Desde que se registró la existencia del nuevo coronavirus, los gobiernos de gran parte del mundo empezaron a movilizarse, a poner manos a la obra para proteger a sus ciudadanos. Como la administración chilena, que debido a sus acciones es hoy una de las más reconocidas a nivel internacional en vacunación.
Este 15 de marzo, por ejemplo, el gobierno del presidente Sebastián Piñera dio a conocer que cumplió su primer meta de vacunación, superando las cinco millones de personas vacunadas, un objetivo que se había planteado en diciembre pasado, y que logró cumplirse dos semanas antes de lo anticipado.
Ese objetivo se llevó a cabo por diferentes razones, como por la inmediatez con la que empezó su jornada de vacunación -aún cuando Chile no fue uno de los primeros países del mundo en conseguir los cargamentos de vacunas-, y a su poca población.
Según datos del Duke Global Health Innovation Center´s Launch and Scale Speedometer -que ha estado registrado los contratos de adquisición de vacunas por país-, Chile realizó su primer acuerdo de compra en noviembre de 2020, después de países como Estados Unidos, Brasil y México, por ejemplo.
Pero a pesar de eso, es hoy uno de los primeros cinco países a nivel global en tener la mayor proporción de población totalmente vacunada, seguido de Estados Unidos, Serbia, Emiratos Árabes Unidos, e Israel, que se lleva el primer lugar con el 49.6 por ciento, según Our World in Data.
De acuerdo con la internacionalista Ismene Ithaí Bras, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, los avances que ha tenido Chile en torno a la vacunación se deben principalmente a la estructura que ya tenía el país suramericano desde años atrás.
Para ella, ese buen sistema de salud es probablemente herencia del régimen que tuvieron durante tanto tiempo, “eso les ayudó mucho, y finalmente también el hecho de que se fue haciendo una planeación muy estratégica” en relación a la poca distancia que hubo de la aplicación de la primera dosis a la segunda.
“No obstante, también hay que señalar que la mayor parte de la población de Chile está hacia el área metropolitana; entonces, la campaña de vacunación se ha centrado sobre todo en esta área principalmente. Por eso es que también tiene un avance más amplio, y bueno, nunca olvidar que su población es considerablemente menor a la de otros países”, detalla la académica.
Metas pendientes en vacunación
Hasta el día de hoy, Chile sigue siendo uno de los países que más han sobresalido en cuanto a la vacunación, llevándolo así a querer alcanzar un nuevo reto: vacunar a 15 millones de personas durante el primer semestre de este año.
“El deber nuestro es poner esa vacuna a disposición de todos, y por supuesto informar y convencer a todos de las virtudes y bondades de vacunarse. Para lograrlo, y con la colaboración de miles de personas, hemos construido una red de 15 puntos de vacunación a lo largo y ancho de nuestro país”, anunció este martes el jefe de Estado.
De lograr esa meta, el país sudamericano seguiría siendo uno de los más movilizados en materia de prevención contra el SARS-CoV-2, algo con lo que también se le reconocería al presidente Sebastián Piñera.
Pero para alcanzar eso y Chile sea un Estado ejemplar a nivel internacional, aún faltan muchos retos por cumplir, desafíos que van más allá del combate al nuevo virus.
La internacionalista de la UNAM detalla en ese sentido que si bien por una parte la campaña de vacunación chilena ha sido continua, hay otros problemas sociales que no han sido solucionados por parte de la administración, situaciones que “están en stand by”.
Creo que Chile se va a posicionar como un país que ha implementado bien la vacunación, pero eso no necesariamente quiere decir que se pueda ver como una victoria completa para el gobierno en términos sociales, porque todavía hay manifestaciones de situaciones sociales que no se han resuelto al interior del país
En ese sentido, Chile va progresar y a ser referencia en la región cuando, además de llegar al 40 por ciento de la población vacunada, mantengan esa misma dinámica en campos como la economía, un aspecto que también se vio afectado con la pandemia.
“Creo que va a ser importante que, para los siguientes meses, Piñera logre tener una relación con esta política de vacunación y con las medidas sociales que ha pedido la gente. Sólo así pudiéramos pensar que hay un éxito de la gestión. De otro modo sólo va a quedar en que logró gestionar la campaña de vacunación, pero que no lo hizo en la parte económica ni reactivó el tejido social”, sostiene la internacionalista.
De ese modo, se espera que pronto se den a conocer las siguientes medidas en materia social y económica del gobierno piñerista, sobre todo antes de las elecciones generales de noviembre, cuando los chilenos voten por una nueva administración.
