Mundial femenil; la batalla está fuera de la cancha

Este jueves se inicia la justa de Australia-Nueva Zelanda 2023, la cual será la más grande de la historia con 32 equipos y tendrá mayores premios, aunque lejos de los estímulos económicos en el torneo varonil; el acoso, otro enemigo a vencer
Carlos Zulbarán Carlos Zulbarán Publicado el
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La emoción y adrenalina del futbol de élite está de vuelta, con la novena edición del Mundial Femenil, que se celebrará en Australia y Nueva Zelanda y durará del jueves 20 de julio al 20 de agosto. Es una justa donde el reto, tanto para autoridades como jugadoras, va más allá de lo que suceda en la cancha.

El primero de ellos tiene que ver con el acoso. Alrededor del mundo, jugadoras son víctimas de él y por ello, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) ha dispuesto de varias medidas para evitarlo en este Mundial. De entrada, en la Copa Mundial Sub-20 de 2022, realizó diversos programas de protección que replicará en la justa de selecciones mayores.

También, ha puesto atención en las quejas de las protagonistas del juego en cuanto a los temas salariales y, aunque el órgano rector del futbol ha hecho modificaciones, los incentivos económicos quedan lejos de los premios repartidos en la categoría varonil.

Esta será la primera vez que el torneo cuente con 32 selecciones, pero México no está incluido, tras quedar fuera en el Premundial de Concacaf. El equipo tricolor no sólo se perderá el Mundial (en el que no participa desde Canadá 2015), sino también los Juegos Olímpicos de París 2024.

Con esto, queda evidenciada la crisis que atraviesa el futbol nacional, así como el poco apoyo y desarrollo de la Liga MX Femenil a seis años de su creación.

Erradicar acoso, el ‘partido’ más importante

La integridad física y emocional de las jugadoras ha sido un tema prioritario para la FIFA y es por ello que en Australia-Nueva Zelanda 2023 se tomarán medidas ejemplares. Los equipos son parte de programas educativos, además de que cada selección cuenta con oficiales de bienestar que han completado un curso previo para evitar conductas inapropiadas.

Asimismo, se han implementado mecanismos para reportar el abuso de manera anónima y, al igual que en Qatar 2022, la inteligencia artificial servirá para detectar mensajes de odio o impropios en las redes sociales de las jugadoras.

La FIFA recientemente vetó al presidente de la Federación de Haití, Yves Jean-Bart, tras una investigación que lo encontró culpable de “acosar sexualmente y abusar de varias jugadoras, incluyendo menores”.

Sin embargo, la respuesta en algunos torneos femeniles no se da con la firmeza que amerita esta problemática

Por ejemplo, la Liga MX se ha quedado corta, pues después de las múltiples quejas de jugadoras y un severo caso de acoso que obligó a Scarlett Camberos a marcharse del país, los directivos hace unas semanas apenas arrancaron con un Protocolo Modelo como método de prevención.

En el futbol femenil mexicano han sido años de levantar la voz, pero los dirigentes, al parecer, no han tomado como prioridad este asunto, teniendo como consecuencia un incremento de casos.

Continúa la brecha salarial

Asimismo, la FIFA ha tratado de hacer caso a las protestas de las jugadoras respecto a los salarios e implementó un sistema de pago para cada jugadora por fase para el Mundial 2023, el cual inicia en 30 mil dólares y se incrementará conforme avance el equipo; sin embargo, este pago queda lejos de los estímulos que otorga en el torneo varonil.

“Aún tenemos un largo camino que recorrer, pero dar el pago directo a las jugadoras es importante, ya que usualmente el dinero va a las Federaciones y las jugadoras no ven mucho de ese dinero”, explicó Alex Morgan, delantera de Estados Unidos.

La FIFA destinó 400 millones de dólares (mdd) para la justa varonil, mientras que para el Mundial Femenil hay un fondo de 152 mdd. No obstante, es un incremento considerable ya que en la justa de 2019 solo se contó con 40 mdd.

Vale decir que cada selección masculina en Qatar 2022 por disputar la Fase de Grupos recibió 10 millones de dólares, mientras que en esta justa femenil será de 1.5 mdd. Asimismo, a la campeona se le dará 4.2 mdd, mientras que al campeón del torneo celebrado en diciembre se le otorgaron 50 mdd.

Ante ello, la selección femenil de Australia levantó la voz a unos días del arranque de la competición. Por acuerdo colectivo, ellas perciben el mismo porcentaje en premios que los hombres, pero están inconformes con lo que otorga FIFA.

“Aunque el premio ha avanzado, es apenas 25 por ciento de lo que reciben los hombres”, destacó la directora ejecutiva de la selección, Kate Gill, a The Associated Press. 

Este conflicto también es evidente en México, pues de acuerdo con Sports Salaries Survey, un futbolista gana en promedio 650 mil pesos, mientras que en la Liga MX Femenil, el promedio es de 15 mil tras el nuevo acuerdo revelado en 2021 por la Comisión Federal de Competencia Económica.

Cuando arrancó el proyecto, trascendió que las mayores de 23 años ganaban 2 mil pesos al mes, mientras que las menores recibían 500 y en la categoría de inferiores no habría pago.

Las figuras a seguir

Si bien, hay muchos temas por resolver en el futbol femenil, no se puede dejar de lado lo que ocurre en la cancha y es ahí donde los fanáticos podrán disfrutar de estrellas como Alex Morgan (Estados Unidos), Lucy Bronze (Inglaterra), Ada Hegerberg (Noruega), así como disfrutar del cuarto y último Mundial de Megan Rapinoe, quien se retirará al finalizar la temporada y es símbolo de la lucha en el futbol femenil por la equidad.

Estados Unidos, como potencia, busca su quinto título, mientras que Japón busca dar otra sorpresa y coronarse como en 2011. Por su parte, Brasil e Inglaterra buscan al fin terminar con su mala racha y levantar su primer campeonato.

La fiesta del balompié femenil comienza y lo hace queriendo anotar un “gol” contra todo aquello que no lo deja brillar a plenitud.

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