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La líder que viene

Pocos son los líderes y políticos en el mundo que pueden jactarse de tener tres cuartas partes del público volcado a su favor.

Una de ellas es la exmandataria chilena Michelle Bachelet, ya que un sondeo reciente de UDD-La Segunda arrojó que el 85 por ciento de los encuestados la elegiría para representar a su partido, la coalición de fuerzas políticas de centro e izquierda La Concertación.

A Bachelet nadie le ha regalado nada y la preferencia de la gente ha sido fruto de la importante labor que hizo como presidenta, aderezado con el carisma que le envuelve.

Pocos son los líderes y políticos en el mundo que pueden jactarse de tener tres cuartas partes del público volcado a su favor.

Una de ellas es la exmandataria chilena Michelle Bachelet, ya que un sondeo reciente de UDD-La Segunda arrojó que el 85 por ciento de los encuestados la elegiría para representar a su partido, la coalición de fuerzas políticas de centro e izquierda La Concertación.

A Bachelet nadie le ha regalado nada y la preferencia de la gente ha sido fruto de la importante labor que hizo como presidenta, aderezado con el carisma que le envuelve.

Un diplomático que trabajó en Chile durante la administración Michelle Bachelet charló con Reporte Indigo, pidiendo guardar el anonimato al no estar autorizado para hablar, y dio su punto de vista sobre el casi inminente ascenso de la mujer que marcó la política chilena en la última década.

Además de su alta aprobación en las encuestas, actualmente no existe un candidato claro que la derecha pueda postular para hacerle frente en los comicios del próximo 17 de noviembre, dijo la fuente.

Sabiendo que la coalición con la que llegó al poder se encuentra en crisis –como escribió el exsenador del Partido Socialista Carlos Ominami en su libro “Los Secretos de la Concertación”–, Bachelet ha intentado “vacunarse” de las posibles presiones rompiendo con la vieja guardia – denominados los “barones de la Concertación”– rodeándose de gente joven para su posible  gobierno.

El ‘secreto’ de Bachelet

Al concluir su presidencia, Bachelet tuvo un histórico 81 por ciento de aprobación. 

A la luz de los números, ¿cuál es el secreto del éxito de la exmandataria?

Lo que la ha catapultado y mantenido en el gusto del electorado del espectro que va del centro a la izquierda han sido dos aspectos principalmente: las políticas durante su último mandato y su personalidad.

“Aparte de salir con un alto porcentaje de aceptación, ahora tiene la plataforma internacional que le dio el puesto que tuvo en Naciones Unidas, encargada de los temas de la mujer.

“Todo esto le da una fortaleza muy grande, además, entre las amas de casa chilenas es muy popular porque hizo uso de los fondos excedentes del cobre para un seguro”, comentó el diplomático.

“(En Chile) fijan el precio del cobre, obviamente, un poco más abajo de los precios del mercado.

“Si reciben más porque el cobre tuvo una subida de precio, ese dinero lo meten a un fondo especial para el desarrollo. 

“Ella convenció al aparato político administrativo destinar parte de ese fondo para un seguro de las mujeres que nunca habían trabajado por tener que cuidar a sus hijos.

“(Lo sustentó) obviamente con un estudio fundamentado de tipo social para identificar muy bien a las personas a las que debía darse”, argumentó el entrevistado.

“Fue muy profesional. Ese dinero llegó a las amas de casa, a las mujeres que habían cuidado familias, que no pudieron trabajar y por lo tanto no tenían una pensión. 

“¿Cómo va crear una pensión una señora que cuidó cuatro hijos durante 30 años y después murió?”, agregó.

Este tipo de políticas le daban mucha popularidad puesto que se reflejaban directamente en el presupuesto de la gente.

“Y además fue hecho de manera muy profesional, con equipos que no estaban necesariamente en la misma línea política con ella, pero que los incorporó para analizar los problemas y proponer una solución”, se refirió el diplomático al trabajo multidisciplinario que emprendió en varios de sus proyectos de ley la exministra de Salud.

“La gente sigue reconociendo esas acciones de la señora Bachelet”, concluyó.

Otro punto a su favor, comentó el diplomático, es la personalidad que la ha acompañado desde que ha estado involucrada en el gobierno.

“Su biografía es la de una mujer combativa, al mismo tiempo discreta.

“Es alegre, tiene una gran personalidad que está más fincada en sus ideas claras, pero también tiene una sencillez muy poco común en los políticos latinoamericanos”, dijo al respecto.

“Ella tiene una historia personal muy atractiva para las mujeres y los hombres.

No ha dado nunca la impresión de ser una persona que odie a nadie.

“Ni siquiera a los que en algún momento tuvieron bajo sus manos la suerte o la vida de su padre cuando estuvo en la cárcel”, explicó la fuente en referencia la historia de Alberto Bachelet, general del Ejército durante el gobierno de Salvador Allende y posteriormente apresado tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet.

“Yo no sé si hay un político chileno que tenga ese carisma en este momento”, afirmó.

Las debilidades 
de Michelle

La presidencia de Michelle Bachelet tuvo un saldo positivo, sin embargo, no estuvo libre de problemas y críticas.

La principal piedra en el zapato de la potencial candidata a la presidencia es el manejo de la crisis del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010.

A Bachelet se le acusa de no alertar oportunamente a la población del desastre natural que cobró la vida de 526 chilenos, de acuerdo a cifras oficiales.

Álvaro Elizalde, vocero del comando Michelle Bachelet comentó para CNN Chile que dichas acusaciones son parte de “una estrategia política que pretende sacar dividendos del dolor de quienes han sufrido tanto por motivos del terremoto”.

Dijo, además, que era “una bomba de humo que pretende generar una falsa imagen con respecto a lo que aconteció el 27 de febrero”.

Otra de los cuestionamientos que recibió durante su gobierno fue el problema del transporte colectivo urbano, en el que se intentó sacar la mayor cantidad de camiones de las calles para reducir el tráfico y la contaminación.

“Ella heredó (ese problema) de la administración anterior del presidente Ricardo Lagos. A ella le tocó implementarlo, hubo que hacerle muchos ajustes y eso causó mucho malestar”, comentó el diplomático.

En cuanto al problema de la educación con el que viene lidiando desde hace tiempo el actual mandatario Sebastián Piñera, la solución es mucho más compleja.

“No va ser fácil (para ella), porque abandonar el modelo actual (educativo) implica invertir  mucho dinero”, agregó.

¿Quién es 
Michelle Bachelet?

La historia de Michelle Bachelet ha estado marcada por la política chilena.

> Es hija de Alberto Bachelet, antiguo general la Brigada Áerea durante la presidencia de Ignacio Allende. Conoció el país gracias a la carrera militar de su padre. 

Tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet, se exilió en Australia y luego en la República Democrática Alemana. Su padre murió en la cárcel en circunstancias sospechosas.

> Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile después de haber obtenido un alto puntaje en la Prueba de Aptitud Académica. Es durante sus estudios universitarios cuando Bachelet se acerca a la corriente socialista, principalmente durante la administración de Allende.

> Inicia su carrear política en el Comité Central del Partido Socialista de Chile. Posteriormente, tras cursar varios estudios relacionados con el Ejército, entra como asesora del Ministerio de Defensa Nacional para 1998. 

Un año después, participa en la campaña del precandidato presidencial de la Concertación, Ricardo Lagos Escobar, quien a la postre sería su antecesor.

> Con Lagos como presidente de Chile, Michelle Bachelet asume el cargo de ministra de Salud en 2000. Logró combatir ciertos problemas burocráticos que aquejaban los centros de atención médica pública del país. En 2002, pasa a ser ministra de la Defensa Nacional, ambiente que no desconocía gracias a la carrera militar de su padre.

> Posterior a su estancia en el Ministerio de Defensa, comenzó la “despinochetización” de las Fuerzas Armadas, además de que comenzó el “fenómeno Bachelet”, tras su intervención personal en las indundaciones de Santiago en 2002, de acuerdo al diario argentino La Nación.

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