Las medidas económicas adoptadas por Biden han impulsado el consumo de la ciudadanía estadounidense que se mantiene fuerte. Foto: Especial

Bidenomics a debate

La estrategia económica de la actual administración de Estados Unidos, puede ser la llave para la reelección de Joe Biden; todo depende de cómo se refleje en el bolsillo del estadounidense

El presidente de Estados Unidos usa como principal elemento de promoción para su reelección la estrategia económica implementada durante su mandato, sin embargo, la eficacia del Bidenomics está a debate por los efectos generados dentro de la economía más grande del mundo.

Bajo el lema de “hacer crecer la economía de la mitad hacia afuera y de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo”, Joe Biden, presidente de Estados Unidos (EU), centra su estrategia económica, conocida como Bidenomics, en aspectos como el incentivo al consumo interno, el desarrollo de la industria nacional y la transición energética.

Sin embargo, el estímulo que aplica el gobierno estadounidense a su economía, podría tener un efecto negativo a mediano y largo plazo, ya que es prácticamente insostenible, explica José Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), a Reporte Índigo.

“La economía sí crece, pero a golpe de subsidios, y ese es el punto. El plan económico de Biden ha tenido éxito, pero estrictamente por la cuestión de la intervención del Estado, la cuestión está en que, cuando se retire el apoyo económico implementado por esta administración, el crecimiento artificial que presenta la economía de Estados Unidos se va a caer”, advierte Martínez.

La aplicación de Bidenomics parte de la implementación de la Ley de la reducción de la inflación, la Ley de chips y la Ley de inversión en infraestructura y empleos, una triada de decretos impulsados durante la actual administración para el fortalecimiento económico de Estados Unidos, y que de acuerdo al mandatario estadounidense, han sorprendido incluso a instituciones financieras como Morgan Stanley y Goldman Sachs.

Al cumplir un año de su implementación, la Ley de la reducción de la inflación ha logrado que el sector privado anuncie 110 mil millones de dólares en inversiones para fabricación de energía limpia y limitar los costos de medicamentos e insumos médicos, como la insulina, de acuerdo al presidente de EU.

Por otro lado, como resultado del anuncio de una inversión gubernamental por 50 mil millones de dólares para llevar de vuelta a Estados Unidos la producción y cadenas de suministro de microchips, el Departamento de Comercio estadounidense registra más de 460 declaraciones de interés presentadas por empresas que desean fabricar semiconductores dentro del país norteamericano.

Además, el consenso en materia de infraestructura entre republicanos, demócratas e independientes impulsado por Biden actualmente suma 37 mil proyectos financiados para mejoramiento de carreteras, modernización de sistemas de agua y mantenimiento de puentes, exponen los registros de la Oficina de la Casa Blanca.

Incluso, como resultado de las medidas económicas adoptadas por Biden, el consumo de la ciudadanía estadounidense se mantiene fuerte, ya que en julio las ventas minoristas aumentaron 0.7 por ciento, más de lo esperado por el mercado, acorde a los datos de la Oficina del Censo, una demostración de la resiliencia de la considera economía más grande del mundo.

Sin embargo, el costo de Bidenomics es muy alto, de acuerdo al coordinador del LACEN, una facción importante de la clase política estadounidense y el estado de finanzas públicas del país. Esto porque  apenas hace un par de meses Joe Biden buscaba un consenso con republicanos para poder elevar el techo de la deuda, pues los compromisos económicos del Gobierno ascienden a 32 billones de dólares, el monto más elevado del que se tenga registro.

Incluso, a pesar de que el temor recesivo ya no es la principal preocupación entre analistas, tomadores de decisión y consumidores, tanto la Reserva Federal como el Fondo Monetario Internacional admiten un menor crecimiento de la economía estadounidense a largo plazo, lo que sugiere que una desaceleración económica podría presentarse en año electoral, alterando la percepción de la ciudadanía y arrebatarle la reelección a Biden.

Impacto a México

A pesar de que la economía nacional está vinculada de manera muy estrecha a Estados Unidos, y Bidenomics perfila una tendencia prioritaria en atender y desarrollar los aspectos propios de la economía estadounidense, el hecho de que el proyecto económico de la actual administración norteamericana fracase tendría fuertes implicaciones en México, explica José Martínez, coordinador del LACEN.

“Tomando en cuenta que del 100 por ciento de la producción manufacturera de exportación que México tiene, el 87 por ciento se coloca en Estados Unidos, por otro lado, el 100 por ciento de esas exportaciones representa el 39 por ciento del Producto Interno Bruto del país; como quiera verse, ya sea por apreciación de la moneda o desaceleración de la economía de Estados Unidos, sí tendríamos un efecto negativo aquí si Bidenomics falla”, apunta Martínez.

Actualmente, el país se coloca como el primer socio comercial de Estados Unidos, según los datos de la Oficina de Censo, y con dinámicas económicas como la relocalización industrial, fenómeno conocido como nearshoring, se espera que la integración de  México y su vecino del norte se profundice, y con ello, crezca la influencia entre las estrategias económicas de ambos países.

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