Algunos indicadores dan señales de que la economía está en riesgo de Recesión

México, ¿cerca de una recesión?

Algunos indicadores dan señales de que la economía mexicana está en riesgo de frenarse. El gobierno intenta impulsar acciones para poner fin a esta racha negativa, sin embargo, aún son insuficientes

El estado de salud de México es delicado. Múltiples virus afectan su estabilidad, pero el más peligroso en los últimos meses ha sido la incertidumbre. Hasta el momento, las estrategias implementadas para hacer frente a los problemas económicos no han destensado la cuerda floja sobre la que se encuentra el territorio azteca, ya que los analistas de la Institución financiera Bank of America Merril Lynch (BofA) consideraron que el país podría entrar en una recesión técnica si durante el segundo trimestre del año el Producto Interno Bruto (PIB) vuelve a registrar una baja.

Este fenómeno llega a ocurrir cuando hay contracciones por dos trimestres consecutivos en el la actividad económica nacional. Se caracteriza porque ocurre una desaceleración y puede corregirse a través de cambios en el gasto público.

Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC, asegura que México atraviesa por una situación critica, ya que hay signos de una desaceleración económica e insiste en que los números que se han dado a conocer no cuadran, y que lo único que hay son dudas sobre si el gobierno cuenta con lo necesario para hacer frente a todos los problemas que tiene.

El problema de la desaceleración no solo está pasando en México, también en Estados Unidos y China, e incluso en Reino Unido con la incertidumbre del brexit. Los tres grandes motores de la economía mundial no están creciendo como se esperaba y las situaciones por las que están pasando, en definitiva, también afectan al país
Gonzalo MonroyDirector general de la consultoría GMEC

Una recesión es diferente a una crisis económica. En la primera existe un debilitamiento de los principales indicadores macroeconómicos, como el empleo, el nivel de precios, el consumo interno, la capacidad de pago de los agentes económicos y el nivel de producción.

Por otra parte, una crisis se caracteriza por una pérdida de ritmo en el crecimiento económico y además implica desestabilidad financiera pronunciada con efectos negativos a nivel macro y microeconómicos.

Los analistas de BofA aseguraron que la recesión técnica a la que está expuesto México es consecuencia de que durante el primer trimestre de 2019 la economía tuvo una contracción del 0.2 por ciento.

0.2
por ciento fue el decrecimiento del PIB durante el primer trimestre de 2019

Asimismo, estiman que el PIB durante el segundo trimestre se contraerá 0.4 por ciento, dato que lleva al país a entrar en una recesión técnica. El 23 de agosto, será el día en que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dará a conocer el dato definitivo y el PIB correspondiente al periodo comprendido entre abril y junio, con la intención de saber si la economía nacional está en peligro o si aún tiene posibilidades de salir a flote.

Efecto bola de nieve tras recesión técnica

Tras la recesión técnica, las consecuencias toman vuelo y cobran la factura a diversos sectores, el más afectado es el industrial, ya que desde mediados del año pasado ha presentado síntomas muy claros de desaceleración.

Las industrias de la construcción, la minería, la extracción de petróleo y otras ramas de la economía, como la manufacturera, química, siderúrgica, textil y el calzado también fueron las primeras en sentir estos cambios.

La desaceleración se hizo notar entre la población cuando el problema llegó al mercado laboral, el cual evidenció la fragilidad de la economía mexicana.

El empleo es un buen termómetro que mide la situación económica del país, sin embargo, este indicador ha ido a la baja en los últimos meses, de acuerdo con reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En mayo pasado, el número de nuevas plazas de trabajo dadas de alta en el instituto se desplomó 88 por ciento ante una mayor debilidad económica, que provocó que las empresas invirtieran menos y con ello hicieran una menor contratación de personal.

14,244
puestos de trabajo se perdieron durante junio

Durante el quinto mes del año, el número de trabajadores registrados se ubicó en 20 millones 383 mil, cifra que implicó apenas la generación de 3 mil 983 puestos en comparación con abril.

El dato también contrasta con los 33 mil 966 puestos generados en mayo de 2018, de los cuales 86 por ciento eran permanentes y 14 por ciento eventuales.

El último reporte divulgado por el IMSS correspondiente a junio muestra que se experimentó una disminución mensual de 14 mil 244 empleos, con lo que el acumulado al primer semestre del año es de 289 mil 301 plazas.

La caída en el empleo durante el sexto mes del año es superior a la de junio del año pasado, periodo en que se perdieron 13 mil 497 puestos y la peor desde 2002 cuando hubo una reducción de 49 mil 907 empleos en total.

Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha reprochado que no se tomen en cuenta los empleos que se han generado con los programas sociales del gobierno.

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), asegura que el indicio más claro de problemas en la economía del país se refleja en el mercado laboral, pues si algo va mal este indicador es uno de los primeros en desestabilizarse.

Cuando la generación de empleos baja, las familias reducen su consumo y uso de transporte y las oportunidades laborales que quedan ofrecen un menor salario provocando que aumente la informalidad
José Luis de la CruzDirector del IDIC

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