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24 horas de parálisis

El paro es un éxito en todo el país”. Así calificó Pablo Micheli, líder de uno de los sindicatos opuestos a la mandataria Cristina Fernández de Kirchner, a la jornada de huelgas que tuvo lugar ayer en diferentes ciudades de Argentina.

El paro nacional de 24 horas reclamó mejoras en los ingresos de los trabajadores y cambios en la política económica.

Los principales convocantes de la protesta son el ala crítica de la Confederación General del Trabajo (CGT) y el sector más combativo de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

"¿Alguien quiere volver a esa Argentina o a esa forma de acumulación que es pan para unos pocos hoy y hambre para todos mañana?"
Cristina Fernández de KirchnerPresidenta de Argentina desde su cuenta de Facebook

El paro es un éxito en todo el país”. Así calificó Pablo Micheli, líder de uno de los sindicatos opuestos a la mandataria Cristina Fernández de Kirchner, a la jornada de huelgas que tuvo lugar ayer en diferentes ciudades de Argentina.

El paro nacional de 24 horas reclamó mejoras en los ingresos de los trabajadores y cambios en la política económica.

Los principales convocantes de la protesta son el ala crítica de la Confederación General del Trabajo (CGT) y el sector más combativo de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

El enfrentamiento entre la presidenta y estas dos uniones de trabajadores ha aumentado en los últimos meses.

Uno de sus mayores reclamos es que el gobierno aumente el mínimo no imponible del llamado impuesto a las ganancias.

Éste implica un recorte mensual en el salario de los trabajadores en un escenario de inflación cercana al 25 por ciento para este año, según cálculos de economistas privados, lo que supone más del doble de lo que estima el gobierno.

El paro lo cumplieron principalmente los transportistas de mercancías, los recolectores de basura, los peones rurales y los empleados públicos y bancarios.

En el centro de Buenos Aires hubo muchos negocios y restaurantes cerrados y menor cantidad de vehículos circulando.

Mientras tanto, miles de habitantes de las localidades que circundan la capital no pudieron trasladarse a la ciudad, ya que la mayoría de las líneas ferroviarias se encontraban paralizadas.

A su vez, sindicalistas y manifestantes de izquierda interrumpieron desde las primeras horas de ayer el tráfico en algunas avenidas de la capital argentina y en carreteras que unen a Buenos Aires con localidades de los alrededores.

Los huelguistas están encabezados por Hugo Moyano, líder de la CGT disidente, y Pablo Micheli, de la CTA combativa.

En los últimos días, el gobierno argentino declaró que consideraba la protesta desproporcionada e injustificada.

“¿Alguien quiere volver a esa Argentina o a esa forma de acumulación que es pan para unos pocos hoy y hambre para todos mañana?”, preguntó Fernández de Kirchner vía Facebook.

La popularidad de Fernández, reelegida con el 54 por ciento de los votos en octubre de 2011, se ha resentido desde el mes de septiembre a medida que fue creciendo el malestar entre sectores de clase media y sindicalistas.

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