Una ayuda a los de casa

Una nueva respuesta y explicación han surgido a la eterna pregunta de que si los árbitros suelen apoyar al equipo que funge de local, independientemente del deporte que se esté jugando.

Mientras los nazarenos han tenido que lidiar con estos comentarios durante años y siempre aseguran que ante todo está el profesionalismo y ética de cada árbitro, los resultados de un estudio vuelven a despertar la incertidumbre en este caso.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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faltas cometió Brasil en la Copa Confederaciones, siendo el equipo que más hizo
La evidencia de que los árbitros, de manera involuntaria benefician a los equipos locales, especialmente a aquellos que juegan bajo el apoyo de grandes multitudes, es contundente

Una nueva respuesta y explicación han surgido a la eterna pregunta de que si los árbitros suelen apoyar al equipo que funge de local, independientemente del deporte que se esté jugando.

Mientras los nazarenos han tenido que lidiar con estos comentarios durante años y siempre aseguran que ante todo está el profesionalismo y ética de cada árbitro, los resultados de un estudio vuelven a despertar la incertidumbre en este caso.

Para el profesor Alan Nevill, especialista en bioestadística en la Universidad de Wolverhampton, la evidencia de que los árbitros, de manera involuntaria benefician a los equipos locales, especialmente a aquellos que juegan bajo el apoyo de grandes multitudes, es contundente.

“La evidencia es abrumadora. Y se da a través de una variedad de deportes como el futbol”, dijo Nevill.

Mediante el análisis de este tema desde múltiples ángulos, utilizando conjuntos de datos grandes y avanzadas técnicas estadísticas, emerge un patrón: los árbitros inconscientemente benefician al anfitrión.

Resultados reveladores

Hace una década, Nevill condujo un estudio en donde se le pidió a 40 árbitros calificados que juzgaran 47 incidentes de un partido de la temporada 1998-99 entre Liverpool y Leicester. 

La mitad vio las acciones mientras se escuchaba el ruido y gritos de los espectadores, la otra parte del grupo vio las acciones en silencio. 

Los resultados fueron sorprendentes: quienes vieron las imágenes con el ruido de la multitud, otorgaron significativamente menos faltas (15.5 por ciento) contra el equipo local, en comparación con los que vieron las acciones en silencio.

En la NBA, se conceden menos faltas contra los jugadores estrella que juegan en casa, mientras que en la Bundesliga, en los partidos que se disputan en estadios con pistas de atletismo, los árbitros generalmente le marcan la mitad de las faltas al equipo local. 

Otro dato refleja que el arbitraje en el futbol inglés y alemán, le muestra menos tarjetas amarillas y rojas a los equipos que juegan como locales, incluso cuando son el equipo favorito y quedan muchos partidos por disputarse.

El poder de la multitud

Se puede pensar que una mejor formación del árbitro  cambiaría esto, pero en uno de los artículos de Nevill, en La Psicología del Deporte y el Ejercicio, en el mes de mayo, sugiere que no es tan sencillo. 

Es cierto que la ventaja de ser local se ha reducido en países como Inglaterra y Escocia, algo que para Nevill se debe a una mejora en la toma de decisiones de los silbantes debido a su mejor formación y supervisión. Sin embargo, esta disminución se da en las divisiones menores, pero no en la Liga Premier. 

“Creo que es la primera prueba científica que la multitud influye. Las capacidades objetivas de los árbitros aun no son inmunes a la influencia de una muchedumbre”, dice Nevill.

Los psicólogos llaman a esto “conformidad por influencia”. Y es que si 70 mil fanáticos gritan por una decisión, esto puede reforzar la impresión de los árbitros sobre una jugada. O puede hacer que “subconscientemente” decidan quitarse algo de presión de la multitud al darles lo que quieren.

No todo es por el apoyo

Durante mucho tiempo se ha creído que la ventaja de ser local se debe a que el estadio le es familiar al equipo anfitrión y le da seguridad, también se dice que se debe a los efectos adversos de viajar. 

Otro mito sobre la localía es que gritar hasta que las amígdalas estén por reventar puede, de alguna manera, inspirar al equipo que juega como local, pero esto algo que no comparten Tobias Moskowitz y Jon Wertheim.

Los autores del libro Scorecasting, revelan que en 624 de las series de shootouts de la Liga Nacional de Hockey de los Estados Unidos (NHL), que se realizaron entre 2005 y 2009, el local, que tenía el apoyo de una afición vociferante y por lo tanto más inspiradora, ganó 304 veces (49.4 por ciento), mientras que el visitante se llevó 316 (50.6 por ciento).

“Los estadísticos creen que la justicia es todo. Pero la aleatoriedad y el ruido generan incertidumbre en el resultado, que es uno de los atractivos del deporte”, dijo  David Forrest, profesor de economía en la Universidad de Salford.

Ayuda tecnológica

En el otro extremo de la investigación está la evidencia en video, que aunque no sea del gusto de todos, puede ayudar. 

Cuando la repetición instantánea se introdujo en la NFL en 1999 condujo a una caída de 29.4 por ciento en la ventaja de los equipos locales. 

En el futbol, el efecto podría ser mayor, ya que una decisión como un penal, tarjeta roja o fuera de juego, es más probable que afecte el resultado.

Estos son los resultados que se dieron en Europa en diferentes investigaciones, habrá que ver con detenimiento si en los deportes de nuestro país, este estudio también tiene validez.

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