Los focos rojos

Sin reforma en el mundo emergente

La falta de reformas impulsadas por los líderes políticos en economías emergentes mermarán las perspectivas de crecimiento y las nuevas oportunidades para los inversionistas.

Lo anterior obedece a que algunos gobernantes asumen que ya han hecho su parte; por ejemplo, en India Narendra Modi consiguió el impuesto de bienes y servicios, implementó reformas monetarias y de quiebra y de inversión extranjera directa, en muchos sectores importantes.

Sin reforma en el mundo emergente

La falta de reformas impulsadas por los líderes políticos en economías emergentes mermarán las perspectivas de crecimiento y las nuevas oportunidades para los inversionistas.

Lo anterior obedece a que algunos gobernantes asumen que ya han hecho su parte; por ejemplo, en India Narendra Modi consiguió el impuesto de bienes y servicios, implementó reformas monetarias y de quiebra y de inversión extranjera directa, en muchos sectores importantes.

Otro caso es el de México. Enrique Peña Nieto está en la recta final del periodo presidencial, luego de haber logrado las adecuaciones en sectores de energía, telecomunicaciones, educación y fiscal.

Politización de los bancos centrales

Por primera vez en décadas, los bancos centrales se enfrentan a ataques por parte de los políticos, no sólo en los mercados emergentes, sino también en Estados Unidos, la Eurozona y el Reino Unido.

Estos señalamientos se ven como un riesgo para los mercados globales en el presente año, que amenazan con revalorar el papel de los bancos centrales como instituciones tecnocráticas que dan estabilidad financiera y económica.

Por ejemplo, Trump acusó a la Reserva Federal de apoyar a Hillary Clinton durante la carrera por la presidencia de Estados Unidos.

En cada uno de estos ejemplos, la politización abierta de la banca central está rompiendo tabúes de años en las culturas políticas de cada país.

América primero

El pilar de esta filosofía es el concepto de independencia para Estados Unidos, que en términos militares se traduce en usar la fuerza para defender los intereses centrales de esa nación, sin importar las consecuencias para los demás.

En el terreno económico significa política industrial, rechazo a la globalización, al libre comercio y a las corporaciones multinacionales que quitan empleos a los estadounidenses.

En ese sentido, Trump usará la estrategia de la vara y la zanahoria con las empresas para convencerlas de invertir más en Estados Unidos y así conservar los empleos en ese país.

También cuestionará la utilidad para los intereses nacionales de seguir financiando a las organizaciones internacionales como el Banco Mundial y la ONU.

Sobrerreacción china

El país asiático está próximo a concretar un cambio de liderazgo, lo cual representará desafíos para el actual mandatario, Xi Jinping, por la tensa relación con Estados Unidos,ante las amenazas comerciales, y la confirmación de su liderazgo interno.

Xi Jinping verá cualquier desafío externo como un distractor a las maquinaciones políticas de su país, de tal manera que podría reaccionar con más fuerza de lo que esperan sus adversarios.

El interés por preservar la estabilidad doméstica podría llevar a Xi a sobrereaccionar ante señales de problemas económicos, y la aplicación de medidas de inflar las burbujas de activos para impulsar el crecimiento interno, así como controles de capital.

Pero, cualquier paso en falso de Xi provocaría la volatilidad económica global.

Debilidad de Merkel, debilidad de la UE

El 2017 se caracterizará por una ola de riesgos políticos en Europa, y algunos de ellos se materializarán, como por ejemplo, las disputas sobre la salida de Reino Unido del bloque; las elecciones francesas que podrían conducir al Frente Nacional de extrema derecha a tomar el poder; además de que la crisis griega será un freno sin resolver.

Angela Merkel, canciller de Alemania, ha tenido que atender retos que han debilitado su liderazgo, uno de ellos, es la política de refugiados, y que se acentúa por los ataques terroristas y los incidentes internos que se atribuye a los refugiados.

A esto se suma las crisis corporativas en las que están involucradas empresas como Volkswagen, Deutsche Bank, y Lufthansa.

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