Los dejan vacíos

Los anaqueles de los supermercados de 20 provincias argentinas lucen vacíos. La razón no es una gran venta navideña, ni una liquidación de mercancías, sino los saqueos que hicieron miles de ciudadanos que aprovecharon la huelga de la policía.

Durante una semana, más de 100 mil elementos de la Policía Provincial entraron en huelga para demandar mejores salarios, lo que desató una ola de violencia que dejó al menos 12 muertos y un monto incalculable de pérdidas económicas.

Los anaqueles de los supermercados de 20 provincias argentinas lucen vacíos. La razón no es una gran venta navideña, ni una liquidación de mercancías, sino los saqueos que hicieron miles de ciudadanos que aprovecharon la huelga de la policía.

Durante una semana, más de 100 mil elementos de la Policía Provincial entraron en huelga para demandar mejores salarios, lo que desató una ola de violencia que dejó al menos 12 muertos y un monto incalculable de pérdidas económicas.

Aunque el martes terminó el paro, los dueños de supermercados y tiendas de abarrotes aún deben proteger sus negocios de los ladrones que aprovechan la mano todavía floja de la ley. 

“Considerar que la crisis está resuelta puede llevar a un peligroso relajamiento, especialmente cuando el tema deje de ser el foco de atención de los medios de comunicación. Los comerciantes de todo el país saben que la amenaza sigue latente”, advirtieron ayer las cámaras del comercio argentino en un comunicado.

“La irreparable consecuencia de esta situación es la pérdida de vidas, daños físicos, materiales y morales que llevará mucho tiempo superar”, añadieron.

El Gobierno argentino afirma que la crisis ya está superada, pero la gente aún padece una neurosis colectiva porque la violencia no ha cesado.

“Hay psicosis generalizada. Hemos atendido incontables llamados diciendo que hay saqueos, que atacan el supermercado”, expresó a El Clarín Lucío Villalba, jefe de Policía del Departamento de Concordia. “La gente teme y volvió a atrincherarse”.

El fin del conflicto no es claro, pues la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se ha limitado a decir que el caos es una extorsión en contra de su gobierno por coincidir con la celebración nacional de 30 años de democracia.

“Algunas cosas que pasan en la Argentina y algunas cosas que pasan en determinadas fechas y con determinados protagonistas no son por contagio, son por planificación y ejecución quirúrgica”, expuso al periódico argentino “Página 12”.

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