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Argentina vs. los buitres

El 30 de julio de este año, Argentina entró en suspensión de pagos de su deuda soberana por octava ocasión en su historia y por segunda ocasión en los últimos 15 años, al no lograr establecerse un acuerdo entre el país y la totalidad de sus tenedores de bonos. 

92%
de los tenedores de bonos argentinos aceptaron reestructuraciones
de esta deuda soberana entre 2005 y 2010
"No puede permitirse que la suspensión de pagos se convierta en una condición permanente. La República de Argentina y sus tenedores de bonos, tanto los que accedieron como los que se opusieron a la renegociación, sufrirán daños cada vez más graves, y el ciudadano argentino ordinario será la víctima real y definitiva”
Daniel PollackMediador de la negociación entre Argentina y sus tenedores de bonos
Expertos apuntan que Argentina debe recobrar su acceso a los mercados de capital y pedir más préstamos si quiere estimular su crecimiento a largo plazo
https://www.youtube.com/watch?v=YheC8SC_LnM&list=UUCCjc1piE1mIrhcE3ejENeA

El 30 de julio de este año, Argentina entró en suspensión de pagos de su deuda soberana por octava ocasión en su historia y por segunda ocasión en los últimos 15 años, al no lograr establecerse un acuerdo entre el país y la totalidad de sus tenedores de bonos. 

El evento difícilmente causó sorpresa para los expertos y analistas, ya que el gobierno argentino había indicado que no cedería ante la presión de los llamados “fondos buitre”, tenedores de bonos que se rehusaron a aceptar los términos de las reestructuraciones de la deuda argentina que tuvieron lugar en el 2005 y 2010.

Pero aunque la retórica hostil del gobierno argentino y su reciente historia de defaults han puesto a los mercados y la opinión de la prensa internacional en su contra, Argentina no es la única parte con culpa en esta historia, ni puede en realidad aceptar los términos que le han sido impuestos en este conflicto.

Axel Kicillof, ministro de Economía de Argentina, ha indicado que si el país cumple con las demandas de los fondos buitre, que resultaría en un pago de entre 15 y 20 mil millones de dólares, tendría de inmediato que enfrentarse a demandas similares por parte del resto de sus acreedores.

Esto resultaría en un total de aproximadamente 150 mil millones de dólares en pagos que Argentina tendría que realizar. En comparación, las reservas internacionales del país sudamericano son de tan solo 29 mil millones de dólares.

La letra chiquita

Existen dos cláusulas legales que son claves para entender el dilema argentino.

Por un lado, la famosa disposición pari passu dentro de los contratos de emisión de deuda obliga a los países a otorgar un mismo trato a los deudores.

Las ramificaciones de lo anterior están sujetas a interpretación legal. En el caso de Argentina, la Corte de Nueva York determinó que no podía seguir pagando el rendimiento de sus bonos reestructurados sin saldar antes su deuda con los fondos buitre.

Esta resolución es la que eventualmente llevó al país al default, debido a que pagar la totalidad de la deuda a los buitres significaría hacer los mismo con los que aceptaron la reestructuración.

Lo anterior es consecuencia de otra cláusula contenida en las reestructuraciones de deuda. En línea con lo estipulado en estos acuerdos, Argentina no puede ofrecer condiciones más favorables que las que se encuentran en las reestructuraciones del 2005 y 2010.

Sin embargo, esta última disposición queda sin efectos a partir de enero del próximo año, por lo que los mercados esperan que en el corto plazo todo se resuelva.

Las olas del ‘default’

A pesar de las derrotas que Argentina ha sufrido en las cortes estadounidenses, y aunque el país ha sido excluido de los mercados financieros internacionales desde hace 13 años, aún tiene un poderoso aliado que le ha extendido su apoyo: China.

El mes pasado, Argentina obtuvo un préstamo de 7.5 mil millones de dólares de parte de China para invertir en proyectos energéticos y de transporte. China es además el segundo mayor socio comercial de Argentina, después de Brasil.

Sin embargo, los expertos apuntan que el apoyo de China por sí solo no podrá sacar a Argentina de su estancamiento económico, y que el país debe recobrar su acceso a los mercados de capital y pedir más préstamos si quiere estimular su crecimiento a largo plazo.

Además, mientras más tiempo permanezca el país en default, más se verá impactado su crecimiento para este año. 

Mientras que antes se esperaba que la economía argentina se contrajera 1.5 por ciento en el 2014, ahora la expectativa es de una contracción del 3.5 por ciento.

Los fondos buitre

Cuando Argentina reestructuró su deuda en el 2005, varios tenedores de bonos rechazaron la oferta gubernamental y demandaron el pago íntegro de lo prestado más los intereses correspondientes.

La mayoría de este grupo de acreedores son fondos que compraron sus bonos en el mercado secundario a otros inversionistas con una gran tasa de descuento.

A pesar de saber con anticipación que el país no tenía dinero para pagar, estos fondos compraron los bonos con el fin de ir a juicio y conseguir con el tiempo el pago completo de la deuda.

Este esquema de ganar dinero le ganó el nombre de “fondos buitre”. Su comportamiento es señalado por varios economistas como abusivo y para algunos representa el problema que vive el mercado financiero.

Los fondos buitre no son una novedad. Siempre han existido personas que se aprovechan de las circunstancias para lucrar con deuda castigada. 

Sin embargo, el caso de Argentina destaca no solo por tratarse de un país soberano, si no por el alto valor de la deuda.

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