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Ante Trump, el silencio

La llegada del republicano a la Casa Blanca ha cambiado drásticamente la dinámica de la relación bilateral Estados Unidos-México

La amenaza velada del presidente Donald Trump a México en medio de las negociaciones por el TLCAN es sólo la última de una larga lista afrentas del mandatario estadounidense que no han sido respondidas con la misma firmeza de este lado de la frontera.

Ni desde el gobierno federal, desde el legislativo o desde el sector empresarial se percibe que ha habido una respuesta acorde al nivel de afrenta de las políticas y las amenazas de Washington, y los aspirantes presidenciales tampoco han hecho propuestas para contrarrestar el impacto comercial y diplomático de la amenaza.

Para el diputado federal Agustín Basave, Secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados el primer gran error fue la invitación del gobierno mexicano a Donald Trump al país cuando aún era candidato, una pifia que ha condicionado la política oficial referente a la relación bilateral.

“El gran error fue hacerle un acto a Donald Trump en Los Pinos cuando su campaña iba a la baja y sus pronunciamientos anti-mexicanos a la alza. Ese error histórico se viene arrastrando hasta la fecha. Fue una apuesta por el candidato antimexicano”, comenta.

La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, a pesar de desarrollarse por los canales oficiales de una mesa tripartita, en más de una ocasión ha sido dinamitado por Trump enturbiando el proceso de diálogo.

De esta forma cualquier avance que se pueda obtener en las mesas tiene posibilidades de venirse abajo después de un tuit del impredecible inquilino de la Casa Blanca, que en más de una ocasión ha amenazado de levantar a sus negociadores de la mesa.

Si bien, el Secretario de Economía Ildefonso Guajardo ha mantenido una estrategia conciliadora y de forma pública pretende aislarse de estos arranques, ni desde el Ejecutivo o de la Cancillería han intentado responder a estas provocaciones.

La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en más de una ocasión ha sido dinamitado por Donald Trump

“No se trata de contestarle en su mismo tono, se trata de ser inteligente, tener una visión estratégica y tener dignidad, no dejarse humillar. Si eres inteligente vas a enfrentar a Donald Trump con posturas más firmes y eso te va a dar mejores resultados”, explica Agustín Basave.

La respuesta de los presidenciables

En los poco menos de nueve meses que le quedan al actual gobierno es complicado que pueda haber un giro en la relación bilateral, un problema que parece que será heredado a la próxima administración.

La mirada se vuelve hacia los aspirantes a la presidencia, que en ocasiones han respondido a algunas de las amenazas, aunque tampoco han dejado entrever una estrategia para la convivencia con Trump.

En el estilo frontal que lo ha caracterizado últimamente, quizá la respuesta más firme de entre los presidenciales ha venido del panista Ricardo Anaya quien ha asegurado en más de una ocasión que de llegar a la Presidencia le responderá con dureza a Trump.

“Se lo vamos a decir en su propio idioma para que no le quede ninguna duda, México no pagará un solo centavo de ese muro”, señaló Anaya en un video publicado en sus redes sociales.

En la misma línea se ha pronunciado José Antonio Meade, quien también ha rechazado la afrenta de Trump por el muro fronterizo, asegurando que México tampoco pagará bajo ninguna circunstancia su construcción.

Los aspirantes tampoco han dejado entrever una estrategia para la convivencia con Trump y el tema no estuvo muy presente en precampañas

“El muro no es un tema de números sino de dignidad y respeto entre nuestros pueblos”, escribió Meade en enero pasado en su cuenta de twitter.

Más ambiguo se ha mostrado el aspirante de Morena Andrés Manuel López Obrador quien en algunos actos públicos ha repetido que con su simple llegada a la Presidencia se puede arreglar la relación bilateral, afirmando que él lo puede convencer y hacerlo entrar en razón.

Con el inminente inicio de las campañas se espera que los candidatos tengan propuestas más sólidas para hacer frente a su homólogo estadounidense más allá de reacciones como las que han tenido hasta el momento.

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