Mexican Moment

Hace dos semanas la Selección Mexicana no tenía portero. Ahora, el Tricolor se viste de orgullo al tener entre sus filas al guardameta más aplaudido del Mundial quien se encargó de secar al poderoso Brasil.

Aunque México no aprovechó la notable debacle que vive la siempre venerada “Canarinha”, ayer brindó un gran partido que terminó en empate sin goles gracias a la flamante actuación de  Guillermo Ochoa en el arco mexicano.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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Hace dos semanas la Selección Mexicana no tenía portero. Ahora, el Tricolor se viste de orgullo al tener entre sus filas al guardameta más aplaudido del Mundial quien se encargó de secar al poderoso Brasil.

Aunque México no aprovechó la notable debacle que vive la siempre venerada “Canarinha”, ayer brindó un gran partido que terminó en empate sin goles gracias a la flamante actuación de  Guillermo Ochoa en el arco mexicano.

Cinco atajadas monumentales de Paco Memo tienen al cuadro azteca con un pie dentro de los Octavos de Final, gracias a que se fajó como los grandes y secó cada remate del adversario.

Dicen que un portero puede perder partidos, pero muy rara vez tiene oportunidad de ganarlos. Ayer, en el pletórico estadio Castelao, hubo una de esas ocasiones en las que un guardameta se echa el equipo al hombro al salvar al equipo de los errores de sus compañeros, para de paso, lucirse con habilidades propias que con una dosis de suerte, permitieron que el Tri obtuviera un valioso resultado.

Ochoa, felicitado hasta la prensa mundial, da muestra de que vive en su mejor momento y que tiene potencial para hacer quedar mal a la selección favorita para llevarse la copa.

Un primer tiempo trabado, de roce constante pero sobrado de intensidad fue el que ofrecieron mexicanos y brasileños esta ocasión. Mientras Brasil lograba pasar el medio campo por las bandas gracias a la buena labor de Dani Alves y Marcelo, los pupilos del “Piojo” robaban la pelota y hacían lo propio acercándose al área sin tanto peligro.

Al 23’ Héctor Herrera se animó a conectar un trallazo de media distancia que Julio Cesar alcanzó a desviar, pero que permitió a México pelear de tú a tú.

Dos minutos después llegó la primera de las salvadas de Ochoa. Un cabezazo de Neymar dentro del área, que con sorpendente vuelo el arquero alcanzó a sacar con una mano.

Antes del descanso, Memo la volvió a hacer, al salvar con el pecho un tiro libre cobrado por Neymar y que Thiago Silva remató con potencia, salvando con garra a su equipo.

Brasil usó rudeza innecesaria, al 46 Silva pisó duramente a Rafael Márquez pero el silbante no le sacó ni la tarjeta amarilla, dejando de nuevo esa sensación de impotencia por un cierto favoritismo al local.

México le robó la sonrisa a los cariocas, y ellos le “robaron” su tradicional abucheo en los saques de portería. “Eeeh, puto”, le cantaron una y otra vez a Paco Memo. Algo nunca imaginado.

La falta de contundencia fue evidente, el Tricolor sigue adoleciendo de mejor puntería pues, aunque hicieron sudar a Julio Cesar, no hubo una reacción positiva cuando pudieron generar peligro en el área. Esto derivó la salida de Oribe Peralta y Giovani dos Santos, para meter a Javier Hernández y Raúl Jiménez, respectivamente.

Más allá de lo que pudo dar México al ataque, la destreza de Memo Ochoa al ridiculizar a Brasil le valió para ganarse los aplausos de propios extraños y la designación de FIFA como el Más Valioso del Partido.

Porque gracias al arquero mexicano, México suma 180 minutos sin aceptar gol, algo que nunca había sucedido desde que el Tricolor regresó a las Copas del Mundo en 1994.

Vive México día memorable

La afición cantando “Cielito Lindo” en un estadio con tonos amarillos y manchas rojas, fue resultado de un propósito cumplido para México: sentirse como local en Brasil.

Ser una de las masas más numerosas en esta Copa del Mundo convierte a la porra del Tricolor como un objetivo de la lente de los fotógrafos, quienes no perdieron detalle del colorido, simpatía, positivismo y creatividad de los aztecas en tierras cariocas. Lo mejor de todo es que fueron recompensados con un partido de emoción que les permite tener fe de avanzar.

El dato mundialista

Guillermo Ochoa se convirtió ayer en el primer arquero que mantiene su portería sin gol al enfrentar a Brasil en un Mundial en suelo brasileño.

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