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Coreas unidas… sólo en los JJO

La unión de los dos países asiáticos para los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang ha generado descontento en los surcoreanos

Las olimpiadas son una justa deportiva que nunca ha estado exenta de tesitura política. Los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang no serán la excepción, al contrario, este evento promete convertirse en un momento histórico que puede cambiar la relación entre Corea del Norte y Corea del Sur.

Después de tres rondas de conversaciones, las dos Coreas acordaron desfilar juntas y bajo una bandera de unificación — blanca y con el dibujo de la península coreana en azul— en la inauguración de los juegos el 9 de febrero en Pyeongchang. Es la primera vez que las dos naciones se presentarán de la mano en unos juegos de invierno. También participarán con un equipo de hockey femenino integrado por jugadoras de ambos países.

Los Juegos Olímpicos de Invierno se realizarán en PyeongChang, Corea del Sur, entre el 9 y el 25 de febrero de 2018

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, afirmó este lunes que las olimpiadas supondrán el inicio del establecimiento de la paz en la región, pero algunos surcoreanos se han manifestado en contra de la unión de los países para los juegos y especialistas consideran que un diálogo hacia la unificación de las dos naciones todavía está muy lejos.

Moon Jae-in es de corte progresista e históricamente los progresistas han visto en Corea del Norte la otra parte de su identidad nacional y han tenido una aproximación más reconciliadora, más de cooperación, en cambio, los conservadores tienen una perspectiva de seguridad, como si Corea del Norte fuera el enemigo”, explicó Jorge Suárez Campero, miembro fundador del Círculo Mexicano de Estudios Coreanos, iniciativa acadé- mica sobre Corea.

Posturas encontradas

No todos los surcoreanos comparten postura con su presidente, al contrario, muchos de los ciudadanos están molestos por la unión intercoreana durante los juegos. Una prueba de esto fue la manifestación que se realizó el 4 de febrero afuera del coliseo Seonhak en Incheon, Corea del Sur.

Ese día fue el primer partido amistoso del equipo de hockey integrado por jugadoras de las dos Coreas, contra Suecia. Afuera del recinto más de 150 personas se manifestaron contra la unión: rompieron la bandera de Corea del Norte, una bandera de la Corea unificada y varios retratos de Kim Jong-un, dictador norcoreano.

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Jugadoras de hockey norcoreanas se unieron a las atletas de Corea del Sur para formar un equipo unificado.

No era la primera vez que los surcoreanos demostraban su descontento ante el equipo de hockey. Una semana antes, más de 34 mil personas habían firmado una petición en línea que exigía al presidente de Corea del Sur no incluir a las norcoreanas en el equipo de hockey.

En contraste, 200 universitarios dieron la bienvenida a los deportistas de Corea del Norte entre sonrisas y banderas de la Corea unificada.

Cuestión generacional

Entre los surcoreanos hay posturas tan opuestas debido a una cuestión generacional que también es ideológica. Mientras los habitantes de Corea del Sur más jóvenes sienten indiferencia ante Corea del Norte o no quieren la unificación por los costos que conllevaría, las generaciones mayores quieren una Corea unida porque tienen algunos familiares en territorio norcoreano y por un sentimiento nacionalista.

“Las generaciones jóvenes, las que nacieron a partir de los noventa o un poco antes, ya no creen que la división de Corea es un tema prioritario, sino que ya no sienten vínculos tan estrechos con el norte y les preocupa la cuestión económica. Ven el ejemplo de Alemania, el proceso de unificación fue muy costoso y se pagó con los impuestos de los ciudadanos… La carga económica que le quedaría a Corea del Sur es mucha y los jóvenes no están dispuestos a sacrificar la bonanza económica por una unificación”, mencionó Suárez Campero.

El especialista en estudios coreanos agregó que las generaciones más grandes vivieron la lucha por la democratización en Corea del Sur y esa lucha iba muy ligada con el cambio de perspectiva sobre Corea del Norte. Las generaciones mayores no ven a los norcoreanos como el enemigo, sino como parte importante de una identidad nacional que incluye las dos Coreas.

Unificación muy lejana

Aunque el presidente de Corea del Sur se mantiene optimista y considera que la unión de los dos países durante los juegos ayudará a comenzar el diálogo por la paz en la región, especialistas opinan que será un camino largo entre los jefes de Estado para comenzar a recuperar la confianza.

“La unificación es un proceso a futuro, primero es el camino hacia la reconciliación porque técnicamente las dos Coreas no han firmado un tratado de paz”
Cintli CárdenasMaestra en Estudios Coreanos por la Korea University

Por la desnuclearización

Desde que las Coreas comenzaron la conversación para unificar fuerzas durante los juegos, el tema de la desnuclearización está presente, es decir, se espera que las olimpiadas puedan incentivar a que Corea del Norte cese las actividades de su programa nuclear, no obstante, especialistas opinan que primero se deben generar otro tipo de intercambios.

“Desde mi punto de vista las siguientes negociaciones van a ser de cooperación, lo más seguro es que veamos reuniones de familiares en los siguientes meses o intercambios culturales porque el tema de la seguridad y la desnuclearización es muy delicado y tiene que haber una construcción de confianza entre ambos lados que se da con temas más relajados”, afirmó Suárez Campero.

La unificación de las dos Coreas durante estos Juegos Olímpicos de Invierno promete ser un pretexto para comenzar el diálogo entre los dos países asiáticos, por ahora sólo ha logrado que sea evidente la polarización de posturas de los surcoreanos y la incertidumbre sobre si se empezara el diálogo sobre la desnuclearización de Corea del Norte.

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