La llama del pebetero del Estadio Universitario no solo iluminó el inicio de los Juegos Olímpicos de México 1968, sino también el esplendor que el país tuvo desde las décadas previas y que el gobierno quería mostrar ante el mundo.
A 50 años de que México organizó la 19a edición de los Juegos Olímpicos, durante este fin de semana se llevarán a cabo varios eventos en los que estarán presentes algunos de los deportistas que hicieron historia en el certamen.
La misión fue complicada para un país subdesarrollado, que pese a vivir un buen momento económico, el cual fue llamado el ‘Milagro Mexicano’, tuvo bastantes presiones de quienes pensaban que el Comité Olímpico Internacional se había equivocado por otorgarle la sede a una nación latinoamericana
En 1963 México supo que sería organizador de los Juegos del 68, en su tercer intento se logró que una nación no europea ni Estados Unidos o una potencia asiática tuviera la responsabilidad de sacar adelante un compromiso de ese tamaño.
Luego de varios contratiempos, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez se encargó de resolver los problemas económicos para cumplir con la infraestructura deportiva que se requería y tener a tiempo todos los complejos para las competencias.
Éxito deportivo
Estar como local le permitió a la delegación mexicana tener una de las mejores actuaciones en la historia olímpica, al conseguir una medalla de oro en natación y dos en boxeo, además de plata en otra disciplina que nunca ha repetido y en la que el país no ha sido ni competitivo, la esgrima, a través de María del Pilar Roldán.
El beneficio también fue para los participantes de otros países, ya que la altura y las condiciones de la Ciudad de México permitieron que se implementaran 30 plusmarcas mundiales y 76 nuevos récords olímpicos
La tecnología fue otro de los factores que llegaron para revolucionar los Juegos Olímpicos a partir de la edición de México, ya que por primera vez se utilizó el tartán para la pista de atletismo, así como pértigas de fibra de vidrio para el salto con garrocha y el cronometraje electrónico se implementó junto con el final de foto para atletismo y los sistemas de toque en natación.
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Asimismo, por primera vez se implementaron las pruebas antidopaje, luego de que en los Juegos de 1960 en Roma murió un ciclista danés, Knud Enemark, a consecuencia del consumo de sustancias, por lo que a partir de México 1968 se realizan los exámenes de orina para evitar el dopaje.
Medio siglo después, los Juegos Olímpicos dejaron un legado a México principalmente en inmuebles deportivos que hasta la fecha son funcionales para eventos deportivos, artísticos y culturales; sin embargo, también sigue el recuerdo de los acontecimientos previos a la inauguración contras las marchas estudiantiles en Tlatelolco.
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México demostró que pese a no ser una potencia económica pudo organizar un evento de tal magnitud, lo cual después refrendó con los mundiales de 1970 y 1986, y aunque ahora luce complicado que pueda repetir como sede en solitario de unos Juegos Olímpicos, ya vendrá la tercera edición de un Mundial de futbol en 2026, compartido con Estados Unidos y Canadá.
Fiesta del recuerdo
Durante este fin de semana, el Gobierno de la Ciudad de México tendrá diversos eventos para festejar los 50 años de los Juegos Olímpicos, uno de los cuales se llevó a cabo este jueves con la presentación del boleto del Metro conmemorativo, con la presencia de exatletas internacionales.
Este viernes, Enrique Basilio encenderá de nuevo el pebetero del Estadio Universitario como lo hizo en 1968, además de otras actividades que se presentarán en la Sala de Armas y el Estadio Palillo Martínez de la Ciudad Deportiva.