100 mil dólares por “pintarle el dedo” a Donald Trump

Briskman tiene 50 años, es madre de dos hijos y había estado trabajando en la empresa contratista del gobierno durante seis meses en el área de comunicaciones.

Mostrarle el dedo medio a la comitiva del presidente de Estados Unidos le ha cambiado por completo la vida a Juli Briskman, una mujer de 50 años del estado de Virginia.

El pasado 28 de octubre, Briskman viajaba en su bicicleta cuando la caravana presidencial pasó junto a ella en una carretera en el norte de Virginia. 

La ciclista fue fotografiada enseñándole en dedo medio a la comitiva de Trump y de inmediato la imagen se hizo viral en redes sociales.

A pesar de que la fotografía no muestra su rostro, la misma Briskman le confesó a sus jefes en Akima, una empresa con sede en Herndon, Virginia, que ella la persona que aparecía en la imagen.

Tres días después, la constructora, que también es contratista del gobierno de EEUU, despidió a la mujer por violar “la política de conducta” de empresa.

De inmediato Briskman contrató a la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) para que tomará su caso, argumentando que su despido era injustificado ya que la acción no la cometió durante su horario laboral.

Al mismo tiempo, un sitio de crowdfunding abrió una cuenta en GoFundMe para recabar fondos para la mujer, a quien calificaron como una inspiración.

“Gracias, Juli Briskman. Eres una inspiración para todos nosotros”, escribió Rob Mello, quien inició la recaudación en GoFundMe.

Hasta la redacción de esta nota, 4 mil 145 donadores, en su mayoría anónimos, han reunido poco más de 100 mil dólares para Juli Briskman.

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