La última actualización del IGAE muestra que la economía del país mantiene su crecimiento de la mano del consumo de los mexicanos pero para el segundo semestre hay predicciones de pérdida de dinamismo. Foto: Especial

Economía mexicana muestra resiliencia aunque no se descarta tropezón

La actividad económica del país crece a pesar de los obstáculos que ha enfrentado en los últimos meses, aunque analistas coinciden en que en lo que resta del año experimentará una desaceleración debido a factores internos y externos

Luego de una caída en marzo, la actividad económica mexicana muestra fortaleza al reanudar su crecimiento gracias a factores como el consumo, sin embargo, las previsiones dictan que en la segunda mitad del año dicho crecimiento podría perder dinamismo.

En abril, y con cifras ajustadas por estacionalidad, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 0.8 por ciento a tasa mensual, de acuerdo a los datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); cifra mayor a lo anticipado por el propio instituto.

La última actualización del IGAE muestra que la economía del país mantiene su crecimiento de la mano del consumo de los mexicanos a pesar de un entorno global complejo, presiones inflacionarias que aún se encuentran en niveles elevados y una política monetaria restrictiva, cuestión que sorprendió a los analistas.

“Este crecimiento de 0.8 por ciento viene antecedido por una caída moderada que vimos en marzo; algo interesante es que la actividad se mantiene claramente arriba de niveles preCovid y me parece rescatable mencionar que las tres ramas de la actividad económica presentaron una expansión respecto al mes anterior”, comenta Alejandro Saldaña, economista en jefe de BX+, en entrevista para Reporte Índigo.

Por otro lado, el rol que actualmente juega el consumo como impulso de la economía nacional resalta gracias a la tendencia creciente que alcanzó en marzo, al sumar dos meses con incrementos, de acuerdo al Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) que INEGI da a conocer periódicamente.

“Nosotros anticipamos un crecimiento mensual de 0.4 por ciento y fue mejor; prácticamente la sorpresa se explica por un crecimiento significativo en algunos servicios mayor al que esperábamos, comercio al menudeo, por mencionar”, señala Iván Arias, Director en Estudios Económicos de Citibanamex, a este medio.

Elementos que restan al dinamismo económico

De acuerdo a los analistas, también existen factores que inciden en un debilitamiento en la racha positiva por la que atraviesa la economía mexicana; los efectos que la política monetaria restrictiva del Banco de México (Banxico), que mantiene su tasa de interés en 11.25 por ciento, tendrá sobre la economía real en los próximos meses o la pérdida del poder adquisitivo de las remesas por la apreciación del peso, son algunos ejemplos.

El contexto internacional tampoco suma ya que el sector industrial estadounidense, y al cual la economía mexicana está estrechamente vinculada, lleva más de medio año contrayéndose, de acuerdo al Índice de Gestores de Compras (PMI, por sus siglas en inglés) elaborado por el Instituto de Gestión de Suministros; mientras que la economía de la eurozona, en la que se encuentran algunos de los grandes inversores del país, se está desacelerando.

“El hecho de que la economía haya crecido un poquito más en abril propone una economía que muestra resistencia a lo que estábamos previendo algunos analistas, sin embargo, la perspectiva de una desaceleración se mantiene vigente, posiblemente lo que ha cambiado es que dicha desaceleración no se verá tan pronto como se esperaba”, advierte Saldaña.

Segundo semestre complejo para la economía mexicana

Los economistas consultados coinciden en que la segunda parte de este año se caracterizará por una desaceleración de la actividad económica nacional ocasionada por las presiones inflacionarias y la política monetaria aplicada en el país, además de un contexto internacional lleno de incertidumbre por el estado de la economía de Estados Unidos (EU), Europa y China.

“Esperamos que la desaceleración de la producción industrial (en el país) sea cada vez más notoria, pensamos que la construcción permanecerá débil y que las manufacturas irán perdiendo dinamismo de manera significativa hacia adelante, siguiendo la tendencia de EU”, estima Arias para la segunda parte del 2023.

A largo plazo, el estado de la economía global tomará un mayor peso para marcar la magnitud de la desaceleración que la economía mexicana atravesará, ya que el aspecto comercial y cambiario estarán comprometidos gracias a la disminución de la actividad económica internacional, consensuan diversos equipos de análisis económico.

“El desempeño en China no ha repuntado como se anticipaba a inicios del año, con señales de estancamiento que podrían tener repercusiones relevantes en la economía global. Así, la demanda de las manufacturas mexicanas podría verse limitada. Además, la fortaleza del peso mexicano se mantiene como un reto para las exportaciones ya que se hacen menos competitivas en términos relativos”, alerta el equipo de Análisis Económico de Banorte.

A pesar del escenario adverso que se advierte, el freno en la economía nacional podría no ser tan pronunciado, y la recuperación vendría de la mano del dinamismo que la economía de EU retome en los primeros meses del próximo año, observan en la Dirección de Estudios Económicos de Citibanamex y el equipo de Estrategia Económica de BX+.

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