El CIIT abarca 47 mil 500 kilómetros cuadrados, una extensión territorial similar a la de los Países Bajos. Foto: Especial

Empresarios ven al sureste mexicano con entusiasmo por este megaproyecto de AMLO

Uno de los proyectos emblema de la administración obradorista parece haber logrado la aprobación de la Iniciativa Privada, sin embargo, piden gobernanza para incentivar la inversión

El empresariado mexicano ve con entusiasmo el desarrollo industrial del sureste mexicano sobre todo con obras de infraestructura como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), sin embargo el auge comercial que se vive en el país podría ser impactado de una forma negativa ante la falta de gobernanza y el Estado de Derecho.

“Tenemos que ver el sur-sureste como un verdadero polo de desarrollo, que realmente le apostemos a esa parte, porque con la presentación de este proyecto se eliminan muchas dudas que los empresarios tenían”
José Abugaberpresidente de la CONCAMIN

El líder empresarial señaló que la interrupción de vías o acciones organizadas comunes de la región podrían ser factores que entorpezcan la operación del corredor.

Con el objetivo de impulsar la región, las autoridades económicas y hacendarias del país anunciaron que se otorgaran privilegios fiscales para el desarrollo de “industria pura y dura” en la región, entre ellos el descuento del 100 por ciento en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) en los tres primeros años de operación; exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en las operaciones realizadas dentro del corredor durante cuatro años y recuperación del IVA pagado en las compras hechas fuera de él.

La actual administración ha señalado que busca impulsar la industrialización en el sureste del país, de ahí la importancia del CIIT. Proyecto con pocos reflectores y en el que, al menos en apariencia, Iniciativa Privada (IP) y Gobierno se han reconciliado.

Francisco Cervantes, titular del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) apunta que la manera en que la Secretaría de Economía presenta el proyecto es muy interesante, ya que en el sur de México hay una gran cantidad de recursos como petróleo, gas natural y agua para el aprovechamiento del sector industrial, sin embargo, es la zona del país con mayor rezago económico, por lo tanto, el proyecto es una “oportunidad muy importante”.

No obstante, los miembros de la IP coinciden en que desde el ámbito público hay cuestiones que deben atenderse para garantizar que el CIIT resulte atractivo para los inversionistas, de lo contrario representaría un riesgo para la viabilidad del proyecto.

“La tramitología todavía sigue siendo complicada en nuestro país. Sobre todo, en el tercer nivel de gobierno, que son los alcaldes, ahí es donde estamos encontrando muchas trabas”, comenta el titular del CCE sobre las limitantes para participar en la licitación del proyecto.

La magnitud del proyecto

En los próximos días se publicarán las bases para la licitación de seis de los 10 polos de desarrollo para el Bienestar; polígonos de vocación industrial que integran al CIIT.

Los polígonos a adjudicar forman parte de una obra de infraestructura que integra un cinturón industrial conectado por 304 kilómetros de vía ferroviaria que unen al Golfo de México con el Océano Pacífico habilitado para la relocalización de la actividad productiva.

El CIIT abarca 47 mil 500 kilómetros cuadrados, una extensión territorial similar a la de los Países Bajos; y los polígonos comprenden un total de tres mil hectáreas distribuidas en 10 predios entre los estados de Oaxaca y Veracruz, informó Secretaría de Economía.

El corredor no es una zona industrial nueva. Gracias a la infraestructura ferroviaria, carreteras, puertos y aeropuertos existentes hay registro de más de 70 empresas de relevancia que ya operan ahí entre las que destacan Cemex, Maseca, Infra, Sika y Celanese.

“Nosotros queremos polos de desarrollo económico. No queremos especulación de las propiedades, queremos desarrollo industrial”, señala Raquel Buenrostro, secretaria de Economía, al hacer énfasis en la vocación del proyecto.

47 mil 500 kilómetros cuadrados abarca el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec

Otra cara del proyecto

La implementación del CIIT afecta a las comunidades originarias de 79 municipios (33 veracruzanos y 46 oaxaqueños), de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).

La simulación en las consultas a las comunidades, el incumplimiento de acuerdos en la construcción y el desplazamiento de pobladores originarios contrastan con la versión del consenso total que promueve el Gobierno federal.

El CEMDA ha documentado 26 agresiones en contra de personas defensoras del territorio en la zona de desarrollo del CIIT, entre octubre del 2021 y marzo del 2023, llegando, incluso, a ser letales.

“La imposición de megaproyectos es cíclica, siempre ha pasado lo mismo. Llegan, se imponen, sustraen, empobrecen más a las comunidades y se abandonan los procesos sociales”, lamenta Yoatzin Popoca, abogada del CEMDA, en entrevista para Reporte índigo.