Uno de los incrementos más agresivos será el de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, con un monto de 25 por ciento. Foto: Especial

Paquete Económico 2024, prevén fuerte gasto e ingresos ajustados

Diversas predicciones en torno a los ingresos y egresos públicos para el 2024 apuestan por un aumento del déficit debido a la atención en gasto social y el deterioro económico en México

Para financiar el pago de pensiones, programas de desarrollo social, transferencias a las empresas del Estado  y otros gastos corrientes, en 2023 se recurrió a endeudamiento, y en el marco de la presentación del Paquete Económico 2024 se prevé una estrategia similar.

Esta jornada las autoridades hacendarias del país presentan a la Cámara de Diputados los lineamientos en materia de política hacendaria, ingresos y egresos para el próximo año, y si bien las previsiones apuntan a que habrá un escaso margen de maniobra por las presiones del gasto, también se espera un aumento en el endeudamiento.

“Los mensajes han sido de que la deuda es estable y tenemos finanzas públicas sanas, pero si cada vez amplían más el déficit pues también te estás endeudando más año con año y cuáles son las implicaciones en el mediano y largo plazo de eso, ahorita el indicador de la deuda está estable porque estamos creciendo y tenemos inflación, pero si la situación macroeconómica cambia también la deuda puede cambiar de un momento a otro”, explica Alejandra Macías, directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Para el año fiscal que corre se presentó un Paquete Económico en un entorno de desaceleración, alta inflación, mayores tasas de interés y una elevada incertidumbre en torno al rumbo de la economía mundial, pero el escenario no es muy distante ahora que se presenta el paquete correspondiente al 2024.

De hecho se espera que el gasto presupuestario sea de los más elevados de los últimos años, afirma Macías.

“No veo que los ingresos puedan aumentar, sin embargo, del lado del gasto si habría que esperar a que haya un aumento importante porque tenemos una proporción de gastos ineludibles como son las pensiones, el costo de la deuda, sobre todo por la tasa de interés, el gasto federalizado y transferencias a las empresas productivas del Estado y se suma los incrementos al presupuesto de programas y proyectos productivos. Tienes ingresos que no despuntan pero el gasto sí”, explica la especialista.

Aumento a gasto social

Es un hecho que para el próximo año habrá incrementos en todos los programas de desarrollo social además de estar asegurado el financiamiento de las grandes obras que actualmente ejecuta el Gobierno, así lo confirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó en su conferencia matutina del 7 de septiembre.

“En todos los programas van a haber aumentos, todos los programas sociales, aun lo que corresponda a la proyección de inflación, ninguno se va a quedar con el mismo presupuesto”, afirmó el mandatario.

Uno de los incrementos más agresivos será el de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, con un monto de 25 por ciento. Estas pensiones no contributivas, que se crearon para los adultos mayores que no cuentan con un piso mínimo de ingresos como la pensión del Bienestar, le fueron destinados 335 mil 500  millones de pesos, que representó un aumento de 32.8 por ciento comparado con el año anterior.

En total, para 2023 se proyecta un gasto de 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en pensiones contributivas y no contributivas, que representa 2.8 por ciento más que lo gastado en infraestructura.

Economía lenta

Las proyecciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en los Precriterios de Política Económica indican que México crecerá entre tres y cuatro por ciento para 2024, sin embargo también hay pronósticos en torno a la desaceleración de la economía para el próximo año.

Si estas predicciones se cumplen habría menos recursos fiscales lo que provocaría una mayor vulnerabilidad financiera ante eventos previstos.

“Es muy probable que se intente de nuevo definir una trayectoria de contención para la deuda pública. Sin embargo, esta contención no garantiza que su trayectoria de largo plazo sea sostenible, lo cual, en última instancia, dependerá de la solidez de las fuentes de ingreso para respaldar los crecientes compromisos de egresos. Esto es, de nada sirve mantener niveles cercanos al 50 por ciento de deuda como porcentaje del PIB, si no existe un plan sostenible de mejora recaudatoria continua”, advierte un análisis de CIBanco.

El análisis también destaca que a pesar de estos retos, el gobierno todavía tiene espacio de deterioro de déficit público antes de ser observado por las calificadoras de deuda y en todo caso la presión más fuerte y necesidad de una reforma fiscal será más evidente para la próxima administración.

“La reforma fiscal era necesaria desde el inicio de la administración, los déficit presupuestarios han ido aumentando año con año y si lo que necesitas es endeudarse para cubrir esos déficits no parece que sea lo más coherente y somos de los países que menos recauda y aunque hubo polìticas de fortalecimiento administrativos desde el SAT que permitieron vislumbrar aumentos en la recaudación no son suficientes”, advierte Macías.

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