Hace cuatro años, mientras algunas de sus antiguas compañeras competían en Sochi, Sarah Schleper estaba alejada del esquí alpino. Había participado en cuatro Juegos Olímpicos, representando a Estados Unidos, y no pensaba volver a las pistas de nieve.
Este jueves, la historia cambió: sumó su quinta experiencia olímpica, pero esta vez representando a México, como alguna vez se lo prometió a su marido, a sus hijos y al país que la recibió cuando decidió retirarse temporalmente del deporte.
Su objetivo era darle a México su mejor participación en una prueba de esquí durante los Juegos Olímpicos de Invierno. Su participación comenzó bien. Logró superar el primer filtro y se colocó dentro de las mejores 60 competidoras, de 100.
Eso le dio el pase a una segunda ronda, pero un resbalón que no logró controlar terminó por llevarla a la nieve y esa caída frustró su sueño.
La mejor participación mexicana en una prueba de esquí seguirá correspondiéndole a Hubertus Hohenlohe, quien se ubicó 26to en Sarajevo 1984.
En su primer recorrido, Schleper se colocó en el puesto 39, coincidente con sus años de edad. Pero en el segundo, perdió el equilibrio durante el tramo inicial, y no concluyó.
“La pista exige muchas condiciones técnicas. En mi primer recorrido tomé algunas precauciones adicionales. En el segundo quise buscar algo más, y no funcionó”, explicó Schleper. “Pero la sensación de vivir mis quintos Juegos Olímpicos es muy especial, sobre todo hacerlo con México, pues los mexicanos se han convertido en mis fanáticos más grandes”.
El esquí no lo dejaré nunca del todo. Es algo que me mantiene joven
Y aunque Schleper no emuló a Hohenlohe en la pista, vistió orgullosa una creación del legendario esquiador mexicano, cuatro veces participante en los Juegos Olímpicos.
El podio de la competencia fue ocupado por la estadounidense Mikaela Shiffrin (oro), la noruega Ragnhild Mowinckel (plata) la italiana Federica Brignone (bronce).
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