La fe mueve electores

Trata a los demás como te gustaría que te trataran. Esa es la llamada “regla de oro” y no hay que ser cristiano para conocerla. 

Este precepto se repite en las tradiciones religiosas más importantes, según los expertos. Y en la entrevista que Robin Roberts hizo a Obama hace una semana, el presidente se apegó a ella. 

El mandatario estadounidense afirmó que, apoyándose en su fe cristiana y en esta regla, decidió apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

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Porcentaje de la comunidad blanca que se opone a los matrimonios gay
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la demanda de legalización del matrimonio gay [y de lesbianas] viene indirectamente a reforzar el matrimonio como condición de acceso a la ciudadanía”” autor=”Beatriz Preciado” puesto=”Filósofa española y profesora de Teoría Queer en la Universidad Paris VIII”]
"Según Burns (pastor de Baltimore) el apoyo de Obama a los matrimonios homosexuales le costará la reelección en noviembre"
Yolanda MongeCorresponsal de El País

Trata a los demás como te gustaría que te trataran. Esa es la llamada “regla de oro” y no hay que ser cristiano para conocerla. 

Este precepto se repite en las tradiciones religiosas más importantes, según los expertos. Y en la entrevista que Robin Roberts hizo a Obama hace una semana, el presidente se apegó a ella. 

El mandatario estadounidense afirmó que, apoyándose en su fe cristiana y en esta regla, decidió apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Obama, de cierta forma, no trajo nada nuevo. Ésta no fue la primera vez que creencias religiosas de Estados Unidos apoyan ciertas políticas. 

Al eliminar las exenciones fiscales a los más ricos y la financiación médica, Barack Obama citó la frase bíblica de “vivir de acuerdo con el principio de que somos guardianes de nuestros hermanos y del cuidado de los pobres”.

Aunque esté llena de retórica religiosa, la política estadounidense casi siempre se cuelga el letrero de conservadora. ¿Quiénes buscaron prohibir el matrimonio homosexual, ya aprobado este mes? Las comunidades religiosas. 

“La Biblia es clara: la definición de Dios sobre el matrimonio es entre hombre y mujer”,  se leía en anuncios impresos. Grupos evangélicos buscaban con esto bloquear los avances en los derechos de la comunidad homosexual.

Por el contrario, los políticos liberales advierten que estas prácticas ponen en peligro la separación Iglesia-Estado. 

El que Obama afirme que su apoyo a los matrimonios del mismo sexo es por su fe cristiana, marca un cambio en la política del país. 

Ahora, unos citan descaradamente a la religión y otros buscan justificar su posición en base a sus creencias. 

Así ocurrió con el presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara, el republicano Paul Ryan, quién apeló a su fe católica para justificar los recortes masivos en el presupuesto hechos recientemente. 

Políticos de ambos bandos sacan a relucir argumentos religiosos para objetar.

A finales de los 70, a causa de la irrupción de la derecha religiosa en la escena política, se pensaba que la inclusión de la religión en la política era conservador. 

“Moral” y “cristianismo” se volvieron un término único en las presidenciales de 2004. 

“Valores morales” era una forma abreviada de “valores conservadores”, dígase estar en contra del aborto, en contra de matrimonios del mismo sexo y demás cuestiones sui generis. 

A partir de entonces, se comenzó a recordar a los votantes que las cuestiones de salud, educación y medio ambiente también tenían valores. Y no precisamente conservadores.

En 2006, los demócratas recuperaron el control del Congreso gracias a un nuevo elenco de candidatos que hablaban con facilidad sobre su fe.

Además, cansados de escuchar acusaciones de ser “malos católicos” por parte de líderes religiosos, los demócratas católicos crearon Católicos Unidos para rescatar las cuestiones que los líderes religiosos conservadores habían ignorado.

Algunas contradicciones

Mientras algunos republicanos votan en contra del aborto en el Congreso, también bloquean el Programa de Salud para niños. 

“Se dicen pro-vida pero eso no es pro-vida”, acusan miembros demócratas a través de la radio cristiana de EU. 

La representante republicana, Rosa DeLauro, es otra creyente católica que ha caído en la frustración. 

Líderes de la Iglesia critican su postura a favor del aborto, pero no dicen nada a otros republicanos que contradicen el catolicismo en otros aspectos. 

DeLauro hizo pública una carta que ella misma envió al líder de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (COCEU), llamándolo a “revisar el presupuesto dedicado al Partido Republicano”, que dista mucho de ser poco.

La comunidad de obispos, por lo general, no tardó en levantar críticas al presupuesto nacional. 

No así este año, donde se han empeñado en montar una campaña “en favor de las libertades religiosas”. La razón, no están de acuerdo con la decisión de la administración de Obama de que el aborto esté dentro de la cobertura de salud. 

Y del presupuesto del Partido Republicano, ni una sola palabra. Avergonzados por la misiva de DeLauro, la COCEU publicó un rosario de cartas oponiéndose, ahora sí, al presupuesto. Esto ocurrió 2 días después de que DeLauro enviara sus quejas. 

Prácticamente, todos los cabezas del Partido Republicano se declaran católicos. 

No obstante, están incómodos con el acenso de una notada oposición católica de parte del lado liberal. 

En abril de este año, Paul Ryan intentó explicar cómo sus enseñanzas católicas moldearon el presupuesto que emitió. 

Acto seguido, 100 alumnos de la Universidad de Georgetown firmaron una carta en desacuerdo a lo que Ryan interpretaba. 

Ni a Ryan ni al presidente de la Cámara, John A. Boehner, les han gustado las críticas de los obispos hacia el presupuesto destinado al Partido Republicano. 

Pero de este nuevo bipartidismo político de la religión resulta algo bueno. 

Por muchas décadas, la derecha tuvo el monopolio de lo que se consideraba religioso en EU. 

El resultado ha sido devastador para la imagen de religiones como el cristianismo. 

El Grupo Barna encuestó a estadounidenses de entre 16 y 29 años preguntando qué palabras describían mejor el Cristianismo. 

Las respuestas más frecuentes fueron: “antihomosexual”, “prejuicioso”, “hipócrita” y “demasiado involucrado en la política”. 

Tampoco ha ayudado que los conservadores se hayan escudado de manera irracional en la religión.“Porque soy cristiano”, es lo que argumentan para oponerse a los derechos de los gays.

Los recientes debates de protección a los derechos religiosos han sido liderados por conservadores. Pero lo que subyace en ellos es la oposición a posturas del gobierno relacionadas con los gays o con el aborto y no el deseo de que se incluyan más perspectivas religiosas. 

Desde que los políticos dicen cómo su fe afecta a su manera de hacer política la religión ha dejado de ser un elemento de una posición partidista. 

Obama tendrá que hacerse cargo de los cristianos conservadores, quienes ya califican su anuncio como una “espantosa blasfemia”. Incluso su consejero evangélico se ha mostrado “decepcionado”.

Durante mucho tiempo, pareció que la guerra sólo era entre perspectivas religiosas y seculares. 

Ahora, las discusiones políticas reflejan que hay más de una respuesta a la pregunta: ¿Qué es lo que haría Jesús?

Fuente: Washington Post.

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