Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, busca desde enero que el Congreso de su país autorice un aumento en el límite de endeudamiento. Foto: Especial

Inminente elevar techo de la deuda de Estados Unidos

Aunque analistas consideran improbable que suceda una condición de impago en Estados Unidos, la especulación con la idea de que se cumpla plantea el peor de los escenarios para la economía

Aunque legisladores estadounidenses se han enfocado en una discusión sobre la pertinencia de elevar el techo de su deuda pública, es inminente que el alza suceda, según analistas.

Las consecuencias de incurrir en una condición de impago comprometerían por completo a la economía más grande del mundo.

“Vemos que es poco probable (que no eleven el techo de la deuda). Seguramente se alcanzará un acuerdo antes, ya que una vez que el gobierno se queda sin recursos empieza a funcionar un mecanismo a través del cual se paralizan las actividades o a cerrar el gobierno”, comenta Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico en grupo financiero Monex, en entrevista para Reporte índigo.

La subdirectora considera que las implicaciones de una condición de impago ante los préstamos pendientes del gobierno estadounidense tendrían implicaciones tan catastróficas que no se va a permitir llegar a ese punto. Sería como “darse un balazo en el píe”, señala.

La deuda nacional de Estados Unidos asciende a 31.4 billones de dólares, de acuerdo con los datos del Departamento del Tesoro. Esto representa el 122 por ciento en comparación con su Producto Interno Bruto, según el Monitor Fiscal del Fondo Monetario Internacional.

A pesar de ello, la pugna radica en permitir un techo de deuda más amplio para poder cumplir con sus obligaciones.

El estado de las finanzas públicas de la economía más grande del mundo no se encuentra en condiciones positivas luego de que buena parte del gasto público se enfocó en la atención del impacto de la pandemia por COVID-19 y en defensa nacional.

En 2023, la Defensa Nacional recibió ocho mil 35 millones de dólares, y concentró 18.2 por ciento de todo lo programado para el año fiscal, convirtiéndose en el monto más grande de su historia. El presupuesto asignado es mayor a rubros como agricultura o salud, de acuerdo con datos de USA SPENDING.gov-os.

Conflicto político

Ante este panorama,  Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, busca desde enero que el Congreso de su país autorice un aumento en el límite de endeudamiento.

“Un impago amenazaría los logros que tanto nos ha costado conseguir en los últimos años en nuestra recuperación de la pandemia. Y desencadenaría una recesión mundial que nos haría retroceder mucho más”, dijo Yellen en el marco de la Cumbre del Grupo de los Siete.

Sin embargo, la contienda política que vive el país ha puesto en jaque la posibilidad de que la administración pública pueda seguir pagando sus cuentas a partir del próximo mes, debido  a que en el Congreso estadounidense, republicanos y demócratas defienden sus propuestas y nadie parece ceder en la negociación.

Como respuesta a la solicitud de la secretaria del Tesoro, Kevin McCarthy, vocero de los republicanos en el congreso, propone un aumento de 1.5 billones de dólares en el techo de la deuda para 2024, condicionándolo a la aprobación de su proyecto de ley “Limitar, ahorrar, crecer” y dejando el tema justo en medio del año electoral.

En su iniciativa, se busca limitar el aumento del gasto público en 1 por ciento al año durante la próxima década, eliminar el plan de condonación de préstamos estudiantiles y derogar los incentivos para inversión en energías verdes, por mencionar algunas de las medidas.

“Así es como lo hacemos: primero, limitamos el gasto del gobierno. Nuestro plan devolvería el gasto discrecional a los niveles anteriores al año fiscal 2022 y luego limitaría el crecimiento del gasto al 1 por ciento por año”, promete McCarthy de autorizar su reforma.

Por su parte, Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, considera que las condicionantes por parte de la facción republicana para aprobar un aumento en el techo de la deuda son una muestra del chantaje frente a algo que no debería de estarse negociando, ya que “el impago no es una opción”.

“Los republicanos de la cámara amenazan con dejar de pagar las deudas de Estados Unidos a menos que cedamos a sus demandas. Su lista de deseos podría eliminar miles de puestos de trabajo, incluidos los bomberos forestales, los guardaparques nacionales y los trabajadores que regulan la calidad del agua”, señala Biden en un tuit.

Desde la Casa Blanca consideran que, de no aumentar el techo de la deuda, la población sería la más afectada, aproximadamente 600 mil familias perderían el acceso a la asistencia de alquiler, se perderían 81 mil empleos relacionados con el cuidado de veteranos, 900 mil adultos mayores verían peligrar su asistencia alimentaria y estiman la pérdida de 780 mil empleos para finales del 2024.

Si se concreta un escenario de impago: “el caos resultante en los mercados financieros globales será abrumador. Las economías de Estados Unidos y del mundo, que ya están luchando con alta inflación y aumento de las tasas de interés, sufrirían una grave recesión económica”, estima Moody’s.

De cara a la fecha límite para no caer en impago, McCarthy y Biden se reunieron en esta semana sin obtener acuerdo alguno, aunque prometen hacerlo de nuevo en los próximos días.

Te puede interesar