‘Mercado verde’ y el potencial de las empresas sustentables

Los consumidores se enfocan cada vez más en que los procesos de producción de los insumos que adquieren tengan un impacto menor al medio ambiente y ese es un elemento que podría impactar de manera positiva a las empresas
Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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La sustentabilidad y el respeto al medio ambiente en los productos va más allá de una moda, es un “mercado verde” consolidado y en constante crecimiento.

Los consumidores están progresivamente más dispuestos a pagar a las empresas que documenten sobre cómo sus procesos respetan el medio ambiente.

“Sí creo que el consumidor eventualmente puede tomar esa decisión de consumo; si está bien informado, en condiciones de paz, puede ser, pero lo que no podemos nosotros es quitar el dedo del renglón, tenemos obviamente que mostrarle a la gente lo que está sucediendo, darle la opción de que tome esa decisión, pero con información”, afirma Carlos Humberto Suárez, director de Asuntos Corporativos de ARZYZ Metals.

El directivo afirma que los consumidores tendrán que optar, poco a poco, por artículos más duraderos sustituyendo a aquellos que son de bajo costo y desechables.

“Yo creo que es muy importante, la gente tiene que entender que los recursos no son infinitos, que debemos detener el consumo de materias vírgenes y buscar reciclar lo más que podamos porque todo tiene un límite”, explica Suárez.

Reciclaje y paz

La paz y la tranquilidad del consumidor están directamente relacionadas con las decisiones en las compras de los consumidores, sobre todo las que están relacionadas con el cuidado del medio ambiente como factor en la decisión de compra.

En condiciones de armonía y paz, el consumidor tiene la opción de elegir aquellos productos cuyo proceso de fabricación sea más respetuoso con el planeta. En tanto, pasa todo lo contrario en condiciones adversas, como sucede actualmente en Europa con la invasión a Ucrania por parte de Rusia.

El director de Asuntos Corporativos de ARZYZ Metals considera que, si bien actualmente todos como consumidores desarrollamos una conciencia ambiental. Y asimismo lo hacen los gobiernos de distintos países, la historia reciente nos indica que muy pronto abandonan esos ideales en condiciones adversas, como la guerra.

“Tienes a Alemania, que era uno de los principales promotores de la economía circular, de la sustentabilidad y del medio ambiente, produciendo otra vez combustible con carbón, por el problema de la guerra (Rusia-Ucrania). Ahí se les olvidó todos los compromisos porque les pegó durísimo en el bolsillo y ahí se empiezan a acabar las conciencias del medio ambiente”, lamenta Carlos Humberto Suárez.

“Lo mismo pasa con la gente, si yo voy a comprar algo y digo ‘me cuesta lo mismo y me da el mismo servicio’, es válido. Pero pues resulta que estos tenis los hacen con material de la región y emplean a personas con discapacidad, en cambio los otros no hacen nada de eso, pero cuestan lo mismo, pues mejor compro a quien aporta en diferentes puntos”, explica.

En este contexto, el mercado chino le dio al mundo el modelo de adquirir artículos para usar casi una sola vez, que en este modelo de economía verde se ve rebasado. Hoy, el consumidor que está preocupado por el medio ambiente debe decir adiós al modelo impulsado por la globalización y optar por productos hechos en sitios cercanos para con ello disminuir el impacto de la quema de combustible para su transporte denominado “huella de carbono”.

“Esta ola en la que estamos ahora entrando te indica que tienes que buscar que las cosas duren más, buscar que tengas mayor confiabilidad en tu cadena de suministro, si yo soy un productor de autos en Estados Unidos y antes me traían piezas de todo el mundo ya vi que con la pandemia se me complicó, ahora las quiero lo más cerca posible de mi cadena de suministro, ventaja nuestra de México, ese es el concepto de nearshoring”, explica Carlos Humberto Suárez.

El aprendizaje pandémico

Los consumidores después de la pandemia han concientizado acerca de la importancia del cuidado al medio ambiente y hay una parte que está dispuesta a pagar por los productos que garanticen el respeto ambiental, afirma la doctora Ilia Alvarado Sizzo, investigadora titular del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“En Europa, concretamente en un estudio que hicieron en la región del Véneto, en Italia, en una encuesta que hicieron se señala que ahora, después de la pandemia, parece que hay un poco más de preocupación por la parte ecológica, por reducir el impacto del turismo sobre el medio ambiente”, explica la docente.

“Este estudio dice que el 54 por ciento de turistas –o de los posibles turistas que entrevistaron– están dispuestos a pagar un precio más alto en el hospedaje y en el viaje si eso reduce el impacto sobre el medio ambiente”, explica la académica.

Curiosamente, la concientización del consumidor se da en un contexto de una industria, como el turismo, que es altamente contaminante.

“Seguramente en un sector de la población hay más preocupación por los impactos al medio ambiente en el turismo, pero lo cierto es que el turismo masivo sigue siendo igual de depredador que antes. En este caso lo que priva es el derecho al disfrute del ser humano, y es que ya estuvimos dos años y medio encerrados sacrificándonos de viajar. Es un derecho, y ahora se ve como el momento de la revancha”, bromea la investigadora.

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