El ocaso de Bachelet
El brillo político que caracterizaba a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se ha apagado.
La mandataria alcanzó en marzo el nivel más bajo de popularidad en lo que va de sus dos gestiones, de apenas un 31 por ciento de aprobación y 69 por ciento de rechazo, reveló una encuesta de la agencia Adimark.
Esto ocurre después de ser una de los jefes de Estado más aclamados de la región, pues en marzo del 2010, cuando salió de su primer mandato, el 84 por ciento de la ciudadanía chilena aprobaba su gestión.
Pedro Pablo Cortés"Chile atraviesa por la crisis política más profunda de las últimas décadas y el complejo escenario ha terminado por arrastrar en cosa de meses a distintos sectores"
"Con Bachelet, en su primer período, se instaló la época del cambio y ahí empezaron a salir los movimientos sociales a presionar por el cambio social"
Cuando regresó al poder, en 2014, la prensa internacional especulaba que ella pudiese convertirse en una lideresa regional, como una Merkel latinoamericana
El brillo político que caracterizaba a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se ha apagado.
La mandataria alcanzó en marzo el nivel más bajo de popularidad en lo que va de sus dos gestiones, de apenas un 31 por ciento de aprobación y 69 por ciento de rechazo, reveló una encuesta de la agencia Adimark.
Esto ocurre después de ser una de los jefes de Estado más aclamados de la región, pues en marzo del 2010, cuando salió de su primer mandato, el 84 por ciento de la ciudadanía chilena aprobaba su gestión.
Incluso, la popularidad de Bachelet la llevó a ser titular de la agencia ONU Mujeres y a ganar por segunda ocasión unas elecciones presidenciales con 62 por ciento de los sufragios, una mayoría histórica.
Cuando regresó al poder, la prensa internacional y analistas especulaban que ella pudiese convertirse en una lideresa regional, como una especie de Angela Merkel latinoamericana.
¿Qué le pasó a Bachelet?
Escándalos de corrupción
“Chile atraviesa por la crisis política más profunda de las últimas décadas y el complejo escenario, compuesto por diferentes tramas, ha terminado por arrastrar en cosa de meses a distintos sectores”, publicó ayer El País.
Este año, se han revelado casos de corrupción que han alcanzado a los diversos partidos políticos chilenos, pero el que más ha golpeado a la presidenta es el Caso Caval, en el que estuvo involucrado el hijo de Bachelet, Sebastián Dávalos.
A Dávalos se le acusa de tráfico de influencias por obtener un crédito por más de 10 millones de dólares para la empresa Caval, de la que es dueña su esposa Natalia Compagnon, apenas 48 horas después de la victoria electoral de su madre.
Con ese dinero, Caval adquirió tres terrenos que después revendió a casi 15 millones de dólares, informó la revista Qué Pasa en febrero.
Tras el escándalo, Dávalos renunció a su puesto como director del Área Sociocultural de la Presidencia.
Otros casos en los que Bachelet no está relacionada de forma directa, pero que han incrementado la desconfianza de los ciudadanos en los políticos, son el Penta y el Soquimich, en los que se reveló el financiamiento ilícito de varias campañas.
De hecho, esté último caso ha sacudido a la nación porque involucra a la minera Soquimich, controlada por Julio Ponce Lerou, exyerno del dictador Augusto Pinochet.
La empresa habría emitido boletas a favor de políticos y empresarios de casi todos los partidos políticos para financiar campañas electorales.
Una sociedad más crítica
El hecho que los casos no involucren de forma directa a la mandataria, pero influyan en su popularidad, muestra que hay una sociedad más crítica, coinciden analistas.
Miguel Ángel López, del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, explicó a BBC Mundo que antes del primer período de Bachelet los presidentes gozaban de un alto nivel de aprobación porque la gente se conformaba.
“Pero con Michelle Bachelet, en su primer período, se instaló la época del cambio”, dijo López, “y ahí empezaron a salir los movimientos sociales a presionar por el cambio social, económico.
“Esos cambios implican más participación, pero también más inestabilidad”.
La reformista
Otro factor de la caída de la lideresa chilena es que gastó la mayoría de su capital política en gestionar la aprobación de las polémicas reformas fiscal, electoral y la primera parte de una educativa.
Ahora, la mandataria batallará para que progresen nuevas legislaciones laborales, la despenalización del aborto y la segunda parte de una reforma educativa.
“Si a comienzos de su segunda presidencia Bachelet lograba aunar a las fuerzas políticas que integran la coalición de gobierno, el descenso de su popularidad le impide ahora emplear ese activo político con la misma eficacia”, reportó EFE.
> Los tropiezos de Michelle
Estos son los principales factores que llevaron el brillo de la presidenta de Chile a la oscuridad.
Hijo escandaloso
En febrero se reveló que el hijo de Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, habría abusado de sus influencias para conseguir un préstamo de 10 millones de dólares del Banco de Chile para la empresa de su esposa.
> Fantasma de Pinochet
Uno de los casos de corrupción que sacuden a Chile es el de Soquimich, una minera que controla Julio Ponce Lerou (foto), exyerno del dictador Augusto Pinochet. Soquimich habría financiado de forma ilegal campañas de casi todos los partidos, lo que agudizó el descontento generalizado.
> Reformas agotadoras
Michelle Bachelet habría gastado casi todo su capital político en aprobar controversiales reformas, como la fiscal, electoral y la primera parte de la educativa. Pero aún le falta la laboral, la despenalización del aborto y un plan educativo más completo.
