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Los números que importan

Después del pobre desempeño de la economía mexicana en el 2013, en el que se registró un crecimiento económico de apenas 1.1 por ciento contra una expectativa inicial de 3.5 por ciento, los indicadores económicos en la primera mitad del 2014 muestran claroscuros que ponen en duda si el país logrará recuperarse del estancamiento en este año.

Los principales números negativos se concentran en el sector de inversión. De acuerdo al Instituo Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta disminuyó en abril en su comparación anual, 3.5 por ciento en términos reales
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Después del pobre desempeño de la economía mexicana en el 2013, en el que se registró un crecimiento económico de apenas 1.1 por ciento contra una expectativa inicial de 3.5 por ciento, los indicadores económicos en la primera mitad del 2014 muestran claroscuros que ponen en duda si el país logrará recuperarse del estancamiento en este año.

Un factor de preocupación para los expertos es el que las medidas de estímulo económico implementadas por el gobierno mexicano, incluyendo el incremento en el gasto público que se ha dado en el transcurso de este año, y la reducción que el Banco de México ha realizado a su tasa de interés de referencia, no han resultado tan efectivas como se esperaba.

Sin embargo, es necesario decir que no todos los indicadores muestran malas noticias, ya que algunos dejan ver señales de recuperación. 

Parte de esto tiene que ver con que Estados Unidos, el principal mercado de exportación de México, también se está recuperando después de un inicio de año marcado por eventos meteorológicos extremos que desaceleraron su economía.

La promesa de las reformas

Aunque tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) consideran que las reformas estructurales eventualmente impulsarán el crecimiento económico hasta alcanzar una tasa anual del 5 por ciento, aún no es completamente claro cuándo podrán verse estos efectos.

En el caso de la reforma energética, que es percibida como la que podría traer mayor crecimiento al país, los expertos prevén que México no verá una mayor entrada de capital para la explotación de hidrocarburos sino hasta principios del 2016.

Esto quiere decir que aunque la implementación de la legislación secundaria de la reforma y el proceso de la ronda cero de ofertas de contratos procedan de acuerdo a lo planeado por el gobierno, el beneficio económico de la reforma no se vería ni este año ni el próximo.

Por su parte, tanto el Gobierno Federal como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas indican que el impulso económico de las reformas no llegará en el corto plazo, sino más bien en el término medio, es decir durante los próximos 5 a 10 años.

Cifras mixtas

Los principales números negativos se concentran en el sector de inversión. De acuerdo al Inegi, la inversión fija bruta disminuyó en abril en su comparación anual, 3.5 por ciento en términos reales

Los principales indicadores económicos muestran una radiografía compleja para México.

Entre la división que presentan los analistas se puede apreciar que todavía no es momento de cantar victoria ni de dar por perdido el 2014.

Los principales números negativos se concentran en el sector de inversión. De acuerdo al Instituo Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta disminuyó en abril en su comparación anual, 3.5 por ciento en términos reales.

Dentro de los componentes que conforman esta caída en inversión, destacan los problemas en los que se encuentra el sector de la construcción en nuestro país. 

El gasto en construcción y el de maquinaria y equipo han disminuido 2.9 y 4.5 por ciento, de manera respectiva.

Además, el valor de producción de empresas constructoras también ha caído 3.9 por ciento en su valor anualizada. Este conjunto de indicadores reflejan los problemas de la industria.

Por su parte, la tasa de desempleo en junio se ubicó en el 4.8 por ciento, una mejoría del 4.99 por ciento del mes inmediato anterior. A pesar de esta recuperación, la tasa de subocupación, personas que trabajan menos horas de las que pueden y necesitan, continúa en el 7.6 por ciento.

La producción industrial, junto con las ventas al por mayor y menor, y los pedidos manufactureros muestran crecimiento en sus versiones anualizadas, pero el índice de confianza del consumidor persiste en la caída. 

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Recuperación condicionada por Rodrigo Carbajal 

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