2018: El factor económico

El proceso electoral rumbo a las elecciones del próximo año fue colocado en el radar de los especialistas del sector privado como un factor de tensión para las decisiones de política monetaria y para la economía en su conjunto; de igual manera preocupa el nerviosismo por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Así lo manifestaron los analistas consultados por Banco de México, donde los factores internos ganaron peso como obstáculos al crecimiento del país.

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Puntos base reducirá Banco de México su tasa de interés de referencia en 2018
“Hacia el 2018, el consumo privado estará soportado por una sólida disponibilidad del crédito y remesas y un fuerte mercado laboral”
Reporte de Moody´s
En México desafortunadamente se tienen muchos proyectos de corto plazo, y eso está muy relacionado, con el tema electoral
Los retos para la economía mexicana aumentarán en 2018 debido a las elecciones presidenciales, las cuales se esperarían que sean reñidas
“Las campañas (políticas) siempre vienen llenas de promesas de infraestructura, que desde luego afectan el ámbito económico”
Valeria Moy Directora de México ¿cómo vamos?

El proceso electoral rumbo a las elecciones del próximo año fue colocado en el radar de los especialistas del sector privado como un factor de tensión para las decisiones de política monetaria y para la economía en su conjunto; de igual manera preocupa el nerviosismo por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Así lo manifestaron los analistas consultados por Banco de México, donde los factores internos ganaron peso como obstáculos al crecimiento del país.

Entre ellos, la incertidumbre política interna y la inseguridad pública figuraron entre las seis principales inquietudes de los expertos, con 16 por ciento de las respuestas para ambos casos.

Si bien la renegociación del acuerdo comercial que ya inicia en las siguientes semanas y los comicios de 2018 son retos para México, en opinión de la calificadora Moody´s ambos desafíos serán enfrentados sin mayor problema por las empresas mexicanas debido a que gozan de buena calidad crediticia y con perspectiva estable.

La agencia financiera señaló ayer, en un reporte que la mayoría de las compañías tiene liquidez sólida, lo que les permite soportar un entorno operativo más débil a lo esperado.

También estimó que la economía seguirá creciendo a pesar de enfrentar cuatro años consecutivos de baja inversión pública.

“Hacia el 2018, el consumo privado estará soportado por una sólida disponibilidad del crédito y remesas y un fuerte mercado laboral”, destacó.

En esto influirá la recuperación de la producción industria en Estados Unidos que generará beneficios a los exportadores mexicanos.

Sin embargo, no descartó que la inflación se mantenga por encima de la meta de Banco de México hasta finales del 2018.

Un factor a favor de México radica en que hay más claridad sobre la renegociación del TLCAN, lo que también beneficia a las empresas dedicadas a la exportación.

Los retos para la economía mexicana aumentarán en 2018 debido a las elecciones presidenciales, las cuales se esperarían que sean reñidas, con base en la baja popularidad de la administración saliente y las señales de mayor apoyo para candidatos populistas, aseguró. A la vez resaltó que los indicadores económicos han mostrado resistencia a los riesgos externos, en particular a la elección presidencial estadounidense de noviembre de 2016.

Freno a la inversión 

Por su parte, Valeria Moy, directora de México ¿cómo vamos?, declaró en entrevista que recientemente  un medio extranjero refirió una frase de relevancia para el momento: ¿Por qué en México siempre cuando hablamos de economía terminamos hablando de política?. 

Al respecto, dijo que en México desafortunadamente se tienen muchos proyectos de corto plazo, y eso está muy relacionado, con el tema electoral.

“En ese sentido, las campañas siempre vienen llenas de promesas de infraestructura, que desde luego afectan el ámbito económico”, precisó.

El tema se vuelve más interesante en 2018, en el sentido que el único candidato que es claro es el del partido Morena, pero es muy ambiguo en su relación con los empresarios; además en temas relacionados  con el comercio  tampoco ha sido preciso.

Esta situación le mete cierto ruido al ambiente económico a lo que se suma todo el tema del sector externo por el TLCAN, por elecciones y otros factores.

“Sí creo que vamos a tener un entorno complicado, como cada año electoral en México. Me gustaría que llegáramos al punto en que no pasara esto”, añadió.

Esto ocurre porque cuando se ven las propuestas de los candidatos normalmente son de corto plazo; por ejemplo, construir un hospital, una escuela e inclusive cuando el presidente propuso el nuevo aeropuerto de la ciudad de México, en el primer informe de gobierno, que es una obra importante para el país y el único proyecto de largo plazo; el aspirante del partido Morena dice que de llegar a ganar la elección de 2018 lo va a destruir porque no es necesario.

“En ese sentido, el ambiente electoral frena un poco la inversión en lo que se echan las cartas de quién va a quedar”, reveló.

El temor está en que la incertidumbre electoral de 2018 y el tema de Estados Unidos afecte el flujo de inversión nacional y extranjera.

Riesgos a la alza y a la baja

La también profesora del ITAM, Valeria Moy expuso que el proceso electoral es un riesgo para la economía en 2018, pero también lo es a la alza y a la baja porque en un periodo electoral se incrementa el gasto público y el uso de efectivo, lo que mueve a la economía.

En contraste, se detiene la inversión por razones evidentes de la incertidumbre de esperar a ver qué pasa. 

“Sí creo que el comienzo del año que entra puede volverse complicado”, manifestó.

El director de estrategia de mercado de Finamex Casa de Bolsa, Guillermo Aboumrad adelantó, que el periodo de elecciones del próximo año tendrá implicaciones en el crecimiento económico, debido a que agregará incertidumbre al entorno doméstico, lo cual se traduciría en una depreciación del tipo de cambio y que el Banco de México detenga la baja de su tasa de referencia por lo que la tasa de interés real sería más alta.

“Lo que le molesta al mercado es que haya un cambio en el modelo económico”, precisó.

De acuerdo a las previsiones de Finamex casa de bolsa, México crecerá dos por ciento en 2017, mientras que para el siguiente año lo hará en 1.8 por ciento, y para el siguiente año en 2.5 por ciento.

Aunque el tipo de cambio ya se separó del comportamiento de los mercados emergentes, pero no podría apreciarse más que ellos por la trayectoria de la inflación y porque eso tendría efectos en la balanza comercial mexicana.

“Dado que esperamos que la inflación caiga fuertemente en la primera mitad de 2018, vemos margen para que el banco central comience a reducir las tasas antes de la elección presidencial de julio de 2018, reduciendo en  125 puntos base total el siguiente año”, pronosticó, por su parte, Rafael de la Fuente, economista en jefe para México UBS.

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