Es tiempo de ordenar la casa

La deuda estatal es de los problemas que más ruido hacen en cuanto a finanzas públicas.

Aunque México se encuentra en buenos niveles en cuanto a variables como deuda pública federal o déficit fiscal, en comparación de otros países, esta deuda subnacional ha crecido a gran velocidad.

Es evidente que el diseño institucional de contratación de deuda actual está generando incentivos para que los gobiernos estatales emitan deuda excesiva.

40
Por ciento el incremento de la deuda estatal de Nuevo León durante el gobierno actual
De tener mayor autonomía en el tema de la recaudación, se esperaría que los gobiernos estatales tengan más precaución al endeudarse
El presidente Enrique Peña Nieto propuso un proyecto de Ley Nacional de Responsabilidad Hacendaria y Deuda Pública para controlar el endeudamiento de los estados

La deuda estatal es de los problemas que más ruido hacen en cuanto a finanzas públicas.

Aunque México se encuentra en buenos niveles en cuanto a variables como deuda pública federal o déficit fiscal, en comparación de otros países, esta deuda subnacional ha crecido a gran velocidad.

Es evidente que el diseño institucional de contratación de deuda actual está generando incentivos para que los gobiernos estatales emitan deuda excesiva.

Para resolver este problema, el presidente Enrique Peña Nieto propuso un proyecto de Ley Nacional de Responsabilidad Hacendaria y Deuda Pública.

Un aspecto importante que esta ley tendría que tener es la capacidad de armonizar la capacidad de emisión con las responsabilidades tributarias. Es decir, si los estados quieren tener mayor capacidad de endeudarse, tendrán que tener mayor responsabilidad recaudatoria y menor capacidad de acudir a un rescate federal, o viceversa.

El contexto de deuda ha sido motivo de descontento social (además del nivel mismo de la deuda) por la forma de contratación. Podemos ver el caso extremo de Coahuila, del 2008 a marzo de 2012 la deuda creció de mil 561 millones de pesos a 36 mil 503 millones (una tasa de crecimiento de más de 2 mil 200 por ciento).

Para poder comprender de manera más clara podemos revisar los números particulares de algunas entidades federativas.

Situación en las 
entidades

En un reportaje del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) se comparan diferentes formas de medir la deuda estatal para poder generar conclusiones acertadas sobre cuál estado tiene la peor situación de deuda.

Si se toma el indicador de la deuda absoluta el Distrito Federal es la entidad más endeudada (más de 54 mil millones de pesos) acumulando el 13.57 por ciento de la deuda subnacional total.

El reporte subraya que las cinco entidades más endeudadas (DF, Nuevo León, Estado de México, Coahuila y Veracruz, en ese orden) conforman el 49.83 por ciento de la deuda subnacional total, prácticamente la mitad.

También se puede tomar en cuenta la deuda por habitante, para controlar el hecho de que la deuda absoluta es más alta si la población del estado es mayor. En este caso, Coahuila es el más endeudado con un nivel de 13 mil 280 pesos por habitante (incluyendo personas de la tercera edad, infantes, etc.). Le siguen Quintana Roo con 10 mil 291 pesos  y Nuevo León con 8 mil 597 pesos por persona.

Otra de las formas empleadas para medir ésto es calcular la deuda como porcentaje de las participaciones federales, que representan la mayor fuente de ingresos para los gobiernos estatales.

En este caso, los tres estados más endeudados son Coahuila, Quintana Roo y Nuevo León, con 315.77, 218.60 y 177.78 por ciento, respectivamente.

Como refiere el CIEP, el tipo de deuda es el justificante de la emisión. Si se cree que la deuda permitirá un ingreso futuro mayor para pagar el interés y tener una mayor riqueza entonces es válido. Sin embargo, se ha observado cómo en algunos casos el incremento de deuda es utilizado para gasto corriente, que no generará mayor riqueza en el futuro.

Esto significa que la emisión de deuda simplemente será un intercambio de ingresos en el futuro por ingresos actuales.

¿Qué medidas tomar?

Una alternativa para mejorar la situación, que algunos expertos han planteado, es la posibilidad de darle más independencia en el tema de finanzas públicas a los estados.

En este sentido, los estados tendrían que recaudar un porcentaje ampliamente mayor de los ingresos de lo que hacen actualmente a la par que se reducirían las participaciones federales.

Con una mayor autonomía se esperaría que los gobiernos estatales tengan mayor precaución al momento de endeudarse.

Claro, se tendría que tener un rigor fuerte en caso de que los estados quieran pedir rescate.

En este momento la fracción del PRI en el Senado gestiona una iniciativa para rescatar a los estados más endeudados (que curiosamente son los gobernados por el mismo partido).

La otra alternativa (un poco más drástica) es dejar de permitir la venta de deuda a entidades privadas por parte de los gobiernos estatales, que comenzó a permitirse a principios de la década pasada y es una de las principales causas por la cual la deuda ha explotado en ciertos estados.

Centralizar las finanzas públicas ciertamente sería un retroceso para el país en materia fiscal.

Por eso es necesario empatar los derechos que se le han otorgado a los estados con mayores responsabilidades que todavía no enfrentan.

Asegurar que  la propuesta de ley  logre eliminar los  incentivos para endeudarse indsicriminadamente será fundamental para detener el problema de la deuda subnacional.