Techo petrolero

El desarrollo del gas y petróleo shale cambió para siempre a la industria de los hidrocarburos: la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) perdió influencia en el mercado, la estrategia de las grandes firmas petroleras se transformó radicalmente de la noche a la mañana y el precio del crudo sufrió su mayor caída en una generación.

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Millones de barriles diarios es la capacidad estimada de producción de la cuenca shale Permian de Texas en 2027, lo que pone de relieve el ascenso de los productores no convencionales de Estados Unidos
La fragilidad de las finanzas públicas y la débil recuperación de Pemex son elementos altamente dependientes del precio del petróleo
Hoy, José Antonio González Anaya, director de Pemex, compartirá escenario en el CERAWeek con Carlos Pascual, exembajador de Estados Unidos en México y actual vicepresidente de IHS Markit. El mercado estará atento
Aunque no  hay consenso respecto a que el precio del petróleo se encuentra estancado, el alza de la producción de gas y petróleo shale en EU es  una respuesta común en la CERAWeek

El desarrollo del gas y petróleo shale cambió para siempre a la industria de los hidrocarburos: la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) perdió influencia en el mercado, la estrategia de las grandes firmas petroleras se transformó radicalmente de la noche a la mañana y el precio del crudo sufrió su mayor caída en una generación.

Entre junio de 2014 y febrero de 2016, el barril de petróleo WTI perdió 71 por ciento de su valor. Esto significó el preludio de una nueva normalidad del mercado petrolero que hoy intenta ser descifrada por la élite de la industria energética que se encuentra reunida en Houston en el marco de la CERAWeek. El evento, organizado por la firma IHS Markit,  reúne a la élite del sector: ministros de energía, funcionarios de la OPEP y los directores de la mayores firmas energéticas del mundo, públicas y privadas.

Este año, la pregunta recurrente de este foro es por qué los esfuerzos de la OPEP para poner fin a la sobreoferta del mercado han resultado insuficientes. El año pasado, el cártel de precios llegó a un acuerdo con los principales productores petroleros del mundo (excluyendo a Estados Unidos) para imponer cuotas de producción y llevar al mercado hacia un equilibrio de mayores precios.

El éxito de la medida ha sido limitado. En las últimas semanas, el valor del petróleo se ha mantenido en el rango de los 50 a los 55 dólares. Este nivel contrasta con la cotización de más de 100 dólares por barril que perduró durante gran parte del periodo 2010-2014.

Factor shale

Aunque no existe un consenso respecto a la razón por la cual el precio del petróleo se encuentra estancado, el ascenso de la producción de gas y petróleo shale en Estados Unidos emerge como una respuesta común en la CERAWeek, el foro más importante del sector energético a nivel global.

De acuerdo a cifras oficiales, la producción de petróleo de Estados Unidos está creciendo a un ritmo más acelerado que en los años previos a la debacle del mercado en  2014. El auge de los productores estadounidenses no convencionales derivó en la condición de sobreoferta que ocasionó el desplome de los precios petroleros en 2014.

El Departamento de Energía reporta que la producción petrolera diaria de Estados Unidos ha crecido en 125 mil barriles cada mes desde septiembre del año pasado. La firma Rystad Energy estima que para finales del 2017, la producción estadounidense de petróleo shale será de 900 mil barriles diarios, equivalente a la mitad de la producción total de México.

Scott Sheffield, fundador de la firma de petróleo shale Pioneer Resources, sostiene que la cuenca Permian en Texas y Nuevo México tendrá una capacidad de producción de entre 8 y 10 millones de barriles diarios en 10 años. Esto representa el nivel de producción actual total de Estados Unidos. Sheffield se refiere a esta cuenca como “la nueva Arabia Saudita”.

Presión a la baja

Las proyecciones de crecimiento sostenido de los productores de shale opacan cualquier intento de la OPEP por estabilizar al mercado. Además, el mercado aún es escéptico de que países que no son miembros de la OPEP, como Rusia, respeten el acuerdo de recorte a la producción de crudo.

La semana pasada, el gobierno ruso reportó que su nivel de producción petrolera se mantuvo sin cambio en febrero. La reacción del mercado fue inmediata: el barril de petróleo Brent perdió 2 por ciento de su valor en una sola jornada.

Por otra parte, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estima que la capacidad de producción de Iraq e Irán, dos de los tres mayores productores de la OPEP, se elevará considerablemente para el 2022.

Estos dos países, en conjunto, podrían incrementar sus niveles de producción en 1.1 millones de barriles diarios en los próximos cinco años. Esto pone de relieve la fragilidad del acuerdo petrolero de la OPEP, que funge como único soporte al escenario de precios actual.

La conjugación de estos factores, que mantienen una presión a la baja sobre el valor del petróleo, tiene diferentes implicaciones para México.

Por un lado, los consumidores mexicanos se beneficiarían ampliamente con una caída adicional de los precios del crudo. El país se convirtió en un importador neto de petróleo en el 2015. Actualmente, el déficit de la balanza petrolera de México es de 12.8 mil millones de dólares.

Por otro lado, la fragilidad de las finanzas públicas y la débil recuperación de Pemex (que inició un programa de reestructura el año pasado) son elementos altamente dependientes del precio del petróleo que pudieran tener efectos disruptivos para el perfil de riesgo financiero del país.

Asimismo, las perspectivas de la segunda y tercera ronda de licitaciones que estipula la reforma energética pudieran quedar en vilo si el escenario de precios no mejora.

Hoy, José Antonio González Anaya, director de Pemex, compartirá escenario en el CERAWeek con Carlos Pascual, ex embajador de Estados Unidos en México y actual vicepresidente de IHS Markit. El mercado estará atento.

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