El Producto Interno Bruto de Estados Unidos ha demostrado fortaleza al crecer 3.3 por ciento en el último trimestre del año pasado

Buenas noticias por el avance de la actividad económica de Estados Unidos

A pesar de las adversidades, el desempeño actual de la actividad económica estadounidense brinda un poco de certidumbre al no perder la senda de crecimiento, una tendencia que puede traer beneficios para nuestro país

La economía de Estados Unidos rompe los pronósticos con su ritmo de crecimiento al cierre del 2023, cuestión que disipa la incertidumbre ante una probable recesión y ofrece un escenario positivo para las naciones que tienen una estrecha vinculación con ella.

La considerada economía más grande del mundo gracias a su tamaño, según los datos del Fondo Monetario Internacional, ha demostrado fortaleza al crecer 3.3 por ciento en el último trimestre del año pasado y cerrando 2023 con un crecimiento en su Producto Interno Bruto (PIB) de 2.5 por ciento, cifra mayor a la registrada en 2022, de acuerdo con la estimación anticipada de la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos (Bea, por sus siglas en inglés).

El dato, que estuvo por encima de las previsiones del mercado, demuestra que el motor interno de la economía estadounidense se mantiene resiliente a pesar de factores adversos que han impactado de manera negativa su desempeño durante los últimos meses, explica a Reporte Índigo Montserrat Aldave, economista principal en Casa de Bolsa Finamex.

“Es un número super robusto, y si bien sí es una pequeña desaceleración respecto al tercer trimestre de 2023, superó las expectativas de todos los analistas en Estados Unidos; y creo que una de las características principales no solo del cuarto trimestre, sino de todo el año pasado, fue la fortaleza del gasto, liderado además por el consumo privado provocado por un mercado laboral pujante”, expone Aldave.

Al respecto, la Bea añade que el gasto de los gobiernos locales y estatales también incidieron en un aumento de las remuneraciones de los trabajadores empleados dentro de la iniciativa pública; además, la inversión empresarial también ha mostrado resiliencia, estimulando el clima de negocios dentro del país, como señala la Oficina de la Casa Blanca; factores que han dinamizado el consumo en Estados Unidos a pesar de las persistentes presiones inflacionarias y las altas tasas de interés.

A pesar de las predicciones de muchos pronosticadores, no hubo recesión en 2023. En cambio, la inflación ha bajado significativamente y hemos mantenido un mercado laboral saludable. La tasa de desempleo está cerca de mínimos históricos. Y hemos tenido la recuperación más rápida y más justa jamás registrada”, celebra Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de Estados Unidos.

El motor interno de la economía estadounidense se mantiene resiliente a pesar de factores adversos que han impactado de manera negativa su desempeño

Señales positivas que sugieren un aterrizaje suave de la actividad económica

A pesar de que el avance del PIB de Estados Unidos durante el último trimestre de 2023 representó una caída respecto al tercer trimestre de ese año, el hecho de que la disminución haya sido menor a la esperada implica una señal de que no se prevé un debilitamiento adicional dentro de la economía estadounidense y sus componentes macroeconómicos, lo que puede abrir la puerta a que, a mediano plazo, pueda presentarse una fase de re dinamización económica, como lo expone el sector de la transformación, apunta Iván Arias, Director de Estudios Económicos en Citibanamex.

La producción de manufacturas en Estados Unidos ha ido adelantada en su ciclo respecto a la economía estadounidense en su conjunto; el año pasado ya tuvieron una caída, y nosotros pensamos que en la primera mitad de este año todavía puede mantenerse un poco débil, pero en la segunda mitad de 2024 iniciará una recuperación relativamente acelerada de las manufacturas en el país del norte”, comenta a este medio el analista.

Dicho diagnóstico coincide con el análisis de la organización The Conference Board, la cual anticipa un inicio “tibio” para la economía estadounidense en 2024; donde la volatilidad e incertidumbre persistirán a pesar de que los indicadores fortalecen la tendencia de un “aterrizaje suave”, es decir, un escenario donde la actividad económica de Estados Unidos disminuirá paulatinamente y de manera poco profunda, para posteriormente volver a una senda de crecimiento vigoroso.

Así, el desempeño del PIB de la considerada economía más grande del mundo al cierre de 2023 guarda una buena noticia para economías como la mexicana que, a pesar de contar con un escenario base donde el bajo crecimiento económico será el distintivo para este año, podrían volver a romper con los pronósticos gracias un mejor panorama a mediano plazo.

Un buen resultado para México y Estados Unidos

Aldave y Arias coinciden en que, gracias al aterrizaje suave que está mostrando la economía de Estados Unidos, existe la posibilidad de que no sea necesaria una disminución adicional de la actividad productiva en la región, lo que mejorará las previsiones de crecimiento a lo largo de este año.

Al momento, el sector exportador mexicano ha mostrado una reducción anual de 0.2 por ciento en el último mes de 2023, según datos de Banco de México, cuestión atribuible al hecho de que el grueso del comercio exterior nacional tiene como destino Estados Unidos; una cuestión que, junto con el propio destino de la economía mexicana, podría mejorar si la gran economía del mundo continúa disipando las dudas con un buen desempeño.

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