La corrupción, la colusión entre grupos de poder y la escasa competencia se volvieron la norma para generar riqueza y eso está generando recelo ante el capitalismo entre los mexicanos. Foto: Especial

Capitalismo, los mexicanos desconfían del sistema económico ante la estela de desigualdad que ha dejado en el país

El sistema económico que impera en el país pasa por una crisis de credibilidad por su incapacidad de atender los grandes problemas sociales y crear riqueza a toda costa

Parte de la población mexicana considera que el sistema económico que rige a la sociedad tiene un mayor impacto negativo que positivo al no atender la brecha de desigualdad ni la pobreza que impera en el país.

La economía de mercado atraviesa por una crisis de credibilidad luego de un periodo en el que la corrupción, la colusión entre grupos de poder y la escasa competencia se volvieron la norma para generar riqueza; por ello el 47 por ciento de la población mexicana a nivel nacional considera que el capitalismo hace más mal que bien, según la Encuesta de Percepción del Empresariado y el Capitalismo (EPEC).

En el estudio elaborado por la Iniciativa Capitalismo Social también se encontró que el mexicano percibe un sistema económico capaz de generar riqueza y empleo, pero que no necesariamente se traduce en bienestar para la población.

Actualmente hay 55.7 millones de personas se encuentran en situación de pobreza, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).

“Históricamente ha habido un gran segmento de la población que se ha visto poco beneficiada de los diferentes esquemas económicos por los que se ha atravesado. Actualmente hay un esquema de libre empresa o relativa libre empresa, pero desde mucho antes ha habido una inequidad que genera el sistema económico, lo que provoca esa desconfianza”, opina Jaime Martínez, decano de la escuela de negocios del Tecnológico de Monterrey.

El capitalismo ha permitido la acumulación de grandes riquezas en el país, las cuales se acentuaron hasta en un 33 por ciento desde el inicio de la pandemia hasta ahora, detalla Oxfam México. Esta disparidad podría explicar por qué 37 por ciento de los encuestados considera que se ha reducido la brecha entre pobres y ricos o que ha disminuido la pobreza al dejar en manos del libre mercado el desarrollo de la economía nacional.

Desigualdad aumenta recelo ante capitalismo

Aunque el 45 por ciento de las opiniones creen que la clase dirigente del capitalismo debe involucrarse en la cuestión salarial, el reflejo en el mercado laboral nacional no ha sido positivo en más de 40 años, ya que el 74 por ciento de los empleados del país no ganan más de 13 mil pesos al mes, muestran los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La incapacidad de movilidad en la escala económica, los bajos salarios y la reducción que ha tenido el poder adquisitivo de los mexicanos ha generado que no haya una perspectiva positiva sobre la estructura económica del país, y se nutre con la disparidad de oportunidades que hay entre clases sociales, apunta Angelina Arriola, profesora en desarrollo organizacional y empresas familiares del Tecnológico de Monterrey.

“La simetría implica que tenemos iguales derechos y responsabilidades; la ciudadanía no está percibiendo eso, percibe que, si las grandes empresas tienen recursos, entonces se pueden saltar las reglas, no cumplirlas. En cambio, yo, como ciudadana si las tengo que cumplir”, explica Arriola sobre la desigualdad del capitalismo mexicano.

El modelo económico capitalista genera una acumulación de riqueza reflejada en un reducido número de personas, las cuales en el país pertenecen al empresariado nacional, y de la cual los mexicanos también tienen opiniones muy puntuales.

Empresarios también son mal mirados

Al revisar la postura de la ciudadanía sobre la clase empresarial, el 49 por ciento de los participantes en la EPEC confiesan que confían en el empresariado del país; y de manera paralela el 45 por ciento de la población encuestada cree que ese sector de la economía es responsable de problemas sociales como la falta de empleo, la contaminación, la desigualdad y la crisis económica.

Sin embargo, nueve de cada 10 personas consideran que los grandes empresarios son corruptos, algo que no suena alejado de la realidad, sobre todo si se contrasta con el estado actual del ámbito empresarial nacional.

De acuerdo a la lista Forbes de multimillonarios en México, los primeros lugares figuran en el ramo empresarial y se han visto envueltos en diversas acusaciones. Carlos Slim, por ejemplo, registra una fortuna valuada en 93 mil millones de dólares que ha acumulado por actividades relacionadas con la construcción y telecomunicaciones, por mencionar, y en la que se relaciona a su empresa, Grupo Carso, con el colapso de la línea 12.

Por otro lado, Germán Larrea, segundo hombre más rico del país y con una fortuna calculada en 26 mil 600 millones de dólares, tiene entre los registros de Grupo México tragedias ambientales como el derrame de ácido sulfúrico en el Mar de Cortés y el desastre minero de Pasta de Conchos.

A la lista se suma Ricardo Salinas Pliego, que con una fortuna que asciende a más de 10 mil millones de dólares ha sido acusado de evasión fiscal y maltrato laboral en sus empresas Banco Azteca y Elektra.

“El modelo que se nos enseñó de los setentas para acá es un modelo muy agresivo, un capitalismo voraz y eso ha creado fallas que, sí, han generado mucho desarrollo económico, pero no necesariamente un desarrollo que ayude a la sociedad en su conjunto”, opina Federico Garza, Presidente del Centro Eugenio Garza Sada.

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