Guatemala y la razón de la crisis sanitaria

El país centroamericano implementó uno de los confinamientos más estrictos en la región, pero el sistema político y las deportaciones de Estados Unidos terminaron por abrir las puertas a la crisis sanitaria

Guatemala enfrenta un aumento exponencial de los casos de COVID-19. En los últimos días el país centroamericano ha roto la barrera de contagios diarios, pese a que al inicio de la pandemia apostó por uno de los confinamientos más estrictos en Centroamérica.

Son diversos factores los que se han conjugado para que Guatemala se convirtiera en un ambiente ideal para la dispersión del COVID-19 y algunos de ellos tienen su origen en el sistema político de la nación, que inició el año con una nueva administración federal.

Para Stephanie Henaro, integrante del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), Alejandro Giammatei, quien asumió la presidencia el 15 de enero,  ahora enfrenta una crisis sanitaria que sacó a relucir los favores que lo llevaron a ganar la elección el año pasado.

La bola de nieve para el país inició con los cuestionamientos sobre las acciones de Hugo Monroy, quien fue ministro de salud hasta el 19 de junio, para contener los contagios de COVID-19. Asociaciones civiles lo acusaron de no trasparentar las cifras respecto al avance de la enfermedad, por lo que pidieron fuera destituido del cargo.

Monrroy también fue señalado por no gestionar un incentivo monetario para los trabajadores de la salud  y también por desmantelar la red de salubridad pública, que no tuvo capacidad de atender a pacientes con  otras enfermedades distintas al coronavirus.

“Tenemos un presidente que acababa de asumir el cargo y entrando a la gestión le cae esta crisis y empiezan salir a flote los favores políticos y uno de estos está relacionado con Hugo Monrroy, quien estaba muy ligado al presidente en la campaña”, opina  Stephanie Henaro.

Monroy fue designado como ministro de salud tras fracasar en su camino para ocupar una curul en el Congreso guatemalteco, en tanto coordinó los trabajos de Vamos, partido político que llevó a Alejandro Giammattei a la presidencia. 

La cadena de favores no terminó con la destitución de Monrroy, quien desde una nueva posición en el gobierno se encargará de dirigir la unidad médica que encabeza el proyecto de construcción de siete hospitales, financiados con préstamos del Banco Mundial (BM) y del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

La crisis en el país centroamericano es eminente, Guatemala registra 14 mil 819 contagios de coronavirus, de los cuales 11 mil 286 están activos, y se reportan  601 víctimas mortales, de acuerdo con los últimos datos divulgados por el Ministerio de Salud.

Estado de calamidad

El presidente Alejandro Giammattei declaró “Estado de calamidad pública” por el coronavirus el 6 de marzo, aunque el virus aún no llegaba a la nación. La declaratoria fue precedida por la prohibición de ingreso a personas provenientes de Europa, en donde se registraban los mayores casos de coronavirus. 

Autoridades de salud confirmaron el primer caso de la enfermedad el 13 de marzo.Tres días después se reportaron seis casos de COVID-19, entonces las autoridades decretaron el cierre de las fronteras aéreas, terrestres y marítimas, y se impuso un aislamiento para los guatemaltecos que llegaban de Europa.

Sin embargo, el país enfrentó diversos problemas para cumplir por el confinamiento, a lo que se sumaron las movilizaciones para exigir el  fin del distanciamiento social por parte de la ciudadanía, con una alto rechazo por los toques de queda. 

A esto se sumó que la emergencia sanitaria se convirtió en una amenaza para la economía del país centroamericano, que podría ver una contracción de hasta 16 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB)  hacia el cierre de este año. 

El desolador panorama llevó al gobierno de Giammattei a relajar las medidas de aislamiento social para evitar el socavón de la economía del país, en donde 59.3 por ciento de la población vive en pobreza total, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE).

“Guatemala fue uno de los países más celebrados por cómo reaccionaron a la crisis. Giammattei cierra las fronteras, puso Estado de cuarentena por 70 días y luego aflojó la cuerda porque ve que la economía se está debilitando y ve que todos empiezan a salir a las calles”, declara Henaro.  

El factor Trump

Estados Unidos también tiene que ver cn la emergencia sanitaria que ahora se vive en Guatemala, país que acordó la condición de “Tercer país seguro” con el presidente, Donald Trump el año pasado. 

Con esto, Guatemala se comprometió a recibir de forma temporal a los migrantes sin documentos de otros países de la región mientras esperan la resolución sobre sus peticiones de asilo en territorio estadounidense, sin saber que esto sería un foco rojo en la emergencia sanitaria.

Guatemala registró el primer caso positivo de coronavirus entre los deportados por las autoridades migratorias estadounidenses el 13 de marzo, Desde entonces el país ha recibido a más de un centenar de migrantes con la enfermedad. 

Ahora, autoridades estadounidenses han implementado algunos protocolos para intentar detectar a los posibles portadores del virus, sin embargo, Guatemala recibió un golpe dado que tuvo una reacción considerada por algunos expertos como improvisada, al no contar con una estrategia para atender este frente de la emergencia.

“Estados Unidos no paró las deportaciones de guatemaltecos y hondureños y la multiplicación de casos en Guatemala se da cuando los deportados de Estados Unidos empiezan a llegar. Son personas que llegan al país, se van en un camión a sus pueblos, que son comunidades humiles en donde viven muchos miembros de una familia en una casa y entonces los contactos se exponencían”, comenta Stephanie Henaro.

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