La Fase de Grupos de la Copa Mundial Sub-17 que se desarrolla en La India quedó atrás. México encaraba este día los octavos de final de la justa, frente a una de las mejores escuadras de la competencia, Irán.
De inmediato el conjunto Azteca se hizo sentir en el terreno de juego, apenas al 2’ de acción, Jairo Torres cobró una falta por la derecha y mandó un centro al área iraní que Roberto de la Rosa prendió de volea, sin embargo el cancerbero rechazó el disparo.
Sin embargo fue la escuadra asiática la que se fue al frente en el marcador al 5’. Adrián Vázquez derribó en el área a Mohammad Ghaderi y el central marcó penal; en el cobro consecuente Mohammad Sharifi lo hizo efectivo.
Luego un error de Carlos Robles, quien dejó botar el balón en los linderos del área mexicana, Allahyar Sayyad tomó el esférico y bombeó al cancerbero César López, marcando el segundo tanto para los iraníes al 10’.
Tras verse abajo en el marcador por dos tantos tan temprano, el conjunto dirigido por Mario Arteaga no se dio por vencido haciéndose con la posesión de la pelota y buscando acercarse en la pizarra.
Diego Laínez y Jairo Torres eran los mejores jugadores del combinado Azteca en el terreno de juego, siendo el mediocampista del Atlas, quien estuvo cerca de anotar con sendos disparos a los 28’ y 34’, sin embargo el cancerbero Ali Gholam respondió de buena manera
Al 35’, Younes Delfi ingresó a velocidad por la derecha y esta vez César López fue quien evitó la caída de su marco en el mano a mano.
La presión de los Verdes tuvo se vio reflejada en el marcador al 36’, Diego Laínez mandó potente disparo que despejó el cancerbero iraní; en el rechace Roberto de la Rosa tomó la de gajos y tras eludir a un zaguero, la mandó al fondo de la red.
De esta manera concluyó la primera mitad, con México abajo por dos goles a uno.
La parte complementaria arrancó con gran intensidad. México se lanzó al frente en busca del empate, ante una escuadra asiática que se plantó en defensa y buscaba hacer daño por la vía del contragolpe.
Fue al 52’ cuando se presentó una clara de peligro para los Iraníes, con potente disparo de Allahyar Sayyad que atajó de buena forma César López. Un minuto más tarde, Ali Gholam concedió rebote en su área; Diego Laínez remató, sin embargo su disparo se fue desviado.
México tuvo la más clara de la segunda mitad al 67’ de acción, Jairo Torres cobró de manera espectacular un tiro libre directo por la izquierda que se estrelló en el travesaño.
En los siguientes minutos el cuadro Azteca se lanzó con todo al frente en busca del empate. El encuentro se tornó de ida y vuelta con llegadas en ambos marcos, siendo los arqueros los mejores jugadores de sus escuadras.
Ya no hubo tiempo para más, México cayó por dos tantos a uno ante Irán y se despidió de la justa mundialista de la categoría.
EL ‘YA MERITO’ DEL TRICOLOR REFLEJA LA PERSONALIDAD DEL MEXICANO
La Selección Mexicana se ha quedado una vez más a punto de alcanzar un objetivo: llegar a la final de la Copa Confederaciones 2017 en esta ocasión e intentar ser campeón del torneo. Como ya es costumbre para su afición, en el momento decisivo, parece debilitarse y no tener decisión para lograrlo.
Pareciera que es una actitud instalada en todas las generaciones de jugadores que se ponen la verde, pues no es a la primera selección que le sucede, sin importar el nombre del técnico que esté en el banquillo. Sin embargo, ¿que tanto tiene la personalidad de los mexicanos del ‘ya merito’ en su vida cotidiana?
Al hacer el recuento de las derrotas de las Selección tricolor, vuelve a la memoria el ‘no era penal’ de la pasada Copa del Mundo en Brasil 2014, cuando Holanda venció a México 2 a 1 en octavos de final. Para el psicólogo Omar Guevara Ramírez, los equipos así como los mexicanos, tienden a “relegar la responsabilidad y no asumir la falta de compromiso” cuando se debe de realizar alguna tarea.
En el ‘no era penal’, hubo una responsabilización hacia el árbitro del encuentro por su error en el marcaje del tiro a once pasos de Robben, mas no una crítica a la selección por no haber cumplido con más goles.
El psicólogo Rogelio Díaz Guerrero, menciona en su libro “Psicología del mexicano” que existe una tendencia a ser sumisos. “La sumisión es algo con lo que se educa al mexicano, que es esta idea de recibir órdenes o de respetar al que está por encima de ti: puede ser tu papá, tu mamá o la religión. Entonces existe un miedo mezclado con amor, al que es difícil rebelarse”, explica Guevara Ramírez.
Es decir, que los mexicanos tienden a respetar a las figuras de poder que hay por encima de ellos, aún cuando tengan ese deseo de dar el paso a la rebelión. Guevara explica también que, al menos en el tema de futbol se tiene un expectativa determinada que limita al menos en el discurso.
“Si se tiene la idea de que ‘ya merito’ van a ganar, o el ‘sí se puede, sí se puede’, cuando se debe remontar un resultado, se determina que la expectativa es no vencer el obstáculo. Que si se queda en ese nivel, está bien, porque se asume que es el punto máximo al que se puede llegar”, asegura Guevara.
Otro elemento que del que carece la Selección y la sociedad mexicana, asegura Guevara, es la cohesión y la organización para hacer algo. “Se debe de reconocer en los alemanes es su compromiso y disciplina. También se puede observar que ellos tenían un fin común que no era sólo ganarle a México, sino crear un equipo ganador a futuro. A la selección tricolor le hace falta identidad grupal. Y eso también se ve en la sociedad, en donde cada quien persigue un objetivo, pero no en conjunto”, apunta el psicólogo de la UNAM.