El sector primario: clave para la recuperación económica a gran escala

La preocupación por el medioambiente y las políticas de economía circular pasan, necesariamente, por la inversión tecnológica

Poner el foco en el sector primario es acertar. La producción de productos frescos que se lleva a cabo desde ella es clave no solo para abastecer alimentariamente a la población sino también para volver a crear empleo que aligere el paro y conseguir que las zonas deshabitadas rurales vuelvan a tener vida, consiguiendo abrir un nuevo círculo de producción, trabajo, experiencia y, cómo no, economía a zonas despobladas en cualquier país.

“Ahora que está sobre la mesa la necesidad de apostar por esa migración necesaria de familias y de profesionales al mundo rural, es el momento de apostar también por la inversión en el sector primario para abrir nuevas vías de empleo y que sea viable a largo plazo” explican los expertos en economía.

La preocupación por el medioambiente y las políticas de economía circular pasan, necesariamente, por la inversión tecnológica y modernización de un sector que durante mucho tiempo ha sido casi maltratado por culpa de importaciones que les dejaban fuera de la competición a nivel precio y por una falta de mano de obra que ha supuesto la quiebra de mucha empresa familiar.

El paso adelante del sector

Sin duda, todo pasa por comenzar como empresa a dar la mano a los avances tecnológicos para bien optimizar las cosechas utilizando los menos recursos posibles o bien que cualquier granja sea capaz de sacar el máximo partido a sus productos mejorando tiempos, calidad y garantías sanitarias de forma monitorizada.

Algo así requiere, sin duda, de financiación que gracias a los préstamos que existen en el mercado dedicados para este tipo de acciones, como los que se pueden comparar en Matchbanker, se pueden conseguir líneas de crédito que permitan, después de una auditoría, poner el foco en el camino a seguir para hacer rentable este sector primario y, sobre todo, competitivo.

Monitorizar los campos e invernaderos, conseguir usar agua de una forma mucho más sostenible y, sobre todo, eficiente para la propia cosecha o para el cuidado de los animales y ser capaz de usar datos para optimizar todos los procesos se va a convertir en algo clave en adelante.

La tecnología, las cámaras, sensores, automatización y demás avances tecnológicos van a ser los grandes aliados de cualquier pequeña y mediana empresa del sector. Aunque en ciertas zonas rurales todo suene a ciencia ficción, la efectividad de avanzar hacia cierto proceso de automatización está ayudando al sector como ya lo hizo, por ejemplo, con la industria del aceite en España, que supo llegar a tiempo a la competición con otros países de la cuenca Mediterránea, dando paso a una reputación internacional que ha posicionado el AOVE como uno de los referentes gastronómicos de nuestro país.

“Cada país tiene la huerta más importante en su territorio y apenas se habla de ello. Solo apoyando su desarrollo y generando esa sinergia entre productores, consumidores y mercado se conseguirá sacar del letargo su competitividad. Se ha visto en la pandemia que es clave buscar producto km 0, ¿por qué se olvida tan fácilmente de nuevo con las importaciones? Depender de acuerdos comerciales al final sale mucho más caro” explican.