El estrés financiero puede provocar caer en adicciones como al al juego o el alcohol, por lo que el cuidado de la salud mental es fundamental. Foto: Especial

Estrés financiero por brecha salarial impacta a mujeres mexicanas

La brecha salarial y las dobles jornadas de trabajo que impactan a las mujeres mexicanas contribuyen al desarrollo de  la angustia y presión que llega a provocar una situación económica

La mitad de la población mexicana vive con los efectos del estrés financiero, pero son las mujeres jóvenes en las que este padecimiento podría ser más común y con mayor impacto.

A un estado económico complejo, se le pueden sumar los gastos inesperados y la incapacidad de ahorrar, lo que impacta psicológicamente generando estrés, ansiedad y otros trastornos, de acuerdo con la definición de estrés financiero presentado por BBVA en su portal informativo.

De acuerdo con datos de la consultora Mercer cinco de cada 10 personas trabajadoras están agobiadas por sus deudas financieras; mientras que la encuesta Global Investor Plus, indica que los problemas financieros representan la causa número uno de estrés en nuestro país.

No obstante, esta situación podría ser más grave para las mujeres jóvenes, si tomamos en cuenta la brecha salarial de género en México y que los “millennials” y la “generación Z” se enfrentan a más dificultades económicas para alcanzar sus metas, de acuerdo con diversos estudios.

Una investigación hecha por Prudential Pulse encontró que el 49 por ciento de los Millennials y el 48 por ciento de los trabajadores de la Generación Z no creen que su salario sea suficiente para lograr sus objetivos financieros. Esta situación les provoca ansiedad, ya que luchan por equilibrar el “vivir en el ahora” con ahorrar a largo plazo; además, entre el 49 y 39 por ciento regularmente se queda sin dinero y debe depender de las tarjetas de crédito o de la familia para cubrir los gastos.

Actualmente el panorama es más complejo para las mujeres jóvenes, ya que la pandemia por COVID-19 impactó negativamente para ellas, haciendo que el 41 por ciento se sientan preocupadas financieramente, frente al 34 por ciento de hombres, indica la encuesta ‘Crece la brecha generacional: perspectivas de trabajo y dinero divididas’.

Estas complejidades también se deben a las condiciones de desigualdad de género que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral, desde la brecha salarial hasta las dobles jornadas laborales y el trabajo no remunerado.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la responsabilidad de las labores domésticas recae principalmente sobre las mujeres quienes en 2021 destinaron el 63.8 por ciento de su tiempo de trabajo total a las labores del hogar, en comparación a los hombres, quienes destinaron solo 26.5 por ciento de su tiempo total a estas actividades. A las tareas del hogar se suma el trabajo remunerado, a lo que las mujeres destinan aproximadamente el 33.9 por ciento de su tiempo de trabajo total

Pero si las dobles jornadas laborales de las mujeres fuesen suficiente, el trabajo remunerado de las mujeres se obstaculiza con la brecha salarial; en México por cada 100 pesos que recibe un hombre en promedio al mes, una mujer obtiene 86 pesos, según explica una encuesta realizada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Esto quiere decir que, una mujer tendría que trabajar en un mes 5 días más para igualar el salario que percibe un hombre.

Todas estas dificultades provocan que sea mayor el número de mujeres que de hombres, quienes aseguran que “apenas se las arregla económicamente” y es mucho menor el número de las mujeres que logra tener un fondo de ahorro de emergencia.

Esto genera un mayor estrés financiero en las mujeres, quienes además se enfrentan a un “un nivel de exigencia mayor socialmente”, explica la psicóloga Karen Valdez Acorazar Terapia.

“Las dobles triples jornadas generan cargas extras de estrés, pero además las exigencias laborales a partir de la diferencia de género puede ser algo que colapse a las mujeres”.

Identifica el estrés financiero

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) explica que entre los síntomas del estrés financiero están los problemas de memoria, de sueño y depresión; alteraciones gastrointestinales como digestión lenta, colon irritable, gastritis, diarrea, dolor abdominal e inflamación; y problemas de piel y cabello como resequedad, comezón, aparición temprana de canas y acné.

Con frecuencia estos síntomas se normalizan, lo que provoca que el estrés se vuelva crónico y comencemos a experimentar síntomas más graves, detalla Valdez.

Se recomienda analizar la situación y que las personas que lo padecen se enfoquen en los aspectos que causan más estrés financiero. Crear un presupuesto de los ingresos y gastos, es una opción para identificar gastos que puedan eliminarse.

También se advierte que el estrés financiero puede provocar caer en adicciones como al al juego o el alcohol, por lo que el cuidado de la salud mental es fundamental con el apoyo de profesionales en la materia.