Misael “El Chino” Rodríguez se perfila como el primer mexicano en ganar una medalla olímpica en boxeo desde el 2000, cuando el también chihuahuense, Christian Bejarano, ganó el bronce en Sidney.
Sin embargo, el camino del boxeador de la categoría de 75 kilos hasta territorio brasileño no fue sencillo, pues tuvo que sufrir las consecuencias económicas de la disputa entre la Comisión Nacional del Deporte (Conade) y la Federación Mexicana de Boxeo (FMB).
Rodríguez y sus compañeros salieron a las calles de la Ciudad de México a pedir apoyo económico con botes en mano para asistir a la competencia.
Al difundirse en medios las medidas que habían tomado los deportistas, el responsable de la promoción deportiva en el país publicó en su cuenta de Twitter que la Comisión Nacional del Deporte no iba a ceder a ningún chantaje y responsabilizó a los representantes del box amateur.
“La Federación de Boxeo es un lastre. Lamentable que usen a los atletas para mantener sus priviliegios”, publicó Castillo en su cuenta de Twitter (@ACC_Castillo).
Gracias a los recursos que obtuvieron por cuenta propia, los boxeadores lograron ir al mundial de Doha, pero resultaron eliminados en rondas preliminares. Un año después, Rodríguez se llevó la medalla de plata en el preolímpico, lo que le dió el pase a las justas olímpicas de Rio de Janeiro.
Después de asegurar la primer medalla para México en territorio carioca, Castillo expresó que el deportista es un orgullo para México.
“Nuestros deportistas han dado todo en #Rio2016, hoy Misael corona su esfuerzo, es #OrgulloMéxico #MéxicoEstoyContigo”.
La primer batalla
En la vida de Misael Rodríguez primero fue el fútbol y después los guantes. A los 15 años cambió las canchas de su natal Parral, Chihuahua, por el ring.
Dice que prefiere el boxeo porque el esfuerzo es de carácter individual y no está determinado por el desempeño de otras personas.<
Originario de uno de los estados con mayor índice de violencia en el país, su madre, Aurelia Olivas, lo envió a Estados Unidos para que estudiara inglés. En su casa eran sólo ella y sus cuatro hijos, pues su padre había muerto en un accidente automovilístico cuando Misael tenía seis años.
En Oregon además de inglés entrenó box cerca de tres años y cuando volvió a sus 18 años ganó su primera competencia nacional. Dos años más tarde obtuvo la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014.
Ahora, Misael ha dado la cara por la delegación mexicana en la justa de Brasil, cuestionada por la falta de resultados esperados, principalmente en clavados y tiro con arco y por el desempeño de sus directivos. Castillo, quien llamó un lastre a la FMB llevó a su novia a Río, pero aseguró que no fue a cargo del erario.