Un ‘strike’ cantado

Sin necesidad de hacer el swing, todo lo contó, todo lo admitió. Alex Rodríguez se unió a la lista de las súper estrellas del deporte mundial que, por el uso de drogas para mejorar su rendimiento en el terreno de juego, empañaron su carrera de forma vergonzosa.

El tercera base y uno de los últimos ídolos de los Yankees de Nueva York es otro protagonista de la alevosía de sustancias prohibidas, según su propia declaración a agentes federales de la DEA a cambio de una reducción de su castigo.

Durante 21 tormentosos meses, Rodríguez mantuvo en secreto de su dopaje. Ante las cámaras, ante los medios, ante quien fuera siempre tuvo la firme postura de negar su relación con la ahora famosa clínica Biogénesis.

Se dijo víctima de una cacería de brujas dentro de la Major League Baseball y firme combatiente de una guerra sin control con la intención de limpiar su nombre involucrado en tan espinoso tema.

Pero la mentira tiene piernas cortas. En enero pasado, en una sala de conferencias de la DEA el jugador mejor pagado del béisbol lo admitió todo: que sí compró drogas para mejorar su rendimiento, que pagó alrededor de 12,000 dólares a Anthony Bosch, el falso médico dueño de la Biogénesis en Miami, que sí recibió las inyecciones de jeringas precargadas con hormonas en el estómago y que su primo Yuri Sucart fue testigo de todo.

El informe revelado por Miami Herald resume en 15 páginas sobre la reunión que sostuvo Alex Rodríguez con los agentes federales el pasado 29 de enero de 2014. Al parecer todo habría sido en voluntad del jugador con la intención de asegurar su regreso al diamante.

Rodríguez admitió el pago de Bosch para los suministros de crema de testosterona, pastillas mezcladas con testosterona (gomitas) y las inyecciones de la hormona de crecimiento humano.

“Rodríguez inyecta la HGH en su estómago. Rodríguez dijo que Bosch le dijo que la HGH podría ayudar con el sueño, el peso, crecimiento del cabello, la vista y la recuperación del músculo”, informó la DEA en el escrito.

En el reporte también se señala que el médico falso le inyecta en los glúteos una sustancia líquida de color rojo. Bosch le habría dicho al pelotero que eran vitaminas y no testosterona, esto ante la alarma del jugador. Lo cierto es que las inyecciones habrían sido en total de cinco a 10 veces.

En el caso Biogénesis, fueron sancionados 14 jugadores: Alex Rodríguez, Francisco Cervelli, Francisco Martínez, Jhonny Peralta, Nelson Cruz, Everth Cabrera y Faustino de los Santos; también Jordany Valdespin, César Puello, Antonio Bastardo, Jesús Montero, Sergio Escalona y Jordan Norberto.

La suspensión de Rodríguez terminó tras el Juego 7 de la Serie Mundial, por lo que se mantiene programado para unirse a los Yankees en Tampa para los entrenamientos de primavera en el próximo mes de febrero. 

¿Colapso dentro del tenis?

Hace varios años que los rumores de sustancias prohibidas han circulado en torno al tenis, pero particularmente sobre el español Rafael Nadal.

Nadal nunca ha fallado a un control, sin embargo, el 12 veces campeón de Grand Slam ha sido perseguido por los rumores de dopaje en beneficio de su carrera.

Andy Murray ha presionado para hacer más pruebas, parece como si supiera más de ese caso particular.

Las alertas saltan a la luz: grandes bíceps, lesiones fantasmas, pérdida de cabello, la rica historia del dopaje en España, y la resistencia sin precedentes. 

Lance Armstrong nunca dio positivo, pero tuvo uno de los suministros de drogas más sofisticado del deporte profesional.

Después de la declaración de Armstrong, el suizo Roger Federer dijo que sería “ingenuo” pensar que el deporte del tenis está limpio. 

Aunque Novak Djokovic y Andy Murray han abogado por más pruebas de sangre, Nadal, claramente molesto con la especulación, quiere una mayor transparencia.

 “No todo el mundo tiene que pagar por algunos pecadores”, ha dicho Nadal.