En vez de depender en gran medida de las tensiones geopolíticas, las empresas estadounidenses deberían avanzar hacia el refuerzo de cadenas de suministro en países de confianza. Foto: Especial

Bloques globales e inversión fragmentada ante tensiones geopolíticas

Las tensiones entre grandes potencias económicas han derivado en relocalización de IED, algo que a largo plazo podría impactar al crecimiento mundial, advierte el FMI

El mundo se fragmenta en bloques debido a las tensiones geopolíticas que se han presentado durante los últimos años y los flujos de inversión se concentran entre países aliados.

Pero esta tendencia podría reducir sustancialmente la producción mundial en aproximadamente dos por ciento a largo plazo y los mercados emergentes serán los más vulnerables aunque no se descarta impacto a países desarrollados, señala el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través del reporte World Economics Outlook.

Por ello el organismo internacional hace un llamado a equilibrar “cuidadosamente las motivaciones estratégicas” detrás de la relocalización de inversiones entre países aliados.

El informe detalla que las tensiones entre Estados Unidos y China, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania o el Brexit son algunos de los eventos que han establecido desafíos a nivel internacional que están conduciendo a un retroceso en las políticas de integración económica mundial.

Para evitar que estas tensiones geopolíticas impacten a las cadenas de suministro, las empresas y formuladores de políticas están enfocando sus esfuerzos en mover los procesos de producción a “países confiables con preferencias políticas alineadas”.

Por ejemplo, recientemente Janet Yellen, secretaría del Tesoro de Estados Unidos, afirmó que en vez de depender en gran medida de las tensiones geopolíticas, las empresas estadounidenses deberían avanzar hacia el refuerzo de cadenas de suministro con países de confianza.

Otro país que está siguiendo esta tendencia es Francia, toda vez que el gobierno ha hecho llamados para que la Unión Europea desarrolle una estrategia de “Hecho en Europa”, en tanto que en China las autoridades gubernamentales tienen como objetivo reemplazar la tecnología importada con alternativas locales para reducir la dependencia de los “rivales geopolíticas”.

Además el FMI explica que al llevar a cabo un análisis de los reportes de grandes corporaciones multinacionales se observa un fuerte aumento en el interés de las empresas en la relocalización de inversión a países aliados.

Cambios en la globalización

Diversos organismos internacionales y análisis de mercado advierten que la globalización presenta un ritmo más lento, además de que está presentando cambios relacionados con la concentración del intercambio entre países específicos.

Este señalamiento se sustenta en el hecho de que los flujos de comercio, capital e información internacionales en 2022 superaron a los previos a la pandemia de COVID-19, pero permanecieron concentrados en países específicos, de acuerdo con Trade Report: A fragmenting world.

Este reporte señala que para el 2023 se espera que el intercambio de mercancías disminuya en medio de un menor crecimiento y un pico de la inflación, además de que las tensiones geopolíticas continúen profundizando la fragmentación.

“La rivalidad entre Estados Unidos y China seguirá limitando el comercio de mercancías especialmente en tecnologías. Paralelamente Europa seguirá reduciendo su dependencia de Rusia, especialmente para los productos energéticos. Ha habido medidas significativas para desvincular estas economías en los sectores de alta tecnología (suministros médicos, chips de computadora y materiales de tierras raras) y redes sociales. Se espera que Estados Unidos compre importaciones más caras de países terceros como Vietnam. Esta tendencia se ve reforzada por China que ya estaba perdiendo competitividad en la región a medida que aumentaban los salarios locales”, afirma el reporte.

México beneficiado

En este proceso de relocalización de inversión e intercambio comercial, México podría estar siendo uno de los países que esté aprovechando dichos cambios, toda vez que tanto autoridades nacionales como especialistas en materia de comercio internacional han señalado al nearshoring como una oportunidad extraordinaria para la captación de IED en el país.

El nearshoring es una tendencia de regionalización y relocalización geográfica de las cadenas de suministro y producción globales que ha beneficiado a México por su posición geográfica privilegiada.

Se prevé que este fenómeno se localice con más fuerza en las regiones norte, el bajío e incluso en la Ciudad de México y Estado de México por ser zonas en donde se consolida la mayor parte de la planta productiva del país y generalmente atrae más inversión extranjera, de acuerdo con un reporte de Moody’s.

Datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) apuntan que México tiene el potencial más alto para beneficiarse del proceso del nearshoring que podría generar potenciales ganancias hasta por 35 mil millones de dólares, equivalente a 2.66 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), derivado de nuevas exportaciones de mercancías.