Donald Trump y sus opciones a la vicepresidencia
Se prevé que el expresidente de Estados Unidos revele al nombre de su vicepresidente durante la Convención Nacional Republicana
Fernanda MuñozEl candidato a la vicepresidencia del Partido Republicano sigue sin darse a conocer, dejando a Donald Trump sin el par que lo acompañará en las elecciones del próximo 5 de noviembre.
En 2016, cuando Trump se postuló por primera vez a la presidencia de Estados Unidos, dio a conocer a Michael Pence como su vicepresidente en julio, solo cuatro meses antes de las elecciones generales.
I am pleased to announce that I have chosen Governor Mike Pence as my Vice Presidential running mate. News conference tomorrow at 11:00 A.M.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 15, 2016
Como ocurrió hace ocho años, se prevé que el republicano dé a conocer a su mano derecha en julio próximo mientras se lleve a cabo la Convención Nacional Republicana en Milwaukee.
Aunque en un inicio se hablaba de que Pence podría volver a ser llamado por Trump para competir por la vicepresidencia, su relación se fracturó desde el golpe al Capitolio en 2021 por la decisión del magnate de permitir que sus partidarios llegaran hasta el órgano e invadirlo, y se rompió en su totalidad con la postulación de Pence a la presidencia, lo que le permitió criticar, en diversas ocasiones, a quien fuera su compañero político.
El 15 de marzo pasado, por ejemplo, el exvicepresidente declaró que Trump estaba persiguiendo y articulando una agenda que estaba en desacuerdo con la que gobernaron durante su mandato, y por ello no podía, “en conciencia”, apoyarlo en esta campaña.
“A medida que he visto cómo se desarrollaba su candidatura, le he visto alejarse de nuestro compromiso de hacer frente a la deuda nacional y le he visto empezar a alejarse de su compromiso con la santidad de la vida humana”, detalló el exvicepresidenre.
Nikki Haley y Vivek Ramaswamy, descartados de la vicepresidencia
Además de Pence, otros de los nombres que más destacaban como posible mano derecha de Trump era Nikki Haley, exgobernador de Carolina del Norte, exrepresentante de Estados Unidos ante la ONU y exaspirante a la presidencia; sin embargo, decidió unirse a los republicanos críticos del magnate.
Las posibilidades que Haley tenía para la vicepresidencia las rompió Trump esta misma semana a través de su red social Truth, donde escribió que aunque le deseaba lo mejor, ella no estaba bajo consideración para el puesto.
Durante su campaña para representar a los republicanos, Haley llegó a declarar que nominar a Trump sería “un suicidio” para Estados Unidos por su falta de calificación para el puesto.
This is about winning elections so that we can get our country back on track: paying down our debt, securing our border, preventing war, and getting our kids reading again.
We can’t do that if we don’t win. And we can’t win with Donald Trump at the top of the ticket. pic.twitter.com/WhD6ccKmHh
— Nikki Haley (@NikkiHaley) March 5, 2024
A diferencia de Haley, que se unió a los republicanos críticos de Trump, Vivek Ramaswamy, empresario de 38 años y expostulante a la presidencia, se unió al magnate en cuanto abandonó su carrera a la Casa Blanca, y aunque también figuraba como una de las figuras más cercanas a la vicepresidencia, el expresidente lo descartó.
Se prevé que Ramaswamy llegue a formar parte de la administración de Trump si gana las elecciones, lo que podría alentar al gobierno republicano en temas como migración, por la ascendencia india del joven empresario.
¿Qué es lo que Trump necesita de su vicepresidente?
Un perfil como el de Donald Trump, conservador y sin miedo aparente a juicios penales, necesitaría de un vicepresidente leal, con experiencia política y valor electoral, de acuerdo con la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista y docente de la Universidad La Salle.
“El vicepresidente es una figura importante porque es el segundo al mando y debe estar completamente de acuerdo con Donald Trump. Por eso, debe ser leal, que se mantenga fiel y firme bajo los lineamientos establecidos por Trump.
“Debe tener experiencia política; es decir, haber trabajado en el Senado o tener una candidatura en algún estado; eso sería un buen elemento que lo puede ayudar a gobernar (…) El vicepresidente debe ser un apoyo a lo que Trump esté realizando, alguien con ideas, sugerencias y, ante cualquier situación que se presente, mantenerse con una muy buena directriz para que la presidencia se mantenga lo mejor posible”, enfatiza la académica.
Ante el silencio por parte del equipo de Trump en torno a quién podría ser su mano derecha, medios estadounidenses destacan hasta a 19 posibles candidatos a la vicepresidencia republicana, entre ellos David Burgum, un empresario y exgobernador de Dakota del Norte a quien se le ha visto muy de cerca al magnate en algunos de sus mítines.
Tim Scott, senador de Carolina del Sur, también figura entre las personalidades que tienen posibilidad de luchar junto a Trump en las elecciones por su influencia en la comunidad afrodescendiente y su experiencia en la política nacional.
WELKER: Will you commit to accepting the 2024 election results?
TIM SCOTT: At the end of the day, the 47th president will be Donald Trump
WELKER: Wait — yes or no, will you accept the results?
TIM SCOTT: That is my statement pic.twitter.com/3a2OI6wmfV
— Aaron Rupar (@atrupar) May 5, 2024
Aunque Greg Abbott, gobernador de Texas, también ha sido señalado como candidato potencial por el parecido con Trump en cuanto a sus políticas e ideología conservadoras, se menciona que el republicano desea luchar por su propia campaña a la presidencia en 2026.
Los nombres de distintas mujeres también figuran entre las posibles vicepresidentas, como Sara Huckabee Sanders, actual gobernadora de Arkansas y exvocera de la Casa Blanca durante el cuatrienio de Trump, y Elise Stefanik, una joven de 39 años miembro de la Cámara de Representantes de Nueva York.
“Tener (como vicepresidenta) a una mujer le ayudaría mucho a Trump en su campaña, por las críticas raciales que lo caracterizan. Con esta decisión sería un nuevo Donald Trump, una segunda vuelta al periodo gubernamental porque le daría contrapeso y centralizaría más su periodo”, dice la maestra Soto Castañeda.