De acuerdo con análisis, la economía de la región se está desacelerando, y de continuar o profundizarse la tendencia actual de caídas en el PIB, podría derivar en una recesión. Foto: Especial

¿Eurozona en recesión? Hay señales de un panorama complejo en esa región del mundo

La región una desaceleración en su PIB por dos trimestres seguidos que indica una recesión técnica, pero hay incertidumbre en torno al diagnóstico oficial

La contracción de la actividad económica en la eurozona podría considerarse como una recesión técnica, pero la simpleza del concepto deja de lado la complejidad del escenario económico actual en el viejo continente.

La economía de la eurozona, región que concentra al conjunto de países que adoptaron al euro como moneda oficial, se contrajo 0.1 por ciento en el primer trimestre de este año de acuerdo a cifras desestacionalizadas publicadas por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). Con dicho registro el Producto Interno Bruto (PIB) de la zona ya suma dos trimestres consecutivos a la baja, situación considerada como una recesión técnica.

Sin embargo, el concepto carece de alcance para poder interpretar lo que sucede en la eurozona, considera Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico del grupo financiero Monex; ya que al utilizar una definición como la del National Bureau of Economic Research (NBER) y en la cual se consideran criterios como profundidad, difusión y duración de la caída, se requieren más elementos para considerar que la eurozona está en recesión.

“Yo creo que se tiene que hacer un análisis más completo, que meramente ver esta segunda caída consecutiva; lo que se ha señalado como recesión técnica categoriza una situación no tan estudiada y se le agrega el término técnico para justificar, la conclusión definitiva es que sí se está desacelerando la economía de la eurozona, pero para pensar que hay una recesión, hay que considerar más variables”, apunta Quiroz.

Al observar la situación económica de la eurozona desde los criterios propuestos por la NBER, se observa que la profundidad de la desaceleración económica ha sido mínima en los últimos dos trimestres respecto a registros previos del PIB de la región y de otras recesiones.

Por otro lado, la subdirectora de análisis económico señala que para observar la difusión de los efectos de una contracción económica en la eurozona es esencial abordar la variable empleo.

En ese sentido, la última actualización de su tasa de desempleo registra 6.5 por ciento, la cifra más baja desde que se comenzó a medir como región económica integrada; principalmente atribuida al proceso de recuperación económica.

Sobre el criterio de la duración, con una disminución de seis meses en la actividad económica de la región, sería este el único a considerar para poder catalogar como recesión el actual escenario en la economía de la eurozona.

La conclusión a la que llega la analista a partir de los criterios de profundidad, difusión y duración es que la economía de la región se está desacelerando, y de continuar o profundizarse la tendencia actual de caídas en el PIB, podría derivar en una recesión, cuestión que con la decisión en materia de política monetaria que tomará esta semana el Banco Central Europeo se podría adelantar.

Entendiendo la desaceleración

La economía de la eurozona presenta signos de agotamiento al caer por segunda ocasión consecutiva, y aunque las causas de la caída más reciente se centran en la disminución del gasto en consumo de los hogares en un 0.3 por ciento, y el consumo gubernamental con un retroceso de 1.6 por ciento; los factores que inciden para que una de las economías más grandes del mundo se frene llevan años afectándola.

“La actividad económica en la región está muy complicada. Por un lado, el reajuste tras el brexit; es algo que con la pandemia y con la guerra se ha perdido de vista, sin duda los cambios que provocó que Reino Unido haya salido de la Unión Europea significó grandes cambios para la región. Yo creo que desde ahí se preveía que la actividad económica de la eurozona estaría sufriendo una desaceleración”, señala la analista de Monex.

Un panorama lleno de incertidumbre desde 2020 con el inicio de la pandemia y la consolidación de Brexit, pasando por las implicaciones del bloqueo económico a Rusia, el agotamiento del periodo de recuperación productiva luego de la emergencia por Covid-19 y la vinculación a un mercado chino que no termina de recuperarse dieron como resultado que la economía de la región se contraiga, y que su mayor jugador entrara en recesión.

“El PIB entró en territorio negativo a fines de 2022, la economía alemana ahora ha registrado dos trimestres negativos consecutivos”, según Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística de Alemania.

Con la declaración de Brand, la economía más grande del continente europeo prendió las alarmas en el viejo continente, ya que la tendencia del PIB alemán deja ver que se encuentra en recesión al inicio de este año; motivada por las presiones inflacionarias y las altas tasas de interés, un comportamiento que las economías de Irlanda, Lituania y Países Bajos comienzan a replicar al caer pronunciadamente en el primer trimestre del año.

El riesgo de que se dé una recesión en la eurozona en los próximos meses toma forma con el bajo desempeño de las economías europeas que la constituyen, y la vuelve inminente si las consideradas grandes economías del continente también caen producto de su gran articulación con otras naciones, advierte Janneth Quiroz, para Reporte Índigo.

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