México parece dar pasos hacia atrás en la industria energética

Contrarreforma energética de México es anacrónica

Mientras diversas naciones se encuentran en plena transición hacia esquemas energéticos a través de fuentes renovables, México parece dar pasos hacia atrás en la industria energética. Al menos esa es la impresión de especialistas en la materia quienes advierten que la reforma constitucional presentada la semana pasada por el presidente Andrés Manuel López Obrador no […]

Mientras diversas naciones se encuentran en plena transición hacia esquemas energéticos a través de fuentes renovables, México parece dar pasos hacia atrás en la industria energética.

Al menos esa es la impresión de especialistas en la materia quienes advierten que la reforma constitucional presentada la semana pasada por el presidente Andrés Manuel López Obrador no generaría un marco legal que propicie la transformación hacia modelos energéticos innovadores y limpios para generar energía.

“Con esta contrarreforma vamos a tener en México un atraso de al menos una década porque la transición energética en el mundo está cambiando muy rápido, el detonante fue el alto precio del gas natural en ciertas regiones, en mercados como en Europa y países como China, en México el problema es cómo se va a hacer para transitar al nuevo modelo porque podrían minimizar las inversiones de países que ya tienen avance en la implementación de energías renovables”
Ramses Pech Asesor de la industria energética

La iniciativa modifica los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución con el objetivo de que el Estado recupere la conducción del sistema eléctrico nacional a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que se convierte en organismo del Estado, mismo que se encargará de preservar la seguridad energética, la autosuficiencia energética y el abastecimiento continuo de energía eléctrica a toda la población

En ese sentido propone que la CFE se encargue de por lo menos el 54 por ciento de la participación del mercado eléctrico y 46 por ciento a la iniciativa privada, misma que estaría sujeta a la planeación y control del sistema eléctrico nacional a través de la CFE.

Para instrumentar este sistema eléctrico se cancelarían todos los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa de electricidad, así como las diversas figuras de generación privada y las solicitudes pendientes de resolución.

Sin embargo, no se detalla un mecanismo específico de cómo se llevarían a cabo estas cancelaciones lo que podría generar un alto número de demandas y conformaría un elemento en contra del crecimiento del mercado energético.

Asimismo la CFE se integraría como un solo organismo del Estado en forma vertical y horizontal y mantendría la Subsidiaria CFE telecomunicaciones e Internet para Todos y las Filiales CFEnergía, CFE Internacional y CFE Capital.

“Al cancelar permisos de generación, el cálculo estimado de la propuesta señala que podría cubrir la demanda del mercado con las actuales empresas. Pero esto no está acorde al crecimiento de la demanda y es necesario considerar que una planta no indica que su capacidad instalada genera o es utilizada al 100 por ciento, el promedio actual fluctúa entre el 40 a 55 por ciento. México, sufrirá un retraso al no haber modernidad a nuevas formas de producir al depender del presupuesto que se otorgue a CFE, además ante la nueva política de reducir los gases de efecto invernadero y el calor, deberán invertir en mejorar la eficiencia de generación”, advierte Pech.

La iniciativa modifica los artículos 25, 27 y 28 de la constitución con el objetivo de que el Estado recupere la conducción del sistema eléctrico nacional a través de la CFE

No se propicia la competencia energética

Otro elemento a destacar de esta reforma es que se reincorpora a la CFE el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) que ejerce el control operativo del sistema eléctrico, la operación del mercado eléctrico mayorista y garantiza imparcialidad en el acceso a la Red Nacional de Transmisión y a las Redes Generales de Distribución.

“Al dejar de existir el CENACE como órgano preponderante del mercado para controlar los costos, estas tarifas de mover la electricidad las pondrá la CFE y no especifica el mecanismo del cálculo, ocasionando la incertidumbre de si son valores reales”, detalla el especialista.

Bajo esta nueva conformación también se cuestiona los principios de competencia en el mercado, sin embargo también resulta necesario priorizar el aseguramiento del abasto energético en el país, advierte Arturo Carranza, analista del sector energético.

“En todos los países se plantea cómo conciliar el tema de la competencia con el tema de un suministro eléctrico confiable y seguro y por eso entiendo que la propuesta sea buscar garantizar el suministro, lo que no observo es propiciar la competencia y seguridad en el espacio eléctrico. En otros países se concilia apostándole a tecnologías nuevas sobre todo el almacenamiento porque mucho de los argumentos en favor de robustecer el servicio confiable y seguro tiene que ver con la variabilidad de muchas tecnologías como la eólica y solar que son variables y generan estabilidad en la red”, explica el especialista.

Cabe destacar que la iniciativa también establece que no se otorgarán concesiones de extracción de litio a privados que se reservaría para el dominio de la nación como material para las pilas de almacenamiento de energía.

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