El aspirante polémico

David Malpass está nominado como futuro presidente del Banco Mundial, una decisión que ha dividido opiniones por las agudas críticas a las instituciones multilaterales del economista republicano

“México respalda la nominación porque quiere asegurar sus intereses”
Juan Pablo GaliciaAnalista político

Estados Unidos quiere mantener la presidencia del Banco Mundial (BM). El organismo está por elegir a su nuevo líder y la lista de los aspirantes la encabeza un estadounidense polémico, quien fue nominado por el mandatario republicano Donald Trump.

David Malpass es el nombre y apellido del personaje que se perfila a encabezar una de las mayores fuentes de asistencia financiera a nivel global, aunque para algunos integrantes del BM es una oportunidad perdida darle el puesto a un execonomista de Wall Street que se ha caracterizado por criticar a las instituciones multilaterales como el BM por intervenir de manera injustificada y perjudicar, sobre todo, el crecimiento de Estados Unidos.

En la actualidad, el cargo está cubierto de manera interina por la búlgara Kristalina Georgieva, consejera delegada de la institución, tras la salida sorpresiva del estadounidense Jim Yong Kim tres años antes de que culminara su segundo mandato.

Erasmo Zarazúa, analista en política internacional de la Universidad Iberoamericana, opina que la llegada del funcionario puede llevar al BM a fijar una postura mucho más cerrada.

“El Banco Mundial tiene muchas áreas de oportunidad, pero va a estar en manos de alguien que minimiza esta clase de organizaciones. A lo mejor veremos una fortaleza hacia adentro, sin embargo, existe un riesgo de que la entidad cierre sus cortinas y opere en lo mínimo hacia el exterior”
Erasmo ZarazúaAnalista en política internacional de la Ibero

A pesar de que Washington cuenta con la mayoría de votos en el Directorio Ejecutivo del BM, la candidatura del actual subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales podría sufrir un revés si el resto de los países miembros no apoyan a Malpass.

No obstante, este escenario es poco probable al tomar en cuenta que desde la época de la Guerra Fría, Estados Unidos y Europa tienen un acuerdo tácito en el que los estadounidenses eligen al presidente del BM y los europeos al jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Especialistas coinciden en que este pacto ya no debe estar vigente, debido a que el Tío Sam es una pieza clave para el organismo, pero ya no es la central, como ocurrió durante su fundación en 1944.

Un conjunto de líderes prominentes ha pedido que se rompa la tradición de que la presidencia del BM esté cerrada a candidatos estadounidenses y se abra a representantes de todos los países.

Para la economía más poderosa del mundo estar al frente del banco le da una posición de poder por encima del resto, además de que le asegura un flujo de capital.

Favorecer la agenda

Desde que fue nominado, el economista republicano realiza una gira de promoción en un intento por ganar más adeptos en la votación que se realizará en las próximas semanas.

Una de las reuniones clave que sostuvo fue a mediados de febrero con Hong Nam-ki, ministro de finanzas de Corea del Sur, en la que Malpass declaró que el BM debería coadyuvar también al desarrollo de Corea del Norte, país que no es miembro del organismo internacional.

Al respecto, Juan Pablo Galicia, analista político, sugiere que las palabras del funcionario mandan una señal de que durante su presidencia este país puede ser incorporado al grupo.

“Su ingreso sería un caballo de Troya, pues recibiría crédito para el desarrollo económico y social, y tendría una figura presente en la Junta de Gobernadores del Banco Mundial, a cambio de que se comprometa con la desnuclearización”, comenta el también académico de la Universidad Modelo.

1944
fue el año en que se creó el BM

En el peor de los escenarios, los analistas sugieren que la presidencia del fundador de una firma de investigación en macroeconomía con sede en la ciudad de Nueva York puede favorecer la agenda de Estados Unidos y en el camino beneficiar los intereses que persigue el inquilino de la Casa Blanca.

Por principio porque la idea de Malpass de cerrar la brecha económica es que se reduzcan los impuestos y se eliminen mecanismos de regulación para las empresas, medidas que el presidente estadounidense ha impulsado.

“A Donald Trump puede servirle como palanca para obtener varias victorias que está buscando por lo menos en el mediano plazo para que en su campaña de reelección pueda presumir de haber conseguido victorias en el plano internacional”, agrega Erasmo Zarazúa.

La gestión del funcionario estadounidense puede beneficiar la agenda de la Casa Blanca y los intereses de Donald Trump

México, el eterno aliado

El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, convocó a una reunión entre los ministros y secretarios de finanzas de Centroamérica y Malpass para promover su candidatura al frente del Grupo Banco Mundial.

Durante el encuentro celebrado el 8 de marzo, el nominado a dirigir el BM presentó su visión de hacia dónde buscará orientar su gestión destacando la necesidad de promover la transparencia, rendición de cuentas y medición de resultados con el propósito de hacer de este organismo una institución más efectiva que apoye el desarrollo de la región.

189
países integran al organismo internacional

Como resultado, el grupo de funcionarios expresó su apoyo a la candidatura del economista a la presidencia del organismo.

Juan Pablo Galicia comenta que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público manda un mensaje poderoso con esto, aunque no sorprende porque Estados Unidos es el socio comercial más importante para la economía mexicana.

“Si México respalda esta nominación es porque hasta cierto punto está garantizando algún beneficio, aunque sería interesante conocer cuál es el rubro en el que pidió que se le aseguraran sus intereses”.

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