad de gente que asiste se asemeja más a un mitin político. Aunque ella niegue estar haciendo campaña.

“¡No quiero ser presidenta! Mi camino nunca ha sido la política. Me casé con alguien cuya pasión es la política. ¡Sólo porque le guste no significa que me guste!”, contestó Michelle a un grupo de jóvenes que le preguntaron “¿Por qué no se postula para presidenta?”, previo a una presentación nocturna en el Barclays Center durante su visita al Lower Eastside Girls Club en Manhattan

Para el analista político Juan Pablo Galicia, Michelle podría ser una excelente candidata para los demócratas, por su alta exposición mediática y por haber estado en la intimidad de la Casa Blanca durante 8 años, pero su poca experiencia en la toma de decisiones y liderazgo político podría convertirla en la comidilla de los republicanos y de la prensa estadounidense tradicional.

“Es buena para posicionar discursos, frases, es buena en el manejo de su imagen pública para inspirar a la gente, pero eso no necesariamente se puede traducir en un buen gobierno y eso afecta mucho en los medios tradicionales por su falta de experiencia, no puede presumir de liderazgos en los que no tenga que ver Barack Obama. Muchos republicanos machistas y misóginos podrían explotar eso en contra de ella”
Juan Pablo GaliciaAnalista político

A pesar de las muchas críticas que pudiera recibir Michelle en la contienda electoral rumbo a la presidencia de su país, el factor Trump le podría ayudar, ya que ante el panorama polarizador que vive la política en ese país, lo que buscan los demócratas es vencer al magnate neoyorkino y eso solo se logra teniendo un buen candidato.

Además del impacto que ha tenido la imagen de la oriunda de Chicago, Michelle podría convertirse en todo un fenómeno electoral por arropar luchas particulares como el #MeToo y el #BlackLivesMatter.

“Los demás compañeros del partido deben de estar encantados con ella porque Michelle es el elemento que les sirve para tener presencia en un grupo poblacional tan importante y vocal como lo son las mujeres y la población afrodescendiente en Estados Unidos, aunque no necesariamente termine siendo su candidata”, agregó Galicia.

Según el especialista, la estrategia actual del Partido Demócrata es darles rienda suelta a todos los personajes interesados en el 2020, para que desde su trinchera comiencen a ganar simpatías y jalar votos para que en unos meses surjan efecto contra Trump.

El problema de los demócratas es que cada uno de sus posibles candidatos abarcan nichos, sectores poblacionales o minorías, pero ninguno de ellos abandera una causa general o global.

“La estrategia global del Partido Demócrata es posicionar a personajes, Michelle Obama no es la única. Buscan darle vía libre a todos los perfiles interesantes para que arrastren todo el apoyo popular que tienen en sus nichos poblacionales y grupos vulnerables para que cuando el partido se tenga que decantar por una lista más limitada de aspirantes pueda aprovechar todo este arrastre”, dijo el entrevistado al respecto.

Aunque todavía es muy pronto para definir los rostros de los contrincantes para los siguientes comicios, no es tarde para señalar que la exprimera dama será clave en Estados Unidos para el 2020, ya sea como candidata o como la persona que levante la mano al contrincante de Donald Trump.

Por lo pronto, los números, las simpatías y las ventas del libro de Michelle siguen creciendo como sus posibilidades de regresar a la Casa Blanca por otros cuatro años más.