Escudo antineurosis en Wall Street

La intrusión de Wall Street en las decisiones del día a día de los corporativos más grandes del mundo podría estar llegando a su fin, y con ello, el resurgimiento de grandes personalidades en el control de los grupos empresariales.

Esto es posible gracias a un modelo de negocios que ha ganado adeptos últimamente, la emisión de acciones de clase dual. 

Usando este modelo, los fundadores originales, quienes piensan de sí mismos como visionarios, pueden mantener el poder de la empresa y al mismo tiempo gozar de mucho más capital para llevar a cabo sus ambiciosos proyectos.

La intrusión de Wall Street en las decisiones del día a día de los corporativos más grandes del mundo podría estar llegando a su fin, y con ello, el resurgimiento de grandes personalidades en el control de los grupos empresariales.

Esto es posible gracias a un modelo de negocios que ha ganado adeptos últimamente, la emisión de acciones de clase dual. 

Usando este modelo, los fundadores originales, quienes piensan de sí mismos como visionarios, pueden mantener el poder de la empresa y al mismo tiempo gozar de mucho más capital para llevar a cabo sus ambiciosos proyectos.

Tradicionalmente, emitir acciones a cambio de capital representaba perder soberanía ante inversionistas en Wall Street, que tienden a ser más impacientes y prefieren proyectos de corto plazo que inversiones a futuro.

Este tipo de acciones permiten que el comprador sea dueño de una parte de la empresa, pero en la misma proporción de los derechos de voto dentro de ella. Es decir, pueden beneficiarse del crecimiento del capital de la empresa, pero tienen poca voz cuando se trata de elegir a miembros del consejo.Algunas industrias son propensas a este tipo de negocios, como los de tecnología. 

La oferta inicial de Google en el 2004 y la de Facebook este año fueron bajo el mismo modelo, asi como Zynga, una empresa de juegos por Internet, y Groupon, otra empresa que ofrece cupones virtuales.

Para pragmáticos

El modelo funciona porque los inversionistas se han hecho más pragmáticos, pues están de acuerdo en ceder control si piensan que el jefe es un genio. 

Ha funcionado para Warren Buffet, el dueño de Berkshire Hathaway, y Robert Murdoch, el dueño de News Corp, empresa que administra un emporio de medios en Estados Unidos e Inglaterra. 

A medida que más empresas busquen tomar ventaja de este nuevo modelo de moda, se volverá cada vez más importante convencer a los inversionistas de que el jefe es un verdadero genio. 

Ello podría dar cabida a personalidades tercas y un poco raras, como el fallecido Steve Jobs, o “visionarios” como Mark Zuckerberg.