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Después de noviembre

Martin Feldstein, profesor de Economía de la Universidad de Harvard y profesor emérito del Buró Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, es una de las voces más respetadas en la comunidad económica.

 

80%
de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos
Los pobres se envanecen de sus gastos; los ricos, de sus economías” 
Abel BonnardEscritor francés

Martin Feldstein, profesor de Economía de la Universidad de Harvard y profesor emérito del Buró Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, es una de las voces más respetadas en la comunidad económica.

 

Su diagnóstico respecto al futuro de la economía global y estadounidense es escuchado con atención por el mercado, por las autoridades de política económica y, por supuesto, por la academia.

 

Esta semana, Feldstein publicó un artículo en el que se hace una pregunta crucial: ¿Qué podría salir mal en Estados Unidos? El académico argumenta que los eventos políticos podrían ser el centro de una nueva oleada de problemas económicos. 

 

Una de las lecciones más claras que ha dejado el actual proceso electoral estadounidense es que el sucesor del presidente Barack Obama recibirá un país polarizado, marcado por la incertidumbre.

 

Existe el consenso de que las elecciones del 2016 representan uno de los eventos más disruptivos para la política estadounidense en los últimos años.  La campaña de Donald Trump, el candidato republicano, ha movido a la izquierda a uno de los personajes más asociados con el establishment político: la candidata demócrata, Hillary Clinton.

 

El cambio de discurso de Clinton desde un apoyo cabal al libre comercio hacia una postura proteccionista, evidente en sus propuestas concretas de política comercial, evidencia que ésta es una elección excepcional.

 

De acuerdo al instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, por sus siglas en inglés),  el proceso electoral de 2016 representa la primera vez en la que las campañas de ambos candidatos han hecho un énfasis de esta magnitud en el libre comercio, o en su defecto, en el proteccionismo.

 

El futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así como la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) queda en vilo.

 

Para México, que destina el 80 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, esto significa un asunto de vida o muerte.  El PIIE publicó un artículo este mes en el que refiere que la economía mexicana se encuentra “secuestrada” por la volatilidad en Estados Unidos.

 

Esto no sólo se limita a los efectos que podría tener un cambio de rumbo hacia el proteccionismo en América del Norte, sino que incluye a los posibles efectos de un cambio en la política monetaria de la 

Reserva Federal o una desaceleración económica.

 

En ese sentido, Feldstein refiere que, en medio de una coyuntura macada por la incertidumbre, se añade el riesgo de una debacle económica.

 

Para el profesor de Harvard, el hecho de que la proporción precio sobre ganancias de las acciones estadounidenses coticen a niveles 60 por ciento superiores  a los estándares históricos, representa un riesgo de primer orden.

 

De acuerdo a sus cálculos, un regreso del precio de las acciones a niveles en línea con sus cotizaciones históricas implicaría una corrección en el gasto de consumo de Estados Unidos equivalente al 2.5 por ciento del PIB. Esto se explica por un menor efecto riqueza.

 

Sin embargo, lo anterior sería catastrófico para México, un país altamente dependiente de los vaivenes de los ciclos económicos en Estados Unidos.

 

El efecto FED

 

Banco de México, altamente reactivo a decisiones, ya está en un ciclo alcista, en la pasada reunión de septiembre de su junta de gobierno tomó la decisión de incrementar en 50 puntos base la tasa interbancaria, para ubicarse en 4.75 por ciento.

 

Las dos alza en tasas en el presente año han ocurrido en momentos de estrés del tipo de cambio. 

 

Una de ellas ocurrió de manera inesperada el 7 de febrero, también en 50 puntos base; luego el 30 de junio, una semana después del referéndum sobre el Brexit.

 

En ambos casos, las decisiones del instituto central ocurrieron en condiciones similares o más cómodas que en la actualidad, respecto a la inflación o sus expectativas inflacionarias.

 

La decisión de política monetaria del instituto central tuvo como objetivo bajar las presiones inflacionarias, y mantener ancladas las expectativas de inflación, explicó en un comunicado.

 

Lo anterior debido a que miembros de la junta de gobierno del banco central mexicano han advertido de la creciente posibilidad que la depreciación del moneda mexicana se traslade a precios; así como el potencial de presiones adicionales en el valor de la divisa, en la medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos. 

 

La reciente encuesta CitiBanamex de expectativas arrojó que el consenso confirmó el pronóstico, en el cual Banco de México elevaría en 25 puntos base la tasa en diciembre de este año. Las proyecciones de cierre anual fue reiterada en 5.00 por ciento y de 5.50 por ciento para el 2016 y 2017, respectivamente.

 

Crecen exportaciones en México

 

En la parte de comercio exterior, hasta septiembre las cifras de la balanza comercial reflejaron un tono positivo, en donde casi todos los rubros de exportaciones e importaciones repuntaron con fuerza a tasa mensual.

 

Esto permitió que las variaciones en términos anuales se ubicaran por arriba de lo que anticiparon los especialistas de CitiBanamex.

 

Por otro lado, en forma anual, las exportaciones totales de México crecieron todavía a un ritmo lento de 1.4 por ciento; mientras que los envíos de manufactura aumentaron en 0.7 por ciento, una tasa mayor a la de 0.3 por ciento, que se anticipaba.

 

Mientras que la actividad económica, medida por el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) continuó débil en agosto de 2016, lo cual fue determinado por los dos principales sectores que registraron pocos avances.

 

En el acumulado de enero a agosto, la actividad económica registró un crecimiento promedio anual de 2.3 por ciento, la misma tasa que tuvo en igual periodo de 2015. Según las previsiones de CitiBanamex, la actividad continuó débil en septiembre, lo que confirmó que el  Producto Interno Bruto (PIB) crecería en forma anual 1.7 por ciento para el tercer trimestre de 2016, y de 2.1 por ciento para todo el año.

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