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CINE Renfield: Asistente de Vampiro (2023)

La historia de Drácula es algo visto un sinfín de veces. Renfield le intenta dar un giro fresco y cercano a audiencias actuales ¿Lo logra?

Nicholas Cage es un actor de muchos contrastes a lo largo de su carrera. Ha hecho personajes bastante memorables y otros que preferimos no mencionar cuando hablamos de su trayectoria. En su reciente regreso a la pantalla grande, ha sorprendido mucho en sus papeles mayormente cómicos, entregando personajes tan memorables que incluso han quedado inmortalizados en memes. Ahora, junto a Nicholas Hoult y Awkwafina nos regalan una nueva versión del famoso vampiro creado por Bram Stoker, sin ser el protagonista de esta historia.

TERRORÍFICAMENTE TÓXICO

En esta película seremos testigos de la historia de Robert Montague Renfield, el sufrido asistente del señor oscuro, quien se ha encargado de conseguir víctimas durante decenas de años. Harto de esta vida, Renfield busca redimirse, alejarse de Drácula y mejorar cómo persona ayudándose del círculo de apoyo al que asisten personas en relaciones tóxicas. Este camino de redención no será fácil, pues tras varios giros, el ansioso personaje se verá envuelto con una policía tratando de hacer bien su trabajo y luchará contra la mafia de toda una ciudad.

La película está muy consciente de lo absurda que es su historia y la usa a su favor para poner a los personajes en situaciones bastante graciosas y sangrientas, sin perder de vista que esta reinvención del famoso vampiro está más enfocada a nuevas audiencias y es ahí dónde recae todo el peso de esta producción. En medio de todo el caos y chistes, la película explora de una manera algo retorcida pero no muy alejada de la realidad, los vínculos destructivos y cómo absorben a las víctimas. 

MORDIDA A MEDIAS

Las primeras secuencias de la película prometen mucho para los fans del famoso vampiro, al tener escenas llenas de simbología y guiños a versiones pasadas del personaje, particularmente a la cinta de Tod Browning. Esas primeras secuencias de nuestro personaje hablando en voz en off para presentarse a sí mismo, son brillantes y divertidas; parodiando a comedias baratas e integrando un humor negro bastante bien logrado. Desafortunadamente, esta serie de referencias al Drácula clásico se quedarán en el principio de la película y no volveremos a verlas.

La interacción de los personajes es en general orgánica y su nivel de incredulidad es lo suficientemente balanceado para funcionar dentro de su propio mundo y no sentirse exagerado o desesperar al espectador. El guión escrito por Ryan Ridley se cae a momentos, particularmente a la hora de narrar el romance entre los personajes de Nicholas Hoult y Awkwafina, que a momentos interrumpe y baja el ritmo de situaciones más frenéticas. Aun así, y a pesar de que se trate de una producción que cae en lugares últimamente comunes en el cine, con una historia que intente darle una explicación y sensibilidad a personajes que son conocidos por estar hechos de maldad pura, Renfield cumple con entregar una historia divertida y a momentos, bastante violenta.

La película dirigida por Christopher McKay se esfuerza por innovar y refrescar al personaje escrito por Stoker. Este giro, aunque algo inconsistente, es de reconocer. Seguramente Renfield no figurará en las listas de los Dráculas más memorables, pero el trabajo que hace Cage en las contadas veces que hace su aparición son algo digno de ver.

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